Capítulo 54

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Jason A. Taylor.

Lunes. 6 am.

— Cariño despierta, es hora – dice con su dulce voz – anda Jason, se te hará tarde.

— ¡Voy a renunciar Gail, uno de estos jodidos días voy a renunciar y nos mudaremos muy lejos! – le gruño.

— Eso dices todos los días – se ríe – levántate gruñón, no puedes dejar que Christian salga solo.

Dice y se aleja. Me tallo los ojos para levantarme de la cama directo a cambiarme: ropa deportiva porque el jodido señor Grey ha decidido retomar sus recorridos por la bahía importándole una mierda que Hyde aún esté por ahí.

Anoche, cuando me informó que saldría a correr, quise gritarle que estaba loco. Y podría dejarlo ir solo o hacer que alguien más del equipo lo acompañe. Pero después del jodido lío que me armó Ana, prefiero levantar mi trasero de la cama y correr detrás del idiota.

Tengo que admitir que me sentí culpable por no estar con él ese día que tuvo el accidente. No sé si yo habría hecho alguna diferencia, pero tendré que vivir con esa jodida sensación de haberle fallado al jefe.

Salgo a esperarlo junto al ascensor y Baker ya se encuentra ahí. Por supuesto que si yo tengo que ir, ¡todos los demás irán! Caminamos y antes de que las puertas se cierren, el idiota de Sawyer aparece con el cabello revuelto y la cara adormilada. Cuando pasamos por el vestíbulo, Dixon ya se encuentra esperándonos.

Nos organizamos rápido: Dixon y Sawyer por delante de Grey, Baker y yo a unos metros detrás. La indicación para todos es permanecer en alerta ante cualquier persona que parezca sospechosa. Tengo la maldita impresión de que haremos esto todos los días, así que debo recordar hablarlo con Welch.

Mientras corremos detrás del jefe, me sorprendo de cuánto han cambiado las cosas. Era un bastardo solitario, bastante predecible y rutinario. No había sorpresas con él, siempre lo mismo como un jodido relojito. Por eso me sorprendí cuando se enamoró de Ana, porque habría que estar muy ciego para no haberlo notado desde el principio. Y esa chica... ¡mierda! Después de conocer a Ray, no me sorprende que Ana sea una pequeña patea—culos.

¿Lo mejor de todo? Al parecer por fin se deshizo de la maldita garrapata vieja Lincoln. Aunque en el fondo tengo que admitir que mi jodido jefe es un buen hombre, con gustos muy peculiares, pero un hombre y empresario admirable.

— Eh viejo – Sawyer me saca de mis pensamientos – te ves pálido.

— Es porque tengo tu jodida cara enfrente – le gruño – regresa a tu puesto imbécil.

— Cambié puesto con Baker – dice encogiendo los hombros – lo mío no es correr.

— ¡Me importa una mierda!

¡Jodido Sawyer! Me ha ocasionado problemas desde que llegó por su curiosidad y su falta de control. ¿Por qué no lo he despedido? Lo necesito en el equipo. A pesar de todo es el que mejores referencias tiene y su habilidad para las armas es lo que llamó mi atención.

Baker es el más disciplinado, controlado y muy reservado. Habla justo lo necesario y hace exactamente lo que le pides sin quejarse. Lo busco con la mirada y efectivamente corre delante de Grey a paso constante. Dixon corre a su lado mientras le hace preguntas sobre su familia, lo sé porque los escucho por la radio que todos cargamos.

Con la llegada de Connor a Escala, las habitaciones de los empleados se ocuparon completamente. Arthur tomó una habitación, Baker otra y tuve que convencer a Gail para que compartiera su habitación conmigo para dejarle la mía a Sawyer.

Solo tengo una hija y ella convive conmigo muy poco. Pero si vivir con mi equipo de seguridad es como tener una jodida familia, me niego rotundamente a tener más descendencia. Sawyer, Baker y Dixon parecen los hijos que nunca quise y no quiero tener. Y agradezco al cielo no tener que lidiar con el bastardo loco de Robertson.

Después de correr los jodidos 15 kilómetros, regresamos a Escala. Voy directo a la ducha mientras Gail cocina para Grey, así que dispongo de unos minutos para alistarme y desayunar antes de llevarlo a GEH.

Cuando el jefe se encuentra en su oficina, en sus actividades diarias, aprovecho para ir a mi oficina a hablar con Welch. No uso el radio, sino que le hablo desde mi teléfono móvil.

— Welch.

— Taylor, ¿en qué puedo ayudarte colega?

— Te dije que tu jodido jefe querría ir de nuevo a trotar por todo Seattle – le gruño – si piensa seguir haciéndolo necesito que tomemos otras medidas de seguridad.

— ¿Llevas a todos contigo? ¿Cubriendo a Grey?

— Si, los necesito alertas porque es un área demasiado expuesta, no puedo arriesgarme a que se le acerquen.

— ¿Y si lo hacemos Jason? – Pregunta de pronto – Tu sabes que no hay pistas de Hyde y estamos seguros que el bastardo irá tras Grey... ¿podríamos usar eso a nuestro favor?

— Tal vez pero, ¿estás seguro? No quiero arriesgarme a que salga herido, no después de mi exceso de confianza hace dos semanas.

— Déjame hablarlo con Grey, veremos qué medidas podemos adoptar, probablemente el uso de equipo de protección para todos. Es difícil pero no imposible Taylor.

—Suena como una gran idea, así acabamos con toda esta mierda de una vez, solodéjame asegurar que Grey no termine con una jodida bala en la cabeza.

Historia de Amor 💙 (Christian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora