Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Los días pasaron y Gulf finalmente salió del coma, mientras que su bebé seguía estable.
Habían tenido que hacerle varias transfusiones de sangre pero por suerte su madre era compatible.
Mew había querido regresar pero Mild le aconsejó que mejor no lo hiciese pues podía empeorar las cosas y provocarle una crisis al omega, siendo fatal para padre e hijo.
El abogado se pasó de vez en cuando por el hospital y lo informó de la evolución del omega, mientras que el alfa permanecía en su casa, ya que no había vuelto a la empresa, por lo que manejaba todo desde su móvil y su portátil.
Este había cambiado mucho, la traumática experiencia lo había trastocado y se había dabo cuenta de lo cruel, egoísta, sádico y malvado que había sido.
Cuando no estaba al teléfono o en el portátil, Mew pasaba las horas en la habitación donde Gulf se había pasado las últimas horas.
Allí se tumbaba y se abrazaba a la almohada para llenar sus pulmones del exquisito aroma del omegae incluso a veces bajaba al sótano y se tumbaba en la fría cama en la que durante semanas este intentó descansar, después de soportar todos sus abusos.
Recordó todo el tiempo que había pasado desde que Gulfse escapó hasta que lo volvió a recogerlo en la escuela, él había estado perdido, se había vuelto más cruel y egoísta, intentaba ocultarlo, resistirse, pensando que era indomable y que ningún omega lo iba a dominar, ni tampoco iba a ablandar su corazón.
Se había intentado convencer de que su vida era feliz, que lo satisfacía, pero con todo lo sucedido con el omega y su bebé, se había dado cuenta que no era así, que la realidad era otra.
Jamás había sido tan feliz como cuando había vuelto a ver a Gulf después de esos meses sin él, ni tampoco más aliviado que cuando el médico les dijo que este y el bebé estaban mucho mejor después de la operación, eso si había llenado su corazón, eso si lo había reconfortado.
Extrañaba tanto al omega que a veces creía volverse loco pero luego recordaba lo hermoso que se veía cuando este se acariciaba la pancita y se tranquilizaba.
Una semana después, el omega salió de cuidados intensivos y lo subieron a planta.
...-¿Eso re ha dicho?, ¿Estás seguro que quiere verme?, ¿no le habrás escuchado mal?-dijo el alfa muy nervioso, mientras Mild le intentaba explicar
-Si amigo, he entendido muy bien... Él me ha dicho «¿qué tal está Mew?, ¿por qué no ha venido a verme?», y yo le he dicho, «¿quieres que venga a verte?» y él me ha contestado «claro, dile que venga a verme esta tarde, mis padres no estarán aquí».
-¿Y a qué viene lo de que sus padres no estean?-preguntó desconfiado el alfa.
-Ay, pareces bobo, ¿Para qué va ha ser?, quiere estar a solas sin que os molesten con preguntas, tienes mucha suerte ¿sabes?, ese omega te adora a pesar de todo lo que ha sufrido... No lo estropees, no jodas la oportunidad que tienes de ser feliz.
Este asintió y corrió escaleras arriba para ponerse su mejor traje e ir a ver al omega, por el camino paró en una floristería y le compró el más grande y bonito ramo flores.
Entró muy feliz en al hospital, estaba pletórico, llegó a la puerta de la habitación del omega pero estaba cerrada, su olor llegaba hasta el pasillo, ese maravilloso olor a tranquilidad y paz, que había descubierto aquel día en su casa antes de estropearlo todo.
El alfa tocó la puerta con los nudillos y escuchó al omega darle permiso para entrar y así lo hizo.
Gulf estaba sonriendo, con sus hoyuelos marcados y sus ojos brillantes.
-Hola, has venido...Mild me dijo que estabas muy triste, yo también lo estaba pero ahora ya no....¿s-son para mi?, ¿M-Me has comprado flores?-preguntó entusiasmado el omega.
Mew rió, le gustaba mucho verlo así y no había sabido cuanto le gustaba hasta ese momento, era mucho más satisfactorio que verlo asustado y temblando como antaño.
-Si, son para ti...emm no sabía si te gustaban pero igual decidí traerlas, quizás alguna enfermera las quería si tú no...-según decía eso se estaba arrepintiendo de decirlo.
-No, no, me encantan... Yo trabajo en una floristería y me apasionan las flores.... Éstas me gustan mucho... me las quedo yo, gracias - dijo Gulf cogiendo el ramo rápidamente y abrazándolo mientras metía su nariz en él.
El alfa entonces lo recordó, era cierto, cuando lo conoció, el omega estaba en el callejón de la floristería tirando cajas con restos de flores y tallos, ni se acordaba de eso pues estaba tan pendiente de satisfacerse que no había reparado en todo lo bello del omega.
Este ni se acordaba de eso pues había estado tan pendiente de satisfacerse, que no había reparado en todo lo bello del omega.
-Estoy feliz de que estés aquí, verte me hace bien y ¿sabes? a mi bebé también le gusta cuando tú estás cerca, está tranquilo y le gusta tu voz.
-Creí que me odiarías y la verdad es lo que deberías hacer. Soy un maldito bruto y te he hecho mucho daño.
-Oye, es cierto que las circunstancias no han sido las mejores pero he entendido que estoy...estamos mucho peor cuando estamos lejos de ti.
Mew lo miró serio.
-No me digas esas cosas, pequeño. Sé que no son verdad.
El omega lo miró fijamente.
-¿Por qué crees que te miento?, es de verdad, ahora ya nos gusta estar cerca de ti-.dijo este extendiendo su mano hasta tocar la del alfa.
Kim tragó duro y de repente se arrodilló muy apenado.
-Yo os traté muy mal, te robé tu vida y tomé de ti hasta el punto de que casi te mueres. Yo quería que abortases, ¿por qué os iba a gustar?
El omega chasqueó la lengua sacándole importancia, entonces levantó su otra mano y acarició el pelo de este.
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-En un principio si te odie pero poco a poco me di cuenta de que eres mi alfa y no sé si es por el lazo o porque sé que hay cosas buenas dentro de ti, ahora siento que te quiero y eso es suficiente para mi.
