Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Gulf abrió los ojos y miró al desconocido que le miraba fijamente.
-¿Cómo te encuentras pequeño?
Por su olor, el omega identificó que era un beta, el cual le sonrió con ojos de lástima.
-Menos mal que has recuperado la consciencia-volvió a hablar este.
El omega miró a su alrededor y comprobó que aún seguía en aquel horrible sótano.
-Me du-duele todo el cu-cuerpo, ¿Qui-Quién es usted?.
-Tranquilo, soy médico.... He venido para atenderte porque perdiste el conocimiento y no dejabas de sangrar...Tu alfa se asustó mucho.
-¿Mi a-alfa?, ¿Có-Cómo que m-mi alfa?- preguntó este confuso.
-Mew es tu alfa... El dueño de todo esto y él que me llamó.
Gulf no entendía nada.
-¿Cómo es posible que ese tal Mew se asustara al ver que no me despertaba y no dejaba de sangrar, si él mismo fue el que lo provocó?, él me violó varias veces.
El beta se encogió de hombros y el omega resopló
-En todo el tiempo que llevo aquí retenido, no le ha importado mi estado...es un psicópata.
-¿Puedes incorporarse?-le preguntó el doctor.
Con mucha dificultad este lo hizo y entonces vio que en su brazo tenía una vía con dos bolsas enganchadas a ella.
-¿Qué es esto?-preguntó asustado.
-Esto es suero y un calmante pequeño.... llevabas cuatro días inconsciente....Tu alfa se negó a llevarte al hospital, así que yo estoy contigo desde entonces.
-¡Cu-Cuatro días!-exclamó este sin poder creerlo.
De repente escuchó la puerta del sótano y el médico se estremeció pues al parecer el omega no era el único que el alfa tenía atemorizado.
-¿Qué tal está el omega?- se escucho una chillona pero suave voz bajando las escaleras.
-Mejor señor... por fin se despertó.
Mew se acercó a este clavando sus ojos en él.
-Perfecto, menos mal.
Mientras hablaba con el doctor, Gulf pudo apreciarlo mejor y cada vez entendía menos lo que ocurría pues aquel alfa no era musculoso, ni grande y tampoco sus ojos no eran negros.
En la escuela le habían hablado de que los alfas se transformaban con el celo, que sus músculos se desarrollaban y sus colmillos crecían pero entonces recordó que habían dicho también, que existían otros que al parecer eran escasos y muy feroces, que podían llegar a doblar su tamaño y su fuerza durante el celo y les era casi imposible controlarse, esos los llamaban pura sangre.
Entonces lo vio claro, por lo que solo se podía significar una cosa y esa era, que el alfa ante él era uno de esos.
Se rió por dentro pues en su estado normal, este parecía inofensivo y hasta podría decir que se veía delicado con su traje impoluto una talla más grande, aunque con el que igualmente se podía apreciar un cuerpo muy bien formado.
Pudo apreciar también sus viriles facciones, sus grandes manos y su lindo cabello, realmente era muy atractivo.
Cuando se giró hacia este, Mew ya no se parecía en nada al temible y enorme alfa que le había agarrado en el callejón de la floristería y que luego había estado abusando de él hasta casi matarle.
El beta finalmente se fue y entonces el alfa volvió a mirarlo desconcertadamente sonriente.
-Gulgf -habló al tiempo que se acercaba.
Este se estremeció haciéndose una bolita pues quería que este se fuera y que volviese el doctor.
Temía que el alfa se transformarse de nuevo en aquella bestia y volviese a violarme.
-No me toques, por favor... d-deja que me cure al menos unos día más... ten piedad-suplicó mientras cerraba lo ojos teniendo sus gruñidos y golpes.
-Shsss... no voy a lastimarte omega, tranquilo.... Mi hermoso niño, ya pasó-dijo - ....Puedes recuperarte sin miedo, me asustaste mucho ¿sabes?. Cuando volví en mí y no te movías, sentí un inmenso dolor que aún no se ha ido del todo.
El omega lo miró incrédulo.
¿Dolor?, ¿Acaso este monstruo sabrá que es eso?, ¿Acaso tiene sentimientos?-pensó para sí.
-Te he mordido, así que al parecer es por el lazo que nos une.
El omega rápidamente se tocó el cuello en cuanto éste lo mencionó y ahí estaba la mordida, casi cerrada pero palpitante.
-Yo nunca había mordido a ningún omega-habló de nuevo-... jamás había tenido ese instinto pero contigo ha sido diferente.... Lo siento pero ahora estamos unidos y por eso yo siento tu agonía y tu dolor.... Eso me ha hecho reaccionar y ver lo terrible que puedo llegar a ser...perdóname.
Mientras le escuchaba hablar a ese alfa arrodillado frente a él, a Gulf le parecía estar viviendo un raro sueño y entonces temió que en cualquier momento se despertaría y encontrarse de nuevo en medio de la cruel y macabra pesadilla que había vivido.
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