XV

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«Atrapados»

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Lan Wangji nunca antes había experimentado tantas emociones juntas haciendo a su mente colapsar. Cuando Wei Wuxian lo alejó sintió algo parecido al dolor, ¿No confiaba en él? ¿Creía acaso que lo dejaría morir? Había tantas preguntas, pero al final lo único que quedó fue un espacio en blanco en su mente y un doloroso destello de pánico cuando vió el cuerpo de Wei Wuxian caer desde el exterior de la cueva hasta lo más profundo, sus ojos normalmente alegres se veían vacíos, lo suficiente como para hacer que él, siendo un príncipe noble y educado bajo una doctrina estrictamente rigurosa, se arrojará a su lado sin pensarlo dos veces a su lado. Incluso sin saber que es lo que iba a suceder con ambos. Las imágenes retratando la energía resentida reaccionando a las órdenes silenciosas del joven discípulo de Yummeng, seguían reproduciéndose vívidamente en su mente una y otra vez dejando un rastro amargo desde la punta de su lengua hasta su garganta.

Sin embargo, también estaba el hecho de que gracias a qué él encontró la manera de acabar con los cadáveres feroces aún estando cansado y débil, solo para proteger a un par de niños y ancianos y a dos muchachos desarmados, no podía negar que el objetivo de la manipulación fue con un propósito positivo.

Despejando su mente, Lan Wangji impulsó su cuerpo hacia adelante pescando a un semi consiente Wei Wuxian en el aire para ayudarle a descender, lo más suave que fuese posible hasta el suelo de la cueva.

Sujetando su cuerpo lo más firme que le era posible, mantuvo su agarre permitiéndose usar y liberar su energía espiritual a través de las palmas de sus manos transfiriéndola hacia el cuerpo de Wei Wuxian. El segundo príncipe pudo percibir una cantidad considerable de energía resentida acumulada en el espacio.

El suelo de la cueva estaba cubierto de tierra acumulada sobre la superficie rocosa, había espadas, arcos y flechas con la punta y filo cubiertos de sangre que probablemente se había secado hace un rato, trozos de túnicas rojizas que, probablemente pertenecieron a integrantes del Reino de Qishan, estaban dispersos por doquier y había restos humanos sobresaliendo del cúmulo de polvo. Cuando por fin pudieron poner los pies en el suelo, las piernas de Wei Wuxian flanquearon ligeramente e inmediatamente Lan Wangji rodeó sus hombros con un brazo brindando el soporte que su propio cuerpo tenía para ofrecer.

— Wei Ying... — llamó suavemente el ojimiel y el mentado agitó una mano frente a él.

— Lan Zhan, tú, estoy bien, puedes soltarme ahora — murmuró él ojigris y Lan Wangji se apartó suavemente. — ¿Dónde estamos?

— Una cueva. — respondió el ojimiel inmediatamente y Wei Wuxian sonrió de lado.

El piso simbró con fuerza y pequeños fragmentos de piedra comenzaron a resbalar desde la parte superior de la cueva, ambos miraron hacia arriba y se repegaron contra una pared cercana.

Un profundo suspiro emanó de los labios de Wei Wuxian. — Supongo que estamos atrapados. El maldito de Wen Chao debió haber sellado la salida — masculló y Lan Wangji asintió a su lado.

Solo después de escanear a Wei Wuxian con la mirada, notó que la sangre había vuelto a brotar de la herida en su brazo. — Wei Ying... — llamó y señaló el espeso líquido que escurría empapando la tela de sus túnicas.

El ojigris retiró el pedazo de tela que había usado para contener la hemorragia anteriormente y limpió la sangre con el antes de arrojarlo a un lado.

Máscaras de Cristal ⚔️ WangxianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora