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Eleanor

Estaba tirada en la alfombra de mi habitación observando por la ventana el hermoso atardecer, habían pasado ya dos semanas desde ese incidente y me sentía cada vez más hundida, había vuelto a beber y a fumar, por eso no había ido a ver a mi madre en todo ese tiempo, me sentía avergonzada de mí.
Mis amigos del musical incluso me habían llamado porque había audiciones para otros más, pero no me sentía con ánimos, y eso me dolía porque el escenario era la razón más grande de mi felicidad.
Joshua había venido un par de veces esta semana y cada vez me trataba igual o peor, ya no podía seguir con esto. Los golpes en mi cara habían mejorado pero aún se podían ver algunos moretones de nuestros encuentro pasados. Él me había amenazado diciéndome que si seguía viéndome con Tom él arruinaría su carrera, me sentí muy mal porque no quería que eso pasara pero tampoco quería que él siguiera maltratándome.

Una tarde de viernes estaba leyendo en mi balcón cuando oí que tocaron la puerta, esperaba que fuera quien quiera menos Joshua, estaba harta de su maltrato.
Al abrir la puerta me quedé estática al ver a Tom ahí parado, su cabello estaba más corto y no pude evitar sonreír levemente, se veía demasiado gracioso, él se apresuró a tomarme del rostro y examinar los golpes.

—¿Qué te ocurrió?— pregunto preocupado, quité sus manos de mi rostro.

—Nada, me caí— me excusé.

—Eleanor Danielle Dunne, dime la verdad— ordenó. Si abría la boca y delataba a Joshua me haría la vida imposible.

—Estoy bien, ¿okay?— él me miró no muy convencido— mejor explícame qué haces aquí.

—Vine a verte porque quería hablar contigo, ¿puedo pasar?— preguntó, yo asentí y lo pasé a mi habitación.

No quería hablar en la sala, no me sentía cómoda ahí porque Joshua había elegido ese como su lugar favorito para hacerme daño.

—Bien, ¿y de qué querías hablar?— pregunté.

—Hablé con Daya ese día que se vieron, y me comentó que te sentías cansada de la rutina, sé que no hemos sido la mejor relación pero me gustaría saber qué ocurre contigo, ¿cómo te sientes? ¿Aún querías hacer que esto funcione?— me quedé sorprendida porque jamás creí que llegaría al punto de hablar sobre esto.

—Bueno, quiero que sepas que siempre te quiero en mi vida, eres alguien muy importante para mí y si quiero hacer que las cosas funcionen, pero no sé si los dos estamos bien para hacerlo, yo he estado de maravilla desde que comencé mi tratamiento más serio con Homfrey— mentí sobre mi estado de ánimo, me sentía de la mierda.

—¿A qué te refieres con "tratamiento más serio"?— preguntó. ¡Mierda! Había olvidado por completo que él no sabía.

—Bueno... hay algo que no te conté— comencé a decir— Homfrey me llevó con un psiquiatra porque vio que no había mejoría en mí y tengo un leve trastorno bipolar y la demás basura que ya sabes, lamento no habértelo dicho antes.

—Sabes que puedes hablar de todo conmigo, Eleanor, no debes esconder eso, no de mí— Tom me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

Me quedé en silencio por un momento pensando en que decir, sinceramente no tenía idea de cómo iba a ocultárselo, además de que Jazmine llegaría mañana porque el lunes entraría a trabajar al hospital.

—Tom, te amo mucho, y porque te amo quiero que sepas que ya no puedo verte más— dije recordando lo que Joshua me había ordenado.

—¿De qué estás hablando, Eleanor?— preguntó. Me solté de su agarre, me levanté y caminé hacia la sala, él me siguió y nos dirigí a la puerta.

Clean// Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora