Capitulo 33: Tenemos que hablar

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Narra Madison Cullen:

-Maddie.-El sonido de la puerta abriéndose y la voz de mi madre me sacan de mi lectura. Al mismo tiempo me detengo y dejo de acariciar a Kiara. Ella molesta levanta la cabeza y me mira mal.

-¿Que pasa?.-Preguntó sin mirarla, si, aún estoy molesta.


-Saldremos a cazar.-Anuncia ella en un susurro.


-Okey.-Vuelvo mi mente al libro y continuó acariciando a mi gata.


-Hija, por favor no digas así.


-¿Así como?


-Molesta con nosotros.


-¿Seguirán ocultándome la verdad?


-No estamos ocultándote nada bebé.


-Pues veo que seguirán creyendo que soy idiota. Pues bien, mientras sigan ese plan yo seguiré en mi posición.-Cambié de pagina.-Si no te importa, estoy leyendo y quiero estar sola.-Escuche el suspiro pesado de mi madre y posteriormente el sonido de la puerta cerrándose. Al estar segura que había bajado deje el libro de lado y mire a mi amiga.-Odio hacer esto Kiara, pero no pueden seguir tratándome como una niña. Ya tengo 16, y tengo opinión y derecho a saber lo que tiene que ver conmigo. Cosa que claramente está pasando aquí.-El sonido de mi teléfono me interrumpe.-¿Que quieres Paul?


-Auch, ¿así me hablas después de no verme en 6 meses?. Que fría eres preciosa.



-Ahórrate tus bromas. No estoy de humor.



-Vamos...¿Aún estás molesta conmigo?



-¿Y cómo no habría de estarlo Paul?, se supone que somos amigos y me mientes descaradamente a la cara.



-Es por tu bien.


-Creo que eso debería decidirlo yo, ¿No crees?



-No en esto.


-Pues bien, creo que todo está dicho.


-Maddie, por favor.


-Ya me voy.-Sin decir más o darle tiempo corte la llamada. Pegue un grito molesta. No importaba, estaba sola de todas formas.-Esto apesta.-Escuche un crujido afuera de mi ventana. De inmediato Kiara y yo nos pusimos alerta. Despacio fui acercándome a esta, sin perder mi vista de atacar si fuese necesario. De repente

Narra Jacob Black:

Su rostro no sale de mi mente, está tan hermosa y grande. Se ve simplemente perfecta, tanto tiempo soñando con su regreso, tantas noches de dolor, pesadillas y angustia. Y ahora está aquí, nuevamente, pero no recuerda quien soy, y no sé cómo arreglar esto.
Por un lado se perfectamente que la lastime tremendamente y que no merezco su perdón, ni que me dirija la palabra siquiera. Pero hay otra parte de mi que desea con todo el corazón que me recuerde y que quizá con eso reviva el amor que alguna vez sintió por mi.
Lo sé, se que soy egoísta, pero la quiero para mi.
Esa frase que dice "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", es totalmente real. Yo no sabía el ángel que tenía hasta que lo perdí, el regalo que se me dio hasta que ya no estuvo. El sol sobre mi piel, el calor que me daba aliento y que cuando se fue me quede vacío, tal como era antes de que llegara. Que debo hacer, es una gran pregunta. Suelto mi aire acumulado y me pongo de pie. Que mas da, ya no tengo nada que perder. Salgo de mi casa y corro hasta la casa de los Cullen, algo bueno de haberme escabullido cada noche o la mayoría de ellas, durante un año, es que ya conozco su rutina.

Abandonada.-|Jacob Black|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora