||Capítulo 19: Pulgas||

6.2K 801 270
                                    

Después de la jornada de trabajo en comisaría, Gustabo subía al Audi rosa de su padre con el perrito en sus piernas con una infinita felicidad, tendría a quien contarle sus secretos más íntimos.

Conway subió a los segundos después de pisar una colilla de cigarro, y se pusieron en marcha a casita.

[•••]

El sol asomaba con su máximo explendor.

Gustabo salió de su cama después de que escuchara los ladridos de su nueva mascota.

Se sentó en la cama y miró a Ivadog en el suelo mirándolo mientras agitaba su cola.

–Vamos de compras pequeño–

El omega salió de su cama con una sonrisa y fue a tomar un baño.

Compraría todo lo necesario para su bebé Ivadog.

[Una hora después]

Gustabo caminaba hacia una tienda con Ivadog siguiéndole al lado, se sentía lleno de paz con el pequeño cachorrito junto a él.

–Bien, estamos aquí bebé–

Cargó a Ivadog y entró, llendo directo dónde se veía los costalitos de comida para perro.

Bajó unos momentos al dulce can mientras tomaba un pequeño costal y dos platos, uno para el agua, y otro para la comida.

–Tenemos tu comida, ahora necesitamos para bañarte–

Al voltear para ver a Ivadog, éste ya no estaba.

–Eh... ¿Ivadog?–

Escuchó unos ladridos al otro lado del pasillo, dónde se encontraba la comida y accesorios para los gatos.

La tienda era pequeña pero tenía para todo una sección.

Corrió para dar la vuelta, y ver a Ivadog ladrandole con muchas ganas a una cara conocida.

–¿Volkov?–

–Gustabo, ¿Este perro es suyo cierto?–

El omega asintió y rápidamente cargó al pequeño Husky con los platos y el costalito en manos.

–Perdón, derrepente ya no estaba conmigo–

–No se preocupe, ¿Necesita ayuda?–

[•••]

Volkov y Gustabo caminaban tranquilamente seguidos por Ivadog que intentaba con todas sus ganas morder el pantalón de Volkov pero siempre fallaba.

–Ivadog–

Gustabo miró a su mascota con un gesto de regaño, pero un regaño suave.

–Está bien, seguro es porque huelo a gato–

Dijo el ruso con una leve sonrisa.

–¿Tienes un gato Volkov?–

Preguntó con curiosidad.

–Si, se llama Mika–

Gustabo sonrió, y cuando menos se lo esperaban, habían llegado.

Gustabo entró a casa seguido de Volkov e Ivadog, dejando todo lo comprado en la barra de la cocina.

Una vez Ivadog tenía agua y comida en sus platos, el Husky procedió a comer agitando su cola y con toda violencia, como si la comida se fuera a desintegran en breves.

–Ostia, si lo entreno bien si le arranca el brazo a alguien–

Volkov solo soltó una pequeña risa.

–No lo dudes–

Ivadog paró de comer en seco, dejando confundidos a ambos.

–Uy–

Dijo Gustabo al ver cómo Ivadog se comenzaba a rascar tras su oreja con su patita.

–Alguien tiene pulgas–

–¿Volkov?–

La voz de Conway se hizo presente haciendo voltear a ambos.

–Conway, buenos días–

–Papá, me encontré a Volkov en la tienda y me ayudó a traer las cosas–

Le sonrió a su padre con ternura.

–Ah, está bien, ¿Y que decían de pulgas? No quiero pulgas en esta casa–

–Bañaré de inmediato a Ivadog, no te preocupes–

Gustabo cargó de nuevo al Husky.

–¿Puedo ayudar?–

Preguntó con emoción Volkov.

–Claro que si–

Le sonrió.

Y así ambos fueron al baño, mientras Gustabo llevaba a Ivadog, Volkov el shampoo para pulgas.

Gustabo dejó con cuidado al perro en la bañera y Volkov en una cubeta la lleno de agua tibia.

–¿Listo Volkov?–

–Listo–

Y la guerra, comenzó.

[•••]

–¡Cuidado!–

Gustabo se cubrió con sus brazos al igual que Volkov mientras Ivadog se sacudía con gusto.

–Bien, seguiré secando–

Dijo Gustabo tomando nuevamente la toalla.

Volkov asintió y se inclinó para quitarle el tapón a la bañera y que el agua se fuera.

Una vez logrado eso, antes de ponerse recto, Gustabo con una sonrisa llena de maldad le dió un golpe con su cadera a la de Volkov, haciendo que éste cayera en la bañera.

–Ups–

Dijo divertido el omega.

–¡Gustabo!–

Dijo en un puchero el ruso.

Rápidamente la puerta del baño se abrió de golpe, asustando a Gustabo y llamando la atención de Volkov.

–Báñate otaku de mierda–

Conway había entrado y tomando la cubeta le vacío toda el agua sobrante.

–¡NOOOOO!–

Gritó el pobre Volkov intentando cubrirse con fracaso rotundo.

Gustabo se echó a reír junto a su padre y Volkov a los segundos, mientras Ivadog ladraba y saltaba con felicidad.





























°••°°••°°••°°••°°••°°••°°••°°••°°••°

El jueves iré a la prepa y entrego un informe que me hacía falta y completo mis 480 horas de servicio (. ❛ ᴗ ❛) tendré 5to y 6to semestre sin pendiente con el servicio UvU

A ver si me encuentro al profe de módulo por allí, para saber si las tilápias desovaron y si las crías de los peces payaso se lograron o se los comieron los padres JSJS.

Por cierto, ya se fue la visita ;D

El Hijo Del Superintendente ≠Gustabowl≠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora