MAGNATE ◈ HAISETOPHER +18

siete

Haise volvió a ver el reloj otra vez.

11:58 A.M.

No quería bajar al vestíbulo de su edificio ya que no quería parecer tan desesperada por esta cita, pero con cada segundo que pasaba la ansiedad aumentaba mas. Se paseaba por su apartamento, mirando de vez en cuando por la ventana que daba a la calle para ver si volvía a ver el Audi que Christopher estaba conduciendo cuando se conocieron.

11:59 A.M.

"¡Ugh! Haise, ya basta." Se regañó a si misma poniéndose de pie enfrente del espejo de cuerpo completo. Esta mañana se despertó temprano para elegir su atuendo, decidir como arreglarse el cabello y su maquillaje. Aunque sabía que lo que fuera que se fuera a poner hoy sería mucho mejor que el uniforme del trabajo con el que la conoció. Decidió vestirse con algo casual, jeans azules, una camisa blanca con flores de tirantes, zapatillas y por si al clima se le antojara decidir que llovería, agregó un cárdigan gris. Con el cabello lacio, cayéndole por la espalda y el maquillaje natural, no se veía como una de las mujeres que le gustaban a Christopher. Haise lo buscó en línea, y todas, absolutamente todas eran de cuerpos voluptuosos —evidentemente operadas— vestidas con prendas finas y con modales y actitudes de grandezas que solo el dinero les podía dar...

El timbre de su teléfono la sacó de sus pensamientos, trayéndola de regreso al aquí y el ahora. Esas mujeres estaban en el pasado, y sin importar lo poco que esto durara, el interés de Christopher—por ahora—estaba en ella.

—Estoy aquí abajo. —Christopher dijo antes que ella dijera algo.

—Okay, estaré ahí pronto. —tomó su bolso, poniéndoselo en su hombro mientras salía del apartamento y se dirigía hacia el elevador.

Ni ella, ni Christopher colgaron la llamada hasta que ella estaba afuera y Christopher la estaba esperando recostado en el capó de su Audi con los brazos cruzados sobre su pecho y una sonrisa de lado. Estaba vestido igual que la vez anterior, excepto que estaba completamente vestido de negro, pantalones de tela, un saco y una camisa de vestir desabotonada hasta la mitad de su cuerpo.

—Te ves hermosa. —se puso de pie, acercándose a ella para saludarla de beso en la mejilla.

—Muchas gracias. —sonrió con las mejillas rosadas y a Christopher por alguna razón le encantaba eso, le encantaba ver como el corderito se sonrojaba cuando le daba cumplidos. —tu también te ves...—

—¿Hermosa? —dijo en un tono juguetón, haciéndola reír.

—No. —negó con la cabeza. —es decir, te ves guapo. —se mordió el labio inferior.

—Gracias. —le dio una sonrisa. —¿vamos? —señaló hacia su auto.

—Si. —

Y con eso Christopher abrió la puerta del pasajero, dejó que entrara y la cerró de nuevo. Rodeó el auto y entró en el lado del conductor. Haise se le quedó viendo a cada paso que daba, asegurándose de recordar todo por si fuera la única "cita" que tuvieran.

—¿Quieres escuchar algo en particular? —preguntó señalando a la radio.

—Lo que tu quieras está bien. —le sonrió.

Christopher puso su playlist de rock and roll mientras comenzaba a conducir por las calles de la ciudad.

—Elvis Presley. —ella dijo con una sonrisa.

—¿Sabes de él? —la miró extrañado, y ella se sintió ofendida.

—Es "The King", ¿cómo crees que no? —frunció el ceño.