MAGNATE ◈ HAISETOPHER +18

dieciséis

Christopher sonrió al sentir el cuerpo pequeño de la omega en su costado. Sintió que se movió y enterró su rostro en su pecho. Apretó su brazo alrededor de su cuerpo, atrayéndola mas hacia él.

—¿Desde cuando no ves a tus padres? —Christopher preguntó de la nada, haciendo que Haise subiera su rostro y lo volviera a ver medio dormida.

—¿Huh? —bostezó, mirándose mas adorable de lo que ya era y Christopher sonrió por esa imagen.

—¿Cuándo fue la última vez que viste a tus padres? —volvió a preguntar.

—Hm... —meditó en su respuesta por unos segundos. —en los feriados... —

—Eso fue hace mucho tiempo. —

—Si. —Haise susurró antes de poner su rostro en su pecho otra vez.

—¿Le has hablado a ellos de mi? —preguntó curioso, tratando que su corazón no se acelerara por la espera de la respuesta.

Haise levantó la cabeza con una sonrisa en sus labios.

—Si... —sus gestos cambiaron un poco. —hmm... ellos saben quien eres, es decir, conocen al empresario Christopher Vélez...—

—Oh, entiendo. —asentó con la cabeza, acariciando el cabello de la pelinegra.

—Eso se siente bien. —ella casi ronroneó por el placer que sus dedos le estaban dando a su cuero cabelludo. —hmmmmm.... —gimió mientras un escalofrío corría por cada centímetro de su cuerpo.

Christopher siguió acariciando su cabello por un momento, disfrutando de ese momento con ella. Desde antes que se conocieran él sabía que ella sería diferente a las demás. No solo en los sexual, pero en la química afuera de la habitación, de la conexión de su alfa con su omega. Ahora mas que nunca sabía que lo que tenía en mente podría ser algo que hiciera feliz a Haise.

—¿Por qué no vamos a ver a tus padres? —dijo de una sola vez, haciendo que la pelinegra subiera su rostro y lo viera con una expresión sorprendida, pero feliz a la misma vez. Al ver que ella no diría nada Christopher agregó. —bueno, si eso es algo que quieres hacer...—

—¡Por supuesto que si! —ella dijo emocionada, sentándose en la cama. —pero, no pensé que quisieras eso tan pronto. —

—Haise. —Christopher se sentó a su lado, tomándola del mentón. —se que eres tu, —le dio una sonrisa genuina. —desde la primera vez que te vi, se que eres tu. —acaricia su barbilla. —estoy seguro que quiero marcarte, estoy seguro que quiero conocer a tu familia y decirles que las cosas van enserio. —subió su pulgar a sus labios regordetes y lo pasó de un lado a otro.

—Christopher... —Haise sonrió de oreja a oreja con un ligero rubor en sus mejillas.

—Pero si tú no quieres... —

—¿¡QUE!? —exclamó levantándose de la cama. —por supuesto que quiero... —se volvió a sentar en el colchón. —quiero muchas cosas que ni siquiera había pensado antes de conocerte. —se mordió el labio nerviosamente.

—¿Cómo que? —Christopher se recostó en la cabecera de la cama, jalándola para que ella se acueste con él en su costado.

—Hmm... —Haise se acomodó en su pecho, dejando que el olor del Alfa se hundiera en sus fosas nasales. —note asustes, ¿okay? —dijo nerviosa.

—Esa no es una buena forma de comenzar, —el alfa dijo con una sonrisa burlona, pero al ver y sentir que la omega estaba poniéndose mas nerviosa con cada segundo que pasaba agregó. —solo bromeo, a ver, dime. —hizo que lo volviera a ver.