Carta 7 al Maestro de las profundidades

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Querido Maestro de las Profundidades:

Le envío esta carta para informarle que no pude, ayer por la noche, convencer al Objetivo de quedarse en este pueblo. El joven ha decidido regresar con su Padre. Traté de molestarlo, confundirlo, mentirle, pero algo cambió en su interior. ¡Maldito Paracletos! Sé que estuvo hablando con el joven. Sé que estuvo convenciéndolo de sus pecados. Lo detesto.

Además, no pude ayer yo solo. El Padre mandó a sus ángeles a que cuidaran al Objetivo de todo mal y peligro. No pude meterme antes. No pude hacer nada para cambiar esta situación. Al joven lo cubrieron en oración. No pude hacer nada en contra de eso. En el manual no encontré nada en contra de esto. Deberían agregarlo.

Voy a intentar de molestar al Objetivo durante su camino. Pero no creo que pueda. Hay algo que cambió dentro de su corazón. Su mirada es distinta. Ya no me presta tanta atención. Me escucha, pero ya no me hace caso. Sí me escucha, pero no quiere obedecerme. Y eso que lo he tentado con cosas atractivas, pero no hay caso. Nada le llama la atención.

El Objetivo está decidido a volver con su Padre, aunque veo un poco de inseguridad en su decisión. Creo que es producto del buen trabajo que he realizado durante todo este tiempo. Le va a costar volver. No va a ser algo de un día para el otro... y ahí voy a aprovechar y tomar ventaja de esto.

Aún no bajé los brazos. Voy a seguir intentando.

Su humilde Servidor.

Cartas de un pródigo                               Donde viven las historias. Descúbrelo ahora