VII

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«Qinghe y Qishan. La campaña para Derribar al Sol.»

A-Xue miraba con los ojos abiertos y brillosos gracias a la sutil emoción que le producía escuchar a su joven madre relatar los sucesos tan asombrosos que estaban plasmados en las amarillentas hojas. Con una dulce sonrisa en los labios junto sus manitas emocionado y comenzó a aplaudir.

La muchacha sonrió enternecida y revolvió tranquila las suaves hebras de cabello de su pequeño hijo.

— A-niang, ¿Que pasará ahora? — inquirió el menor con una sonrisa.

Ella bajo los hombros. — Si no mal recuerdo, el Reino del Sol peleaba con el Reino de Qinghe — murmuró con gesto pensativo. — Sin embargo ha pasado tanto tiempo desde que lo leí que no recuerdo del todo bien.

A-Xue asintió suavemente y se acurrucó en los brazos de su madre. — Entonces... ¿Podemos seguir leyendo?

La mujer asintió sonriendo, atrayendo al más pequeño hasta rodearlo con una esponjosa sábana, con la voz meliflua comenzó a leer...

La mujer asintió sonriendo, atrayendo al más pequeño hasta rodearlo con una esponjosa sábana, con la voz meliflua comenzó a leer

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Su Alteza, Lan Xichen, Emperador de Gusu Lan estaba sentado frente a un pequeño montón de cartas dispersas sobre la mesa, el incienso suavizando el aroma del Salón. Nie Mingjue había enviado un mensaje informando que el segundo príncipe partiría al día siguiente y que su viaje se había desarrollado sin complicaciones, en los párrafos finales, el Emperador de Qinghe hacía mención de un nombre bastante... Peculiar a decir verdad, resulta ser que Nie Mingjue le había otorgado por nombre a la unión de los Reinos para derrocar a Qishan, "Campaña para Derribar al Sol"

En un futuro próximo, convocaría a una conferencia de discusión para discutir el creativo nombre. Por lo mientras, desecho la carta a un lado y virtió el té caliente en una taza de porcelana blanca.

Habían transcurrido cerca de treinta y seis horas desde que - según tenía entendido - el joven discípulo de Yummeng había llegado a Qishan, sin embargo, la preocupación mantenía su mente abrumada, sobre todo porque la mayoría de los Reinos estuvieron de acuerdo en utilizar al muchacho como vil carne de cañón, y por más que lo intentará, no encontraba algún plan que hubiese desarrollado con antelación, a pesar de ello, no le quedaba otra cosa más que confiar ciegamente en la rápida e inquieta mente de Wei Wuxian, después de todo, tenían las manos y pies atados.

Desde cualquier punto de vista, a lo largo de la historia, toda conspiración tenía un final incierto y nada asegurado. Se hablaba de que el pueblo era un factor fundamental para alzar la voz y lograr cambios, pero en la posición en la que se encontraban, ¿Qué podían hacer los civiles? Sencillamente nada, la mayoría no poseían un núcleo dorado y los cultivadores errantes a menudo tenían un bajo nivel de cultivo, por lo que no podían simplemente mandarlos al matadero sin compasión, el conflicto forzosamente quedaba en manos de los Reinos y su capacidad para hacer frente a los ataques de Qishan, pero todo aquello no era garantía de nada. Incluso si Yummeng ya había comenzado de nuevo el reclutamiento y entrenamiento de sus discípulos, o si Lanling había puesto a su ejército al servicio de la causa, o si el mismo Qinghe proporcionaba información del territorio enemigo, o si Gusu Lan no tenía intención de rendirse o dar marcha atrás, incluso si los mejores discípulos de cada rincón del territorio peleaban a morir, no había un final escrito.

Máscaras de Cristal ⚔️ WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora