Llegó la tarde. Lo que había acontecido el día anterior me había dejado bastante confusa. ¿Cómo podía ser yo tan importante para Manu hasta el punto de autolesionarse? ¿Dónde estaba él después de todo lo ocurrido? ¿Cómo era posible que hubiese desaparecido así, sin más?
Tenía preguntas y más preguntas. Cuestiones que en ese momento no tenían respuesta, y nada me daba más miedo que eso. Mi camino de ida y vuelta al instituto habían sido los peores minutos que había tenido que pasar en mi vida. En todo momento, no podía evitar mirar más de dos veces cada tramo de las calles por las que andaba.
Llevaba tumbada en mi cama escuchando música desde que había llegado del instituto, y en un momento cualquiera de la noche sonó el timbre.
Abrí sigilosamente la puerta de mi cuarto, y escuché a mi madre hablar con la persona que nos visitaba:
—Hola señora Jones —sonreí al escuchar la voz de Hugo—, vengo a pedirle permiso para que deje a Lisa cenar conmigo esta noche.
—Buenas noches Hugo. ¿Ella no te ha comentado que está castigada?
—Sí, me lo ha comentado. Por eso he venido, a intentar convencerle.
Mi madre rió.
—Oh Hugo, es un gran detalle por tu parte pero —él la interrumpió.
—Verá, hace dos semanas reservé mesa en el restaurante "Exquisite". Me costó mucho conseguir esa reserva. Por favor, deje que Lisa me acompañe. Yo me comprometo a traerla a casa pronto.
—Vaya... Ese lugar siempre está lleno. Sé cuán difícil es conseguir mesa allí.
—¿Entonces?
Se escucharon unos segundos de silencio, segundos que se hicieron eternos.
—Está bien —para finalizar soltó un suspiro.
Imaginaba la gigantesca sonrisa de Hugo ante la aprobación de mi madre.
—¡Lisa! —gritó ella.
Bajé corriendo las escaleras, y cuando estuve a menos de un metro de ellos, quedé realmente fascinada al observar con detenimiento a Hugo. Podría asegurar que mi boca se secó al completo. Su atuendo constaba de una camisa blanca bastante ceñida a su torso, unos pantalones tejanos y unos zapatos negros. Realmente irresistible.
Sonreí y me acerqué.
—Hola —murmuré sin eliminar mi sonrisa.
—Hola, querida Lisa.
—Tienes mucha suerte. Gracias a Hugo te has librado de cenar acelgas —él rió, y mi madre empezó a alejarse hacia la cocina—. Pasadlo muy bien.
Eliminé la distancia que nos alejaba y le besé.
—Tengo una sorpresa para ti —comentó—, y creo que te va a encantar.
—¿Si me va a encantar? ¡Estamos hablando del restaurante "Exquisite"! Es obvio que me va a gustar.
Rodeó mi cintura con sus brazos y atrajo mi cuerpo al suyo.
—¿No te han dicho que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas? —cuestionó con una sonrisa.
—Lo siento, era inevitable. Haber hablado más bajito.
Chistó en desacuerdo.
—Ya me has fastidiado la sorpresa.
No pude evitar reír al ver la mueca que en su rostro se había formado.
—Voy a arreglarme. No tardo nada.
Hugo asintió y subí de nuevo a mi cuarto.
En mi armario, en el fondo de un cajón, se encontraba un vestido que había dejado allí hacía muchísimo tiempo, pero que nunca me había puesto ya que no se había dado la ocasión y porque no me gustaban demasiado esas prendas.
Me calcé con unos zapatos de mi madre porque yo no tenía ningún par elegante y peiné mi cabello. Finalmente, revisé mi aspecto en el espejo. Estaba presentable.
Cogí un bolso también perteneciente a mi mamá y empecé a bajar las escaleras muy despacio, ya que no dominaba lo más mínimo los tacones, ni bajos, que era los que yo llevaba; ni altos.
Hugo se dedicaba a observarme de arriba a abajo a medida que me iba acercando, así que aumenté el ritmo hasta que llegué a su lado.
—Estás... irresistiblemente preciosa.
—Gracias —revisó mi aspecto una vez más.
—Creo que deberíamos ir a cenar más a menudo. Esta ropa te sienta genial.
—¿Sólo deberíamos salir más por mi atuendo? —reí.
—Créeme, merece totalmente la pena.
—Eres un exagerado.
—No lo soy.
Salimos y cerré la puerta. Hugo entrelazó nuestras manos y empezamos a andar rumbo al establecimiento, que no quedaba a más de 15 minutos.
—Hugo, no hacía falta que reservaras en un lugar como ese. Cualquier sitio es perfecto si tú eres mi acompañante. Un banco comiendo pipas rodeados de palomas también sería un buen lugar.
—Te lo mereces querida Lisa. Te lo mereces todo.
—¿Y por qué decidiste que fuese exactamente ese restaurante y no otro sitio?
—Nunca hemos tenido un encuentro algo más formal. Creo que nuestra relación y el punto en el que al menos yo me encuentro lo merece. Yo —la voz le titubeó—, yo estoy absolutamente loco por ti, y no dudo ni un segundo en que quiero estar contigo. Me da igual el resto. Yo te amo sólo a ti.
Sonreí.
—Esas palabras dichas en cualquier lugar sonarían igual de perfectas. No se trata de donde ni de qué, la clave está en quien. Cualquier sitio o cualquier cosa es especial cuando se trata de ti.
—Son mis ahorros y yo he querido invitarte a cenar con ellos. Además no pienses más en eso. Sólo plantéate que podremos pasar un buen rato juntos.
—Sí, lo sé. Y no dudes ni un segundo cuando te digo que me quedaría eternamente contigo.
Transcurridos unos minutos más, llegamos al restaurante.
Al entrar, un hombre muy arreglado estaba estático a un lado. Hugo dio su nombre y el susodicho nos acompañó hasta una mesa que se encontraba pegada a la ventana. Se veía una gran terraza decorada por bonitas plantas, luces blancas y una gran fuente a través de ésta.
Nos sentamos uno en frente del otro y Hugo sujetó mi mano:
—Te he traído algo que hace muchísimo tiempo llevo intentando darte, pero que por culpa de mi memoria o tus prisas no he podido entregarte —reí al recordar ese día de lluvia.
De su bolsillo sacó una caja. La abrió y en ésta se encontraba un colgante con una H de oro.
—Para que siempre me recuerdes aunque estemos a miles de kilómetros, querida Lisa.
Observé el collar con detenimiento. El diseño era elegante y su tamaño era bastante grande pero sin ser exagerado. Hugo me hizo unas señas para que mirara detrás de la letra dorada, y vi que contenía unas letras grabadas: "Te querré hasta el final de mi existencia, lo prometo querida Lisa".
Continuará...
Ya no se puede ser más romántico... *_* Adoro a Hugo <3
Gracias por leerla <3 Votad y comentad que os parece ^_^ Me gusta muchísimo leer vuestra más sincera opinión en los comentarios.
Nos leemos pronto queridos lectores. Sois geniales <3
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Sólo amigos, lo prometo
Roman d'amourHugo, el chico idóneo para Lisa; Lisa, la chica perfecta para Hugo. Un simple café unió sus vidas aquella tarde. Una promesa prohibió cualquier tipo de sentimiento. Un sencillo abrazo hizo flaquear aquel pacto. Un beso hizo q...