El suave y dulce aroma de los frutos y la reciente floración del jardín exterior inundaban el ambiente, pequeñas y preciosas mariposas blancas revoloteaban de aquí a allá con las alas resplandeciendo bajo los dorados y últimos rayos del sol que se asomaban a través de las esponjosas y grises nubes que comenzaban a cubrir el cielo anunciando la pronta llegada de una tormenta. Las luces al interior de la casita de madera resplandecían ligeramente inundando el jardín.
— A- Xue! Ven aquí, te vas a resfriar! — una voz femenina resonó distrayendo al pequeño de la ardua labor que conlleva perseguir a las traviesas mariposas por todo el jardín. Sus ojos se posaron sobre la silueta de su madre y corrió hacia el interior de la casa con una sonrisa de oreja a oreja decorando tiernamente su rostro haciendo relucir sus mejillas regordetas.
El pequeño A- Xue atravesó la puertecilla de madera y se abalanzó sobre los brazos de su joven madre que no dudaron un segundo en alzarlo con cariño.
— A-niang! — exclamó el pequeño regalando a su madre una bonita sonrisa.
— A- Xue, es tarde ya, debemos ir a dormir — a pesar de que el reloj digital marcaba en números brillantes las siete de la tarde apenas, la joven madre estaba convencida de que era tarde ya para un chiquillo de apenas unos seis años.
El niño asintió sin reclamos y rió suavemente entre los brazos de su madre mientras avanzaban a la recámara.
La mujer le cambió el pijama y lo arropó con mantas calientes con el sonido de la lluvia cayendo en el exterior. Depósito un beso sobre su frente y revolvió sus cabellos con lentitud.
— A-niang, cuéntame un cuento, por favor — la suave y mesurada voz del niño con ciertos dejes de timidez le hicieron una tarea imposible a la joven negarle algo a su pequeño de ojos brillantes.
Con un ligero asentimiento se acomodó junto al niño debajo de las sábanas y lo acurrucó sobre su regazo, sus manos abrieron el cajón del buró y sacó un grueso libro de tapas duras y con las hojas amarillentas.
— Bien... Veamos— debajo de los suaves y delicados dedos de la mujer, la tapa del libro se hizo a un lado revelando la portaba de un libro ya bastante viejo pero igual de cautivador que en sus inicios.
La portada lucía un detallado dibujo a tinta china que hacía relucir una preciosa y fina "máscara" que a decir verdad en la actualidad lucía más como un antifaz. La máscara del dibujo incluso podría decirse que era realista al punto en que pequeños grabados estaban incluidos en el detalle de la ilustración. En la parte inferior de la portada habían anteriormente - por lo deducido- algunos caracteres que seguramente debían formar parte del nombre del autor, sin embargo eran ilegibles, puesto que la tinta se había corrido con el paso de los años dejando en su lugar un par de manchas amontonadas sobre el papel.
El pequeño A-Xue se acomodó junto a su madre y se cubrió hasta la nariz con la sábana, miró a su madre con ojos brillantes y las comisuras de los párpados curvadas hacia arriba.— A-niang, ¿Qué cuento es este? — inquirió.
La mujer sonrió suavemente y deslizó sus dedos entre las hebras castañas y sedosas del niño con suavidad. — Realmente no tiene un título específico — Comentó mirando el libro con una expresión pensativa.— Pero a mi madre le gustaba muchísimo, solía contarmelo todas las noches sin falta aunque lo hubiese hecho cientos de veces... — pausó momentáneamente mirando el retrato en la esquina del cuarto — Así que cuando ella ascendió a los cielos dejó esto para mí.
El pequeño sonrió y le dedicó toda la atención del mundo.— Entonces leamos A-niang!
La mujer asintió y pasó las páginas hasta que la historia comenzó a aparecer plasmada en las gastadas hojas recordando con nostalgia las miles de veces que su madre había hecho lo mismo. Dejó escapar un suspiro y comenzó a leer.
“ Hace muchos, muchísimos años cuando todavía el mundo de la cultivacion era conocido y respetado, existió un país próspero y magnífico. Durante mucho tiempo fue dividido en cinco grandes reinos rodeados de esplendor, belleza y sobre todo riquezas y poder. Sin embargo, cuatro de los grandes reinos junto a gobiernos menores vivían bajo la opresión del Reino del Sol, un reino arrogante, egoísta y sobre todo sumamente injusto y corrupto.
El Reino del Sol durante mucho tiempo buscó derrocar al resto de los gobiernos con el fin de unificar el suyo, desatando así una guerra que cobro cientos de vidas inocentes.
Ante la amenaza latente los cuatro reinos buscaron una alianza que permitiese ponerle fin a las atrocidades cometidas por parte del Reino del Sol ”
El irritante sonido de la alarma del móvil interrumpió la lectura del pequeño par avisando que la hora límite para ir a dormir del pequeño A-Xue había llegado.
Y en efecto porque comenzaba a cabecear suavemente y sus párpados se cerraban a ratos.
La mujer apagó la lámpara del buró y acomodó al pequeño en la cama. Depósito un beso en la frente y salió del cuarto con libro en mano.
~ Kuaishan 🍂
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Máscaras de Cristal ⚔️ Wangxian
Fanfiction«Importante! Está historia se encuentra publicada únicamente de forma gratuita en Wattpad, cualquier otra reproducción será considerada plagio. Gracias» Esta historia NO pertenece al DOMINIO PÚBLICO es caso de registrarse algún tipo de PLAGIO o COPI...