Duele.
Duele ver que nada se cumpla,
duele que nada salga como planeabas,
duele que todo se desmoronara.
Pero dolería aún más,
alejarse de la casa del Padre,
y jamás ver Sus planes cumplidos.
Jamás gozar de su perfecta voluntad.
Dolería todavía más,
perder sus sueños y anhelos.
Dolería más perder por miedo,
lo que El desde la eternidad planeó.
¿Cómo podría pensar yo,
un simple pecador,
que el Dios quién me creó,
soñaría menos que yo?
¿Cómo podría yo imaginar,
que el Creador del cielo y la tierra,
me daría mucho menos,
de lo que alguna vez pensaba?
Porque en esta vida,
nada se trata de lo que yo deseé,
si no de lo que Él quiera.
Y lo que Él desea ,
siempre es lo mejor.
Siempre es mejor.
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Cartas de un pródigo
Krótkie OpowiadaniaEl hijo pródigo decidió irse de casa. Los problemas, la duda y el dolor hicieron de que tomara esta triste decisión. Pero su Padre, jamás lo dejaría. Las cartas fueron su medio de comunicación. Esta historia puede ser la tuya. Tal vez, estás pensand...