Capítulo 14

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Capítulo 14

Luego de unos minutos de carrera notaron como iba disminuyendo el tamaño de aquellas plantas tan peligrosas. Se detuvieron ya que estaban fuera de peligro y no parecía haber nada amenazante por los alrededores. Lanz comenzó a recolectar agua de un pequeño estanque semejante a una fuente. Mientras Federico movía sus manos con velocidad intentando echarse aire en su zona quemada por la fricción; al ver que no tenía resultado comenzó a patear cosas incluyendo la estructura llena de agua, la cual quebró y cayó. Lentamente Lanz giró la cabeza con la barbilla bien hacia delante y los dientes apretados, enojado se lanza sobre Federico agarrándolo por la camisa e iniciando toda una serie de gritos:

Lanz —¿Pero serás bestia? ¿No ves que esto es lo único que vi por los alrededores que contuviese agua?

Federico —¡¿Bestia yo?! ¡Tú eres el animal! ¿Quieres ver mi trasero? ¿Quieres verlo? ¡Está como un tomate!

Lanz —Te lo depilé gratis, deberías agradecerme –ríe mientras lo suelta.

Federico —Parezco un primate.

Lanz —Mírale el lado positivo, ahora estás más bonito –Tras esto Federico se dispone a golpearlo, pero un sonido de alarma comienza a sonar.

Federico — ¿Eso es normal en medio de un bosque?

Lanz —Me temo que no, aunque son pocos los que se han tomado el trabajo de venir por aquí.

De repente frente a la estructura rota comienzan a romperse una gran cantidad de raíces, dos extrañas puertas hechas de piedra estaban abriéndose.

Federico —¿Qué sabes de este tipo de cosas? Una pared que resultó ser una puerta –Lanz comienza a caminar hacia el interior, lentamente–Lanz ¿Qué haces? Ni creas que te voy a acompañar… ¡Espérame!

Al entrar se podía observar una gran cantidad de paredes forradas con placas de metal, luces semejantes a las de guerra. Al adentrarse pudieron ver lo que parecía una fábrica de robots, parecían haberse acabado entre ellos. Continuaron avanzando mientras encontraban todo tipo de cosas, algunas incluso parecían de su mundo, cuadros de humanos y lo más inquietante, en medio del pasillo una libreta abierta.

Federico —Léemela tú –Lanz la agarra observando cómo están arrancadas toda una serie de páginas.

Lanz —¡Está escrita en español!

Federico —¿Y eso te sorprende porque…?

Lanz —Porque, aunque todos hablemos el mismo dialecto escribimos de diferentes formas.

Federico —Bueno ya, empieza.

Lanz —Aquí dice:

“Día 569

La operación es todo un éxito, la alianza entre humanos, elfos, enanos y arcanios pronto nos ayudará a terminar el proyecto “Alfa-45”. Toda una serie de robots humanoides a nuestro servicio y con un sistema de armamento altamente modernizado. Los arcanios donarán presos de guerra para poder sustraerle su energía, los enanos su ingeniería, los elfos gran parte de los materiales de su yacimiento, bien ligeros y resistentes. Por fin los humanos estamos avanzando en este mundo luego de comenzar en cero”

Federico —¿No dice algo de antes?

Lanz —Aquí habla algo sobre la llegada de los humanos al mundo, los hechizos negros y otra serie de cosas.

Federico —¿A qué esperas? Lee.

Lanz —Si me sigues mandando de esa forma vas a leer tú:

“Día 1

Soy Eva y este es el primer día del proyecto “Génesis”, los arcanios y elfos han trabajado arduamente para el desarrollo de “Magia Gris”, aquella que permitirá separarnos del mundo donde vivíamos para mantenernos en este tan soñado sin necesidad de dañarnos. El experimento de los rinocerontes salió un poco mal, pero igual funcionó.

El trato consiste en que rompan las libretas aquellos que decidieron quedarse cuando todos estemos aquí. Los portales deben ser cerrados para que él no descubra ese otro mundo donde su fuerza se haría prácticamente invencible. La maldad humana es tanta que no debe tocar estas tierras. Los humanos no somos de este mundo, por eso debemos cuidarlo y ser exhaustivamente seleccionados para poder entrar.”

Federico —Con que de esta forma llegaron los humanos a este mundo, pero debió haber una primera vez ¿Cuándo y cómo se crearon las libretas? ¿Quién es ese tal “él” que tanto miedo le tienen?

Lanz —Aquí no dice nada.

Federico —Dice por qué todo el experimento alfa falló.

Lanz —Todo lo que restan en esta libreta son páginas en blanco.

Un sonido comienza a venir de lo más profundo del lugar, eran pasos de metal, al parecer algo había sobrevivido. Se acompaña con el de un arma filosa siendo desenvainada y unos mecanismos. Luego se observa una luz roja iluminando la oscuridad, seguida por un sonido realmente fuerte para los tímpanos de aquellos jóvenes.

Con señas, pues tapaban sus oídos, Lanz le indica a Federico que se escondan entre los robots destruidos; el sonido se detiene y observan una criatura con pedazos dorados y plateados, parecía tener una serie de cámaras en la cara dándole un aspecto aracnoideo, orejas semejantes a la de los elfos, boca tenebrosa y de la palma de las manos salían unas espadas realmente filosas. El cuerpo en general parecía un humano tamaño normal, pero en esencia se apreciaba el buen trabajo de un arma pensante.

Todo parecía ir viento en popa hasta que por accidente Federico suspira, aquel ser metálico giró rápidamente la cabeza y comenzó a rebanar la puerta como si fuera mantequilla, sus pasos se dirigían en una sola dirección.

Lanz le susurra a Federico —Has algo por favor, no quiero morir.

Federico —Tengo que encontrar la forma de distraerlo, de que no continúe en tu dirección, pero… ¡¿Cómo?! –exclama preocupado mientras escucha los pasos cada vez más cerca, el sonido de la espada raspando la pared y el robot diciendo:

Robot —Proyecto Alfa 45, objetivo prioritario, eliminar amenazas confirmado.

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