Máscaras de Cristal ⚔️ Wangxian

III

«Conferencia de Discusión. Viaje a Meishan»

Se sentía cálido.

Demasiado cálido y reconfortante.

Wei Wuxian no tenía idea de que había sucedido la noche anterior después de que la oscuridad nubló su vista, así que lo más probable es que su alma hubiese ascendido a los cielos. Su cuerpo pesaba horriblemente y su cabeza seguía doliendo producto del llanto, con dificultad se removió sobre las sábanas e inhaló profundamente percibiendo un suave y delicado aroma a sándalo, que por alguna extraño razón lo hizo sentir relajado y terriblemente adormilado.

Sus ojos recorrieron el lugar donde se encontraba y le pareció irreal.

Había un dosel blanco - casi transparente - con delicados bordados de hilos de color dorado formando un patrón similar a la figura de orquídeas rodeadas por numerosas nubes fluyendo igual que un río, las blanquecinas sábanas estaban perfectamente extendidas sobre la cama y tenían un delicioso aroma que se estaba colando a través de los sentidos de Wei Wuxian. Sumándole que los primeros rayos del sol se filtraban desde el exterior dando al lugar un toque casi mágico...

Definitivamente estaría muerto.

Si el dolor que se extendía por todo su cuerpo no fuese lo suficientemente perceptible como para darle las razones suficientes para tirarse de un barranco. Maldiciendo entre dientes se removió sobre la cama, rodando una y otra vez hasta que acabó con el rostro sumido en la almohada. Y ni siquiera hizo el esfuerzo de levantar aunque sea un dedo en cuanto el sonido de las puertas siendo abiertas resonó en la amplia y espaciosa habitación, si estuviese en mejores circunstancias lo haría, pero en la situación emocional en la que se encontraba sinceramente no le venía en gana, así que se quedó ahí tumbado.

El desagradable aroma de alguna medicina le hizo fruncir el ceño y ladeó levemente la cabeza para echar un vistazo, por el rabillo del ojo vislumbro unas blancas y pulcras túnicas moviéndose alrededor de la habitación en un sorprendente silencio mientras acomodaba lo que supuso que eran materiales de curación, en una pequeña mesita al lado de la cama. La misma persona se dió la vuelta y camino en su dirección.

Sus manos son realmente suaves... Pensó cuando sus muñecas fueron sujetadas gentilmente para tomar su pulso y comprobar el flujo de su energía espiritual.

Demasiadas atenciones por el momento.

Wei Wuxian giro sobre su posición actual y se topó de frente con un par de brillantes y profundos ojos dorados que le miraron con sorpresa, una de sus muñecas aún estaba rodeada por sus largos dedos y sinceramente, a este discípulo principal se le escapó el aire de los pulmones.

De todos los lugares en el mundo en el que pudo haberse imaginado estar, ni por asomó creyó que estaría en la secta Gusu Lan, aunque tomando en cuenta que lo último que recordaba es que su cuerpo y el de Jiang Cheng navegaron en lo más profundo de la inconsciencia, era lógico que la corriente del río los hubiese arrastrado a Gusu siguiendo la corriente del río fronterizo.

Y definitivamente de todas las personas que había en el mundo, tuvo la suerte de que fuese el mismísimo Lan Wangji, segundo príncipe de Gusu quien en esos momentos estaba puesto y dispuesto para atender sus padecimientos.

Lan Wangji, el mismo hombre que en sus años mozos de juventud, le reprochó una y mil veces su actitud anti reglas y el mismo que parecía querer asesinarlo cada dos por tres. Aún así, Wei Wuxian tenía la creencia de que su relación calificaba perfectamente en el rango de amistad. Después de todo, en la última visita oficial de Gusu al Reino de Yummeng, Lan Wangji había salvado su trasero cuando estuvo a punto de caer escandalosamente al agua en una de esas visitas que realizó al Embarcadero de Loto.