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-Creo que es un embarazo algo riesgoso según lo que veo. - un hombre mayor cerraba la puerta tras si con un semblante serio e inquebrantable. - No imposible, pero las drogas que le estas suministrando la hacen vivir en un submundo dónde no siquiera sabe que es verdad o no.

-Esa es la idea. - bufo él palido y miró al médico atento. - Ya han pasado algunos meses ¿cuánto cree que alcanze a resistir al menos para dar a luz a lo que sea que lleve dentro?

-Este mismo mes podría ser, su cuerpo no va a resistir demasiado a menos que diminuyas lo que le estas inyectando.

-No eres quién para sermonearme, yo se bien lo que tengo que hacer. - él rubio chasqueo su lengua. - El bebé está bien, lo que está mal es ella y es justamente lo que quería. Todo va como lo deseo por primera vez en mi jodida existencia.

-Eso sería todo señor Min. - él palido asintió y movió su mano dándole a entender que podía irse. Los pasos del médico de la familia se esfumaron en pocos instantes y otros aparecieron, unas pisadas que conocía muy bien.

-Hola padre. - él menor mascullo girandose y viendo los ojos fríos que había heredado de su progenitor. - ¿Qué quieres?

-Vengo a mi entretencion diaria ¿a qué más seria? - sonrió con sorna y se acercó al menor. - No por qué estés por acabar con Jeon y su seguidilla de amigos significa que te puedas librar de mi.

-Lo sé. - dejo que la mano de su padre tomará con fuerza su cintura sin oponer resistencia como siempre, evitó su mirada y suspiro. - Que sea rápido ¿si? Tengo cosas que hacer.

Una bofetada lleno de color la mejilla derecha del pálido que se giro ligeramente ante la brusquedad de esta. Tocó la zona y se giro viendo los ojos de su progenitor.

-Tú eres mi puta desde que naciste y no te debes olvidar de esa mierda, Yoongi. - retiro la mano de la zona y atrajo con brusquedad el mentón de su hijo. - para algo tenía que servir tu madre, para parir algo exquisito como tú. - las náuseas se acumulaban en el estómago del menor. - Te quiero en media hora con las piernas abiertas o seré más duro de lo que acostumbro, niñato. - él mayor avanzó hasta subir por las escaleras que llevaban al piso superior, sus pasos se desvanecían y con ello una solitaria lágrima se deslizó por la tez pálida.

-¿Por qué a mí? - murmuró y tomó aire sonoramente para mostrar lo que realmente se escondía tras su dura faceta, abrió la puerta donde se encontraba la chica absorta en sus pensamientos sin siquiera notar la presencia del menor. - Perdón, tengo que hacerlo, tú hermano se merece esto y más por querer derrotarme a mi nadie me va a hacer pedazos. Yo soy el jodido rey. - mascullo y tomó el mentón de la castaña que parecía perdida en sus pensamientos, sonrió ligeramente y la soltó riéndose para sí mismo. - voy a ganar aunque tenga que matar a quien mierda sea.

Se levantó suavemente cuando entraba una pelinegra de ojos penetrantes y tez blanquecina.

-Jefe ¿sucede algo? - la chica relamio sus labios mirándolo con dobles intenciones como solía hacerlo.

-Ahora no Hyejoo, después podemos hacer lo que desees ¿si? llama al infiltrado que tenemos en la prisión y que haga lo que tenga que hacer pronto. - salió a paso rápido pasando su mano por la cintura de la contraria y saliendo de la habitación a paso lento con su mirada perdida sabiendo lo que vendría.

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Unos ojos castaños observaban atentamente al pelinegro, al jefe de la prisión y su objetivo en estos momentos. Hyejoo estaba histérica y más dura que antes por lo que suponía que su superior estaba así o peor, tenía que jugar sus mejores cartas y desmoronar la confianza que había logrado obtener Jeon por parte de sus objetivos sus enemigos en un primer comienzo y sobretodo de ese pelirosa.

Caught  ᴷᵒᵒᵏᵐᶦⁿ || Temporada Dos ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora