》Capitulo 5《

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~Narra Rosé~

Ahora lo que menos quiero es salir de mi habitación. No sé por qué la besé... Creo que ha sido todo por el fanservice que ha cambiado mis pensamientos. Es como una hermana mayor, le tengo mucho aprecio pero no creo que esto sea lo correcto. Además, si las otras chicas se enteran blackpink podría acabarse si rompemos o algo así. No se que siento por ella, tampoco se si ella siente algo por mi y todo esto es por el fanservice, tengo que organizar mis pensamientos.

Mientras elijo que ponerme llaman a la puerta y siento esos nervios, como cuando el profesor te pide salir a la pizarra... que tiempos.

—Hola Rosie –Saluda desde la puerta Lisa con cara de dormida– Chu me pidió que vengas a la mesa para comer, preparó tu favorito.

—En un momento voy, aún no me visto ni desmaquillo.

—¿Todo bien? –Pregunta sentándose en mi cama

—¿Por que lo dices? –Es lo único que se me ocurre decir mientras me rasco la ceja

—Tu ceja...

—Creo que lo volví un habito ya. –Digo mientras junto mis manos en mi regazo– Voy en un momento Lis.

—Ok Rosie, pero sabes que puedes contarme lo que sea. Nos vemos en la mesa.

~Narra Lisa~

Se que Rosie no esta bien pero no la puedo presionar a que me lo cuente.

Cuando llego a el comedor veo que Jisoo esta acomodando los cubiertos y Jennie sigue dormida, no quiero que luego coma frió así que voy a despertarla.

—Unnie –Le digo suavemente mientras la muevo un poco para que despierte– La comida ya esta lista.

—Ya voy –Dice con puchero– Huele bien para ser hecho por Jisoo.

—¡Te escuché! –Grita la mayor sirviendo la comida para cada una

Huele delicioso... ¿Desde cuando Jisoo cocina tan bien? Hoy debe de ser un día especial pero no recuerdo nada. Mientras tomo mi lugar en la mesa Rosé va saliendo del pasillo con un pijama estampado de aguacates y se sienta frente a mi.

—¿Sabes que estamos celebrando hoy unnie? –Le pregunto a Rosé mientras separo unos palillos Jisoo nunca cocina así a no ser que sea una fecha especial.

—No sé. –Dice fría como si no le gustara hablar del tema

—¿Segura que estas bien?

—¡Si Lalisa! Déjame comer al menos.

Como si estuvieran sincronizadas Jisoo llega con el primer plato y se lo da a Rosé, la mira con un sonrisa y esta le corresponde pero con una tímida y baja la mirada al plato. Luego llega Jennie que se sienta a mi izquierda.

—¿He dormido mucho? –Pregunta con los ojos hinchados, siempre se le ponen así cuando duerme

—No mucho, creo que cuarenta minutos.

—Tengo hambre. ¿Te ayudo a servir la comida chu?

—Ya acabé, toma estos dos platos para ti y Lisa.

Jennie obedece y va por los dos platos, cuando regresa chu viene detrás y por fin las cuatro comenzamos a comer, a pesar de que Rosé dijo que la dejara comer esperó a que todas estuviéramos sentadas a la mesa.

...

—Estuvo delicioso, hace mucho no comía así. –Dije luego de acabar por completo mi comida Creo que le acabas de ganar a Jennie unnie en la cocina.

Luego de terminar la frase Jennie me dio una palmada en el hombro y se hizo la ofendida.

—No me vuelvas a pedir que cocine para ti nunca más Pranpr...

—¡No me digas asi! Ya cambié mi nombre a Lalisa Manoban –Digo haciéndome también la ofendida

—Te diré así cuando me enoje contigo.

—¿Estas enojada? Sabes que lo decía bromeando, nadie te llega a los talones nena. Tus manos son mágicas en la cocina unnie.

—... Esta bien, olvidemos esto.

—De acuerdo –Digo y ambas sonreímos mientras estrechamos nuestras manos

En toda la cena ni Rosé ni Jisoo hablaron, la mayor solo miraba a Rosé pero esta parecía como si evitara su mirada.

—Gracias por los cumplidos Lisa, hasta mañana. –Sin más Jisoo se levantó, dejó el plato en el mesón y se fue a su habitación

—¿La ofendí por lo último de que nadie te llegaba a los talones? –Pregunté triste y con sentimiento de culpa Tal vez lo que dijo fue sarcasmo y se fue.

—No lo creo, pero ve y discúlpate de todos modos y yo lavo todo esto.

—Ok.

Me levanto y me dirijo a la habitación de Jisoo, Rosé hace lo mismo pero ella entra a su habitación sin despedirse. ¿Qué les pasa a esas dos?

—Toc toc –Digo mientras asomo mi cabeza por la puerta– ¿Todo bien unnie?

—Si Limario, todo bien ¿Que necesitas? –Dice mientras se sorbe la nariz

—¿Estabas llorando?

—No, claro que no. Yo nunca lloro.

—Ok... Vine a disculparme, por si te ofendí. Solo dije eso para que Jennie no se enojara conmigo.

—No te preocupes, lo sé. Todo esta bien entre nosotras como siempre lili.

—¿Estas asi por Rosé? –Pregunto y creo que di en el clavo por su expresiónLo digo por todo lo que dijiste cuando fuimos al bar...

—Si, pero nada grave, no te preocupes por mi. Ve a descansar para que mañana tengas mucha energía. –Me dio una bonita sonrisa de corazón

—Te quiero chu, gracias por la cena, nos vemos mañana.

—Ya vas a empezar con tus cosas cursis Manoban... Yo también te quiero pero ya vete a dormir.

—¡Ya voy mamá!

Salí sonriendo, no me gustaba para nada que se guardara sus sentimientos, ella siempre es tan fuerte. A pesar de que llevamos mucho tiempo viviendo juntas aún sigue mostrandonos su mejor versión. Es única, por eso la admiro mucho. Aunque somos las que más pelean y nos tratamos de una manera un poco... peculiar, nos queremos.

—¡Lisa! ¿Te vas a dormir ya? –Pregunta Jennie limpiando la mesa

—Si, me siento un poco cansada. ¿Necesitas que te ayude en algo unnie?

—No, solo por preguntar... Dulces sueños lili, hasta mañana.

—Hasta mañana unnie, te quiero mucho.

—Igual yo Lili. –Las dos nos sonreímos y nos quedamos mirándonos unos segundos hasta que me di cuenta y me gire para seguir caminando por el pasillo y entrar a mi habitación-

Mientras me ponía el pijama recordé cuando Rosé nos cantaba con su guitarra, nos dormíamos a las cuatro de la mañana después de quedar casi afónicas. La extrañaba. Salí de mi habitación y fui a la de mi mejor amiga, me sorprendió que cuando abrí la puerta ella seguía despierta y estaba tocando guitarra... ¿El destino?

—¡Lisa! casi me matas de un susto. Son la una de la mañana.

—Si pero casualmente me estaba acordando cuando nos cantabas con tu guitarra hasta muy tarde. ¿puedo dormir aquí hoy?

—Claro que si, eres bienvenida siempre.

Las dos nos sentamos en la cama y comenzamos a cantar canciones pop al azar. Reímos, bailamos y lloramos hasta las cuatro de la mañana. Estábamos agotadas entonces decidimos dormir. Hace mucho no dormía con alguien, dormir abrazada a Rosé me hizo sentir en casa, su olor es tan agradable, dulce y tropical. Ambas sabíamos que eramos el refugio de la otra.
Después de desearnos buenas noches nos quedamos dormidas.

Fanservice ~ Jenlisa ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora