Capítulo catorce

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Gulf se estaba dando un relajante baño con espuma cuando volvió a escuchar abrirse la puerta de la habitación.

El alfa dejó la bandeja encima de la cama y se fue al baño donde a través de la puerta entreabierta, contempló maravillado como el omega disfrutaba ese rico momento, mientras todo el lugar se estaba impregnado de su exquisita fragancia.

El omega olía a tranquilidad y a frescura, entonces Mew decidió que ese era el olor que quería que su pequeño omega siempre desprendiera en su presencia.

-Oh lo lamento...ya salgo-dijo este pensando que el alfa lo regañaría.

-No, no te apures...bañate todo lo que quieras.... Te dejé algo de comer en la cama, espero te lo comas todo.... Debes alimentarte bien-dijo amablemente Mew tras la puerta.

Gulf frunció el ceño extrañado pues ese no parecía ser el mismo alfa que lo había secuestrado meses atrás, parecería como si el tiempo le hiciera reblandecer el corazón.

A pesar de eso, el omega no quería fiarse mucho pues podía ser que el alfa estuviese engañandolo y lo tratase bien para en cualquier momento volverse loco y lastimarlo de nuevo como había hecho otras veces.

Tras un rato más, Gulf salió de la bañera y se puso el albornoz que el alfa le había dado, luego volvió a la habitación de nuevo y vio lo que éste le había preparado.

Había una ensalada de frutas, un sándwich de jamón y queso a la plancha y un zumo de naranjas, la verdad tenía apetito y su bebé se retorcía de hambre, así que se lo comió todo.

Al terminar le entró sueño, puso la bandeja en el aparador y se tumbó quedándose dormido casi al instante.

Mientras el alfa había llamado a su amigo Mild y en la sala le contaba lo sucedido, a la par que disfrutaban de un buen whisky escocés.

-¿Qué vas a hacer de nuevo con él ahora que lo tienes aquí?-Preguntó el abogado.

-Es mío, así que puedo hacer lo que quiera-dijo el obstinado alfa, bebiendo de su copa.

-Como abogado he de decirte que no puedes retenerlo para siempre, es un delito y porque soy tu amigo no te delato... Quiero que me prometas que no le harás nada a él ni a su bebé.

Mew se levantó del sillón y se sirvió una nueva copa de whisky.

-Sabes, en otro momento te hubiera dado un puñetazo por lo que me acabas de decir pero creo que tienes razón y no voy a lastimarlos, al contrario, lo trataré tan bien que me suplicará para que no lo deje marchar-dijo este muy orgulloso volviéndose a sentar.

-¿Y se puede saber a que es debido ese maravilloso cambio?-dijo el más bajo incrédulo.

-Su olor.

-¿Cómo qué su olor?

-Me encanta su olor...hoy cuando se estaba bañando tan tranquilo y relajado, entré y todo olía deliciosamente bien....su aroma de por si, ya me gustaba pero ahora es que me fascina y quiero que siempre huela así estando conmigo- dijo este con una sonrisa.

El abogado lo miraba asombrado pues no creía lo que sus oídos escuchaban.

-Vaya, me sorprendes..Oye, ¿y no será que lo quieres y has comprendido que no puedes vivir sin él aunque sea un pobretón embarazado?-se arriesgó a decir este esperando un puñetazo.

El alfa se levantó furioso y lanzó el vaso de whisky a la pared rompiéndolo en miles de trozos.

-¡Yo soy un pura sangre y ningún débil omega y su bastardo me van a dominar, escuchaste chupatintas metomentodo!, ¡Lárgate ya de mi casa!, ¡y pobre de ti como abras tu bocaza!, ¡Te cortaré los huevos y luego te los daré de comer!.- lo amenazó mientras lo sujetaba y lo echaba fuera de su casa.

El.abogado lejos de enfadarse, salió riéndose y luego subió a su coche.

-Ay amigo mío, en menudo caos te has metido... Por mucho que lo niegues y te resistas, ese indefenso omega y su hijo son tu destino-dijo Mild mientras sonreía e iba su coche sonriendo-...ellos serán tu redención.

ellos serán tu redención

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1. El Gruñido Del Alfa-Mewgulf-Omegaverse-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora