Carta 8

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Querido Papá:

Este fin de semana he estado ocupado. Recibí tu anterior carta, pero Ella la leyó antes que yo y no sé dónde quedó. ¡Te dije que mi vida poco a poco se iba a ir armando! Cuando estoy con ella el dolor y vacío que sentía por mi anterior decepción desparecen. Ella creció toda su vida aquí, trabaja en el puerto, limpiando un bar el cual siempre está repleto de gente dado que tiene vista al mar. Es muy hermosa, más hermosa de lo que podría haberlo deseado o imaginado.

Cuando estoy con ella siento que mis heridas sanan. Es amor verdadero. Nos conocimos en una fiesta hace poco. Vino a hablarme enseguida y estuvimos conversando toda la noche. Fue muy divertida y me encanta su sonrisa. Era la chica más linda de toda la fiesta sin dudarlo. Desde ese momento somos inseparables. Incluso es mucho más buena que muchas de tus Hijas que conociendo la Verdad se portan peor que las chicas que no te conocen. Como la mía...

Quiero además contarte de que logré que exportaran mis productos. Hace unos días atrás vinieron unos comerciantes de otras tierras, entraron al taller y quedaron encantados con mi trabajo. Esta semana los veré de vuelta para poner todo en marcha y ver cómo podemos hacer para ganar aún más dinero.

Algo que quiero pedirte... basta de hablarme. No quiero escucharte más cuando esté en la fiesta. Mi amigo me dijo que querés que vuelva y vas a hacer lo posible para que regrese. Y no quiero... estoy bien así. Sin embargo, te sigo escuchando. Me es insoportable. ¿Puedes dejarme?

Ahora voy a divertirme. No sé si te escribiré esta semana... estoy con muchas cosas y ahora que estoy enamorado quiero pasar el mayor tiempo que pueda con Ella.

Seguro estás bien sin mí en casa, con mi hermano, con todos tus hijos.

Tu Hijo

El Pródigo.

Cartas de un pródigo                               Donde viven las historias. Descúbrelo ahora