TWORLDS

Capítulo 28

Capítulo 28
Juntos viajaron a la cafetería más cercana donde realizaron una merienda vespertina, se divirtieron y acompañaron a Federico a su casa donde fueron recibidos por su hermano. La bienvenida fue algo seca, cruel. Sin embargo, no dudó en utilizar su máscara para hacerse el bueno al notar presencia de compañía. Aunque, no podía engañar a Erdwin quien anteriormente había observado la forma en que era tratado por este.
Todo iba bien, la comida se realizó sin problemas aparentemente porque en la mirada del hermano se podía apreciar cierto rencor.  Era de esperarse que al entrar en silencio la casa, vendría la agresión. La puerta comienza a abrirse lentamente, mientras estaba siendo esperado.

—Adelante hermano entra –expresa con cierta alegría.

—¿Por qué sonríes? No te ves, desas… –es interrumpido por Federico.

—Sí, sí, que soy un desastre, un asco, por favor cambia de discurso. Hermano… ¿no te cansas de fastidiarme? Comprendo que ni tu novia te hace caso, por eso quieres captar la atención de todos y culparme de tu … no sé, problema. Por favor, solo te pido que te centres en quien te da un mínimo de atención antes de que se comience a ver su mejor amigo de otra forma. Mis padres me priorizarán siempre, en fin, soy el inválido, necesito más cuidados, o eso mismo le haces creer tú. –El hermano entró en cólera y comenzó a lanzar cosas de la nevera contra el suelo, incluso ensuciando a Federico con fragmentos de estos para seguidamente culparlo. El resultado fue un fracaso pues el mismo fue perdonado por aquello que supuestamente había hecho. 
Era aún más tarde en la noche, casi todos dormían con total tranquilidad en sus camas. El agresor enrolla en su mano unos trapos para seguidamente golpear sin control al inválido, a pesar de que tuvo la oportunidad de gritar contuvo el dolor y las ganas.
Una vez que amanece todos se asombran tras observar al pobre levantarse con tantos moretones, querían llevarlo a un psicólogo acusándolo de autoagresiones, no obstante, citó a cada miembro del hogar para mostrar un video de la cámara que se encontraba al lado de su cama. En ese instante el hermano cambió su mirada, estaba nervioso, asustado, quería interrumpir a toda costa ese suceso. Efectivamente el video mostraba la conversación a solas entre ellos dos, así como los golpes.
El video dejó al hermano en un shock, al levantarse se lanzó sobre Federico a golpearlo, pero fue contenido por sus padres y expulsado del hogar, por supuesto, había quedado soltero ¿Quién toleraría tal abuso?
Ese mismo día recibió en la escuela la noticia de una prueba final de historia dentro de quince días. Conociendo su situación en la asignatura decidió estudiar y vencer al profesor, a quien amenazó si intentaba alterar la nota para peor.
—Profesor, no hablaré porque no deseo regar veneno, pero si siento amenazada mi integridad no dudaré en atacar. Recuerde un cierto video… aún lo guardo con otro donde intentaba agredir a un alumno.
Transcurrieron siete días, el estudio en esa materia era totalmente intensivo, pero no le impidió notar la ausencia de alguien en el salón de clases. Franchesca, quien no había vuelto al colegio desde el día en que habló con ella. Con un tanto de extorsión averiguó la dirección por su amiga a donde se dirigió el siguiente día después de las clases.
Precisamente ella le recibió al abrirle la puerta a la vez que la cerró en su propia cara. A pesar de eso continuó tocando insistentemente hasta recibir una atención adecuada.
Franchesca —¡¿Qué quieres?! ¡Déjame en paz! Así hago más feliz a todos.

—Sí, lo que digas, déjame entrar –de esta forma estaba entrando en filas enemigas– Bonita casa.

—Ve al grano –dice enojada.

—No soy masoquista, conste, pero, vuelve a la escuela, supongo que me excedí a la hora de hablar contigo hace días.

—No volveré, tienes toda la razón en lo que dijiste, solo hago mal, lo mejor será desaparecer –expresa con cierta tristeza.

—Lo importante no es el pasado, tampoco el futuro, sino el presente, arréglalo, todo ese mal que hiciste intenta repararlo. Vamos, que te perdono y todo, sin rencor.

—No quiero que me perdones –expresa soltando unas lágrimas– no sabes cómo me siento.

—Como te dije he pasado por situaciones como t... –en ese momento es interrumpido.

—¡Te dije que no sabes! Te seré clara, desde hace tiempo me gustabas, por eso es que los chicos te molestaban tanto, el hijo del director, estaba enamorado de mí y al enterarse que yo de ti, pues fue a reprenderte. –Las lágrimas le corrían en un rostro sollozante mientras se secaba una y otra vez. – El día que sufrieron el accidente casi se me parte el corazón, pero al enterarme que habías sido el único en sobrevivir me alivié. Ese día del hospital, en que quisiste lanzarte por las escaleras, te atrapé porque te amaba, quería decírtelo, pero no delante de tu familia –se sienta en el sillón y tapa sus ojos con las manos para evitar que vieran su rostro en tal estado, aunque con solo los sonidos de su entrecortada voz bastaba para imaginárselo. – Al día siguiente llegó a oídos de tu supuesta amiga Alison mis sentimientos hacia ti, quien amenazó de que te mataría si no te maltrataba hasta que llegaras a odiarme.

—Blasfemias, ella nunca haría eso, solo deseas ponerme en contra de mis amistades con esas lágrimas de pacotilla y esos sentimientos de mentira.

En ese instante ella comienza a llorar a tal punto que siquiera logra hablar, de esta forma se mantiene unos minutos hasta que toma un respiro y le explica suavemente:
—Ella esté enamorada del difunto hijo del director, ella te odia, en más de una ocasión me hizo aprender palabra por palabra que debía decirte. Hacerte daño nunca estuvo entre mis intenciones, te lo juro, yo solo quería tu afecto, tu amor, aunque parezca mentira llevo así desde hace ya bastante tiempo. Pero es hoy que no soporto más la situación, me voy del colegio antes de que te maten.

—No te voy a creer completamente, pero si vas a la prueba me lo pensaré mejor, aún tienes siete días casi para estudiar. Si tanto me amas, hazlo por mí, ve y aprueba, demuestra que las notas te las merecías. Intenta convencerme de esa forma, con actos no con palabras.

De la siguiente forma se retira y vuelve a su hogar. Transcurrieron los próximos días de total estudio, pero con cierta incomodidad en su mente, la sospecha le estaba comiendo la cabeza. Es así como observa a Franchesca llegar minutos tarde al día del examen, extrañamente no imaginaba que en verdad fuese a ir.

Termina la prueba de entre los primeros, muy seguro de sí. Al salir todos llama a Franchesca, Alison sonreía observando mientras Erdwin pedía que se detuviese.
—Acércate un poco quiero decirte algo –se aproxima a él mientras era observado por sus dos amigos– no lo tomes a mal, pero hay algo que necesito que me aclares.
—Dime que deseas pedazo de… –y justo en ese momento le roba un beso– ¡¿Qué haces, asqueroso?! –le pega una bofetada y se marcha.
Alison se aproxima a Erdwin y Federico con unas bebidas, la cual luego de que ellos tomaran un sorbo pregunta:
—¿La besaste?

—¿Qué?

—La besaste, lo sé muy bien que te vi –expresa observando a Franchesca como se retiraba, mientras tomaba de la cerveza.

—Claro, no lo niego –en ese preciso instante comienza a sentir su cuerpo tembloroso, saca la libreta mágica de la mochila– ¡Franchesca! –grita mientras comienza a escribir con el lápiz en esta para ser enviado al otro mundo. Durante lo que serían sus últimos momentos en aquel mundo observa como la nombrada se gira y corre hacia él entre lágrimas al ver como estaba. Luego lo toma entre sus brazos, tocando frente con frente y diciendo algo que no alcanza a escuchar.

Estaba despertando totalmente desconcertado por descubrir quién lo había matado y estaba detrás de su sufrimiento. Aún no lo podía creer, ahora Estuquerna era su última opción, si moría esta vez no había vuelta atrás.
Siente un estruendo en el suelo seguido de lo más semejante a un rugido. Al volver su mirada observa un animal gigante, era una combinación de pedazos de dinosaurios que daba el aspecto perfecto de un dragón…incluso parecía que iba a…
—¡Federico cuidado! –alguien gigantesco se coloca delante de él e impide que el fuego lo alcance.