Capítulo 15

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Capítulo 15: Noche de chicas.

Afirme fuertemente la bandeja entre mis manos preocupada por cada paso que daba en que no se cayera la bandeja repleta de lacomida que mi hermosa madre me había preparado para mi y nuestra visita inesperada, pero bien recibida por ambos adultos y ...

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Afirme fuertemente la bandeja entre mis manos preocupada por cada paso que daba en que no se cayera la bandeja repleta de la
comida que mi hermosa madre me había preparado para mi y nuestra visita inesperada, pero bien recibida por ambos adultos y claramente también por mi.

Abrí la puerta con el pie suavemente para no provocarle un mini infarto a la rubia que entretenida leía de una revista de adolescentes acostada sobre mi cama. Sonreí al verla mirarme por el rabillo de ojo para colocar la revista sobre su rostro quitándome la visualización de este. Dejé la bandeja sobre el escritorio con dedicación y me giré a la rubia nuevamente caminando a la cama sentándome a su lado donde me quite con cansancio mis pantuflas que cálidamente abrigaban mis pies desnudos.

— Estoy aburrida — confesó de la nada Lana, pero no me sorprendió, yo estaba de la misma manera, aburrida sin saber que hacer — ¿no tienes algo interesante en tu casa?

— Depende de la perspectiva ¿que es interesante para ti? — pregunté recostándome a su lado aplastando mis pechos sobre el colchón provocándome un poco de incomodes que preferí ignorar, ya me acostumbraría.

— Alcohol, quiero beber, vamos a beber — propuso sacándose la revista del rostro y lanzándola un lado aleatorio de la habitación sin cuidado.

— No podemos ir a beber, estamos en cuarentena — le recordé con el ceño fruncido ¿Lana solo pensaba en beber siempre? literalmente desde que nos reencontramos me a propuesto ir a beber todos los días, la rechacé más de una vez, no porque no quisiera si no más bien por la poca flexibilidad de mis padres para los permisos de salida, dejándome con suerte ir a ver a mi mejor amigo por un par de horas o que él viniera a la casa, que era lo más factible para ellos.

Lana puso una sonrisa más larga que haya visto jamás, estaba planeando algo probablemente o tal vez solo estaba pensando en algo que realmente le gustaba, como beber hasta caer en un coma etílico — la cuarentena no me detiene, nena, ni en esta ni en las siguientes vidas, recuerda, hierba mala nunca muere.

— Y tú eres una de las peores hierbas, es comprensible — dije con un toque de sarcasmo sentándome en la cama como india mirándola sentarse también recostando su espalda en el respaldo de la cama mientras hacía un puchero — hablando de hierbas malas ¿porque mierda no llega aún Harry?

— Debe estar demasiado ocupado jugando a estrangular el ganzo como para recordar que vendría a nuestra noche de chicas — levantó los hombros quitándole importancia.

Solté una gran carcajada por las palabras atrevidas de mi amiga mientras arreglaba mi cabello que desobediente se movía por la suave brisa nocturna que entraba desde la ventana abierta.

STAY, Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora