Capítulo 25
La autoaceptación de Federico no era completa, imposible cambiar lo de años en un día, pero en cierta forma estaba mucho mejor consigo mismo. Se sentía feliz, por primera vez tenía ansias de volver a la tierra y estrenar ese sentimiento. Suena extraño, pero es precisamente estrenarse la palabra correcta para la situación que deseaba.El clima en el exterior del bunker estaba empeorando, una tormenta se desataba. Aunque no se escuchaba sonido alguno se apreciaban las luces de los relámpagos, el viento moviendo las plantas y la lluvia que prácticamente nublaba toda la visión. Las luces comienzan a realizar un parpadeo que fuera de incomodar preocupa a nuestro principal, que es calmado por el hombre lobo al decir:
—No te preocupes, tenemos una hidroeléctrica, unos paneles solares y energía eólica. Además, contamos con una descargántica que se nutre a partir de las tormentas eléctricas. La principal batería se encuentra bajo nosotros con una longitud de profundidad de 50 metros aproximadamente ¿Qué te digo con esto? Que es prácticamente imposible que nos quedemos sin energía.
Las circunstancias y la falta de temas colaboraban a una tensión silenciosa la que se destrozó con varias preguntas que llegaron a la mente del “ Viajante ”:
—¿Qué ocurrió con la ciudad? O sea, con los habitantes, las estructuras, todo en general.A lo que contestó el hombre lobo entusiasmado:
—La ciudad al principio tenía como centro de enriquecimiento el comercio, dado que contábamos con una gran elocuencia y regateo, los servicios básicos de la población eran bajos, pues todo se realizaba con energía renovable y era de la población en general. Lamentablemente esa felicidad se terminó cuando los egoísmos de personas llevaron al empoderamiento de sujetos malvados. Los precios de todo se lanzaron por las nubes, comenzó a pagarse un servicio de renta cuando anteriormente era gratuito, si no lo pagabas eras expulsado y en caso de negarte a la expulsión tu destino era el peor de todos. Los sistemas de salud, gratuitos en un comienzo se privatizaron y esto ayudó con el devastador atacante.En ese instante surge otra duda:
—¿Quién es la atacante?La pregunta tuvo como respuesta algo inesperado, no había sido un hombre lobo o un lobo aquello que había causado la gran plaga:
—Me temo que todo se inició con un investigador que no cumplía con la medida de utilizar guantes, su herida en el dedo entró en contacto con saliva que había recogido de una planta. Ocho semanas después iniciaron una serie de síntomas, pérdida del apetito, fiebre, picor, sensibilidad anormal de los sentidos, miedo, intranquilidad, salivación al exterior para no tener que tragar la saliva, cambios de humor agresivos y depresivos. El paciente fue diagnosticado de rabia, esta intentó ser curada tras una comitiva de médicos elfos, enanos, foresteos y arcanios. Sin embargo, el resultado fue inútil. Con el transcurrir del tiempo el hombre no se pudo dar la facilidad de pagar los servicios médicos y lo expulsaron a la calle. Trabajaba con todos los síntomas para intentar mantener a su familia la cual pasaba por una fuerte crisis, pero un día desapareció. Luego de una denuncia los guardias lo encontraron en un rincón apartado, su vellosidad había crecido extremadamente, los síntomas de hipertricosis se habían sumado. Poco después el rostro y el cuerpo comenzaron a mutar hasta llegar a ese punto que observas, los dientes se le cayeron para que salieran nuevos más grandes y fortalecidos, el cartílago de la oreja aumentó su crecimiento y para terminar comenzó a ingerir todo tipo de alimentos carnívoros como un ser irracional. Es así como sus fluidos bucales en heridas o cuando mordía, infectaba a más personas volviéndose una plaga entre los sectores más pobre de la población. Gracias a estos se conformó una manada, que con los aullidos no solo en luna llena iniciaba la caza. La plaga se extendió y terminamos devastados, en la ruina que actualmente aprecias.—¿Cómo es que conoces toda la historia tan detallada? –pregunta pues sospechaba por conocer la historia al pie de la letra.
—Ese hombre era mi hermano, infestó primeramente a su familia, los primeros en sufrir la metamorfosis completamente no dieron la oportunidad a otros de transformarse iniciando una palabra que no me gustaría decir… –expresa entre lágrimas– Yo, sobreviví, en muchas ocasiones quise quitarme la vida, pero pensé en si eso hubiesen querido mis familiares. Aunque no me ayudó mucho ese pensamiento, lo que realmente me ayudó fue salvar a un niño de las garras de las bestias. De esa forma fui asustando a diferentes seres de este mundo para darle la mala fama de la ciudad hechizada.
—Pero a mí no me detuviste.
—Tanto tiempo sin visitas me relajó, por ello me tomaste por sorpresa.
—¿Tanto tiempo? Por cierto, ¿si eres mitad carnívoro de qué te alimentas?
—Aún soy omnívoro. –Dice sonriendo– Aunque preferiblemente vegano, la carne suele despertar al extremo mi sentido animal. Supongo que eso fue lo que me ayudó a no completar la metamorfosis. Con respecto a la edad estimo unos noventa y ocho años ya que esta ciudad quedó completamente inhabitada a los cincuenta años de creada y para ese entonces ya cumplía los sesenta y tres años.
—Bueno, entonces ese virus les alarga la vida porque te veo bastante joven –Expresa observando por la ventana como el clima tormentoso había cesado– ¡Mira! ¡Afuera parece que la tormenta cesó! ¡Y el clima es estupendo! ¿Cuál es la contraseña? –pregunta observando a un panel con números.
—0000 ¿Para qué? –pregunta para posteriormente asustarse pues había escuchado el sonido de la puerta abriéndose lentamente a pesar de las advertencias.
El entusiasmo por salir lo lleva a realizar acciones sin pensar en las advertencias realizadas por el hombre lobo. Inmediatamente en el lugar comenzaron a verse las sombras veloces, se apreciaban las marcas dejadas por las pisadas sobre el suelo fangoso, al parecer la manada había llegado con solo sentir el aroma de Federico. Sus ojos brillaban como si en años no hubiesen probado carne mientras el entusiasmo de este había desaparecido para centrar su mirada en lo que le rodeaba. La adrenalina comenzó a recorrer su cuerpo, estaba listo para perder, volver a su mundo ya no le importaba.
Los círculos aparecieron frente a él sin intento alguno de lanzar el poder. Se separaron quedando el más grande en su espalda y los demás se partieron en pedazos para fusionarse y formar unas estructuras que rodeaban los antebrazos y las manos.
Sorprendido de tan extraño hecho se dispone a lanzar el poder, pero los seres comienzan a entrar en el campo de visión, sin embargo, no parecían dispuestos a atacar. Se posicionan abriendo paso a uno pequeño, la vista de ambos contrincantes no se separaba, la batalla estaba a punto de iniciar y para sobrevivir una mordida debía evitar.
La lucha inicia cuando ambos se lanzan a la marcha, la primera reacción era obvia, una mordida. Pero Federico logró esquivarla con gran agilidad mientras golpea la cabeza de su contrincante quien parecía haber sido lanzado por un cañón ¿Qué estaba sucediendo? Al parecer esta nueva forma había mejorado la lucha cuerpo a cuerpo. El contrincante no parecía dispuesto a levantarse, se había dañado una pierna a la vez que rodaba por el suelo. Seguidamente aparece un hombre lobo mucho más grande y fuerte ante lo cual expresa:—¿¡En serio?! No puede ser, déjenme en paz.
Aquel animal avanza a una gran velocidad, pero no clava sus colmillos, pega un puñetazo que hace rodar a Federico por el suelo. Rápidamente se posiciona sobre el oponente caído para acabar con la presa. Sin embargo, un golpe había alcanzado el estómago del lobo y con ello lo había arrojado a los cielos. Intentando imitar la típica posición de boxeo se levanta sin perder la vista del enemigo y cuando estaba a punto de caer al suelo lanza un puñetazo que lo hace rodar. El animal parecía noqueado, pero algo corría por el interior del victorioso humano. Tras llegar a donde estaba aquel inconsciente animal comienza a golpearlo con una sonrisa maquiavélica una y otra vez.
—¿Para eso quieres el poder? ¿Para abusar? Un don tan poderoso debería utilizarse más que para atacar para defender a los menos afortunados, él ya aprendió la lección, ya se rindió, déjalo en paz. –Aquellas palabras lo habían traído en sí.
—¿Qué me ocurrió? –expresa observando el rostro sangrante del animal que alguna vez fue humano– ¿En serio hice esto? No…no me reconozco –huye corriendo con lágrimas en los ojos pues se había visto en el espejo como aquellos que alguna vez odió.
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TWORLDS
Fantasy¿Es real o fantasía? Federico deberá lidiar una lucha constante en el mundo donde nació y el que está descubriendo. Usando un libro como portal viajará entre estos intentando solucionar cada uno de los problemas que se le presenten. Es así que en e...