1. El Gruñido Del Alfa-Mewgulf-Omegaverse-Terminada

Capítulo veinticuatro

Gulf al fin despertó y pudo ver y tocar a su bebé y aunque estaba delicado, con la ayuda de las enfermeras pudo darle el pecho, el cual el recién nacido agarró con fuerza.

Sus padres seguían sin querer ver o coger al bebé e incluso acercarse a la habitación sí este estaba con su hijo, por lo que este no tardó en darse cuenta de que era porque se parecía mucho a Mew y olía igual que él.

Una semana después, el omega salió del hospital con su pequeño bebé que ya había ganado mucho peso, no supo nada del juicio del alfa y sus padres tampoco le dejaron hablar de ese tema.

Una tarde que los estos salieron y su profesor aún no llegaba, el omega llamó un taxi y con su bebé se escapó de la casa sin que el servicio se diese cuenta y se fue a la comisaría para enterarse de lo sucedido.

Supo que Mew aún no había sido condenado pues Mild había conseguido otro aplazamiento pues al parecer Mew estaba enfermo.

Decidió prestar declaración y defender al alfa, aunque los policías dijeron que no tendría mucha validez pues estaba influenciado por su lazo y por ser él, el padre de su bebé.

Finalmente le dijeron que Mew estaba en un hospital donde llevaban a los presos, así que allá fue.

-¡Suppasit, tienes visita!-gritó una de las rudas betas que trabajaban de enfermeras en ese lugar.

Mew levantó la cabeza de la almohada casi sin ganas hasta que percibió el olor de Gulf, mezclado con otro olor familiarmente peculiar.

-Oh no pero ¿qué te han hecho?-preguntó el omega muy afligido al ver al alfa tan delgado y desmejorado.

-Oh pequeño, ¿qué haces aquí?, Este lugar no es para ti, no debiste venir.

-Pe-Pero yo acabo de saber lo que te había pasado... Pe-Pensaba que te habías olvidado de mi-dijo este llorando.

De repente el alfa cayó en la cuenta.

-Gulf... ¿Dó-Donde está tu barriga,?, ¿Dónde e-está el bebé?... No lo habrás perdid...

-Oh no, no Khalan está muy bien...Él es igual a ti-sonrió Gulf-... es precioso y fuerte... Se ha quedado fuera con un guardia, no me han dejado meterlo aquí porque es muy pequeñito.

-Pero aún no era su tiempo-dijo asustado el alfa.

El omega suspiró.

-Mis padres me prohibieron saber de ti pero hace unos días me encontré un periódico y miré la noticia de tu juicio, entonces empezaron las contracciones.

-Lo siento mucho Gulf... siento que sufrieses por mi culpa.... Y siento todo lo que te hice.... Me merezco esto y tú mereces ser feliz con tu hijo por eso tengo que pedirte un favor....No vuelvas, encuentra a otro alfa y sé muy feliz-dijo el alfa volviendo a posar la cabeza en la almohada.

El omega se echó a llorar nuevamente, incrédulo por lo qué este le decía.

-No hablas en serio ¿Verdad Mew?, sé que me dices eso porque temes que te condenen muchos años y no quieres que esté esperándote.

El alfa entonces comprendió que si no hablaba con su voz de alfa, el omega no obedecería, ni tampoco se iría, así que la usó para que este no volviese ni lo esperase pues ya no quería seguir desgraciandole la vida..

-¡LARGATE GULF Y NO VUELVAS NUNCA!. ¡TU BASTARDO Y TÚ NO ME INTERESAN!. ¡VETE, YO YA NO SIENTO NADA POR TI!.

El omega lo miró horrorizado y aunque no quería creerlas, su omega interno temblaba de miedo y gemía sin poderlo evitar, así que finalmente el alfa logró su cometido y Gulf salió huyendo de allí muy dolido.

Tras irse este, el alfa volvió a tumbarse y comenzó a llorar.

-Lo siento pequeño pero nuestro bebé y tú estarán mucho mejor sin mi... Seguro que encontrarás un alfa mejor que -dijo sintiendo su alfa interno desgarrandole por dentro-...no te mereces malgastar tu vida esperándome.

Luego de llegar donde estaba su bebé, este lo cogió entre sus brazo y salió a toda prisa de allí, subió al taxi de nuevo y volvió a casa de sus padres,de la que pensó que jamás debió haber salido.