Cuando regreso a Escala, Ana está en la cocina calentando un tazón de los que dejó la Señora Jones. Supongo que luzco preocupado, ya que me ofrece cancelar la salida pero como no quiero preocuparla, le pido que se aliste.
Me refugio en el estudio tratando de calmar mis pensamientos, pero no lo logro así que me sirvo un vaso de whisky. Recibo un correo electrónico de Taylor enviándome el currículo de un ex agente del FBI y me sirvo otro vaso antes de leerlo. Wayne Dixon, un hombre joven con bastante experiencia y lo mejor de todo, una relación formal de años con Devan Burell.
Levanto mi vista cuando Ana toca la puerta. Lleva un bonito vestido negro sin adornos ni accesorios que resalta mucho sus ojos. Me pongo de pié para quitarme la corbata y tomo su mano para caminar hasta el ascensor.
— ¿A qué lugar vamos Taylor? – pregunto volviendo a la realidad.
— Es un club en Main Street, señor Grey.
Cuando Taylor estaciona, rodeo el auto para abrir la puerta de Ana. El nombre del club me suena muy familiar, pero después del whisky y con los problemas dando vueltas en mi cabeza no logro recordarlo.
Entramos buscando con la mirada a mi hermana o a Kavanagh, pero el local está tan concurrido que no puedo ver nada hasta que Ana señala a Mía. Desde la mesa nos observa Elliot bebiendo de un tarro de cerveza mientras Mía corre hacia Ana para platicar.
Luego Mía se cuelga de mi cuello antes de decirme lo feliz que está por mí y Ana. Elliot me mira y niega con la cabeza en gesto dramático. Ana se acerca a él y mi hermano pide más bebidas al mesero que se acerca. Camino detrás de Mía hasta sentarme en la mesa con ellos.
Le mesero deja tres cosmopolitans, dos cervezas y una botella de whisky. Miro hacia Elliot con los ojos entrecerrados pero él conversa animado con Kavanagh. Luego ellos se alejan hacia la pista de baile.
— No bebas demasiado, no podré aprovecharme de ti – dice Ana.
— Un par de tragos para relajarme, a eso vinimos – digo tranquilo.
— Si y a bailar, quiero bailar contigo y no podrás si estás ebrio – pero su voz suena a reproche.
— ¿Me está amenazando señorita Steele?
— Es más una advertencia señor Grey, no quiero tener que buscar otra pareja para bailar – sonríe.
— No lo harás, no lo permitiré – le advierto mientras se aleja con Mía.
Sigo bebiendo con la vista fija en mi chica y mi hermana, luego ellas caminan hacia la barra. Ana y Mía son tan pequeñas que prácticamente tienen que montarse en la barra para llamar la atención del chico pelirrojo.
¡Es una jodida broma! Es el tipo del cine, el chico en el expediente de Welch, por eso el nombre del club era tan familiar para mí. Me levanto de un salto con la mirada en el bastardo que le sonríe a Ana luego Mía se gira y me ve con los ojos muy abiertos.
El chico se agacha para hablarles y ellas hacen lo mismo. Cuando estoy a dos pasos de ellas, Ana se gira para hablarme mientras Mía y el pelirrojo solo me observan.
— Él es Henry... Henry, él es mi novio Christian – estrecho su mano mientras me observa con el ceño fruncido.
— Entonces Henry, claro que quiero ese trago – dice mi hermana — ¡váyanse! déjenme platicar con mi amigo.
— Te traje un poco de agua, quiero bailar contigo ahora – me ordena.
Me bebo completamente la botella y ella toma mi mano para regresar a la pista de baile.
— ¿Que hay con la barba? – dice de pronto.
— Pensé que a las mujeres les gustaba eso – sonrío.
— No tan larga, además te ves demasiado sexy y me alborotas – dice antes de morder mi barbilla.
— Nunca me habían acusado de ser demasiado sexy – le doy mi media sonrisa sexy.
— No en tu cara – se muerde el labio y me mira con ojos brillantes.
— ¿Es el chico del cine, cierto? El bartender es el chico con el que estabas en el cine – confirmo.
— ¿Como lo sabes?
— Henry Fulton, 20 años, estudiante del último año en la Universidad de Washington... – empiezo a recitar lo que leí en el expediente.
— ¡Christian! ¿Lo investigaste? – me grita.
— Si, ya te lo he dicho, lo haré cuando crea que estás en peligro – sonrío con satisfacción.
— No puedes ir por la vida investigando a todos los que conozco – me reclama.
— Claro que puedo señorita Steele, ¿se le olvida quién soy?
— ¡Agh! ¡Eres poco razonable! – gruñe pero escucho un poco de diversión en su voz.
Cuando terminamos de bailar la canción, caminamos de nuevo hasta la mesa. Elliot y Kavanagh se ríen de algo mientras nos sentamos de nuevo junto a ellos.
— Christian, ¿qué es un catamarán? – dice Ana con inocencia.
— ¿Quieres ver uno? – pregunto bastante sorprendido por su arrebato.
Mi hermano idiota se invita a sí mismo y a su novia alGrace, y suponiendo que será imposible zafarme de ellos acepto su compañía. Lemando un mensaje a Taylor para que contacte a Mac y le diga que vamos paraallá.
Por alguna extraña razón, Mía viene en el auto con nosotros y se sienta al frente junto a Taylor. Parlotea alguna mierda sobre su amiga Lily y las otras niñas mimadas que se creen princesas.
— Taylor para – digo con mi paciencia en el límite — Mía, baja del auto.
— ¿Pero por qué, Christian? – chilla.
— Te quiero, pero no te aguanto más. Ve con Elliot o dime y me iré yo. Prefiero lidiar con Kavanagh que contigo – digo tratando de no reír.
Mía permanece en silencio pero no responde, en cambio le da una mirada seria a Taylor como cuando hace berrinche y él se pone en marcha de nuevo. Cuando llegamos al muelle, tomo de nuevo su mano mientras caminamos con Mía y Taylor siguiendo nuestros pasos.
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Historia de Amor 💙 (Christian)
FanfictionMisma historia, perspectiva diferente. La versión inicial la encuentras en mi perfil, bajo el nombre "Historia de Amor ❤️ Ana". Esta es mi versión más romántica de Ana y Christian, de cómo se enamoraron y enfrentaron sus sentimientos. Los personajes...