CAPÍTULO 6: EL SUEÑO
No podía dejar de mirarla, sus ojos me hipnotizan, me mantienen cautiva y sin saber como estaba frente a mí, tan cerca que podía olerla, que podía sentir su aliento, sus labios rozan los míos, en un toque sutil, como si fuera el pétalo de una rosa y cerré los ojos para sentirlos mejor, mis labios palpitaban por el no contacto de los suyos, era tan punzante que entonces abrí los ojos y ya no estaba, Amelia? Amelia? AMELIAAAAAAAAAA
Y de golpe desperté, era un sueño y me tranquilice, estaba sudando, que había pasado? Porque soñaba con ella? Miré el reloj y eran las 3:00 a. m. Todo estaba oscuro pero la imagen en mi cabeza era clara y me dolía y me daba vueltas, quien era esta mujer y con que derechos llegaba a cambiarme la vida? nunca había tenido sentimientos o sensaciones hacia una mujer, no había mirado de forma sentimental o erotica a otra mujer y entonces porqué sin más y salida de la nada apareces Amelia Ledesma para hacerme dudar? Y es que tengo su rostro tan claro en mi mente y NO, NOOOO, NOOOOO PUEDE SER, SIMPLEMENTE NO PODÍA SER.
Y con ese pensamiento que me taladraba la mente me obligue a dormir, aunque cerraba los ojos mi mente seguía funcionando, la veía frente a mi con su mirada seductora y su labios, oohh sus labios, esto es una puta mierda Luisa Gómez.
Vi como pasaban las horas hasta tener que despertar, mi hora de levantarme era las 5:30 pero a las 5:00 a. m. Ya estaba en la cocina haciendo desayunos para un regimiento, era mi forma de desestrezarme, a las 6:30 ya tenía todo preparado y a la espera de que se fueran levantando, el primero en hacer su aparición fue mi abuelo Marcelino.
- Pero bueno hija que es toda esta delicia? Parecen los churros de papá. - y tomó uno sin pensarlo y su cara me indicó que le gustó
- Los quise consentir hoy abuelo - no pude evitar reír con las ganas con las que comía.
- Pero bueno marce que es esto? Comes cómo si fuera lo último que vas hacer- Dijo mi abuela Manolita riéndose.
Me encantaba verlos así, ellos eran mi vida, con mi mamá eran mi todo.
- Hija a tu mamá le va a dar un gusto comer toda esta delicia.
- Lo hice con ganas de agradarlos.
- Hija pero hiciste mucho - Me dijo mi abuela Manolita con cara de preocupada.
- Bueno pienso llevarle a Cata que seguro no desayuna.
- Esos muchachos cuando se fueron de acá supe que no se iban alimentar bien.
- Bueno voy a llamar a mamá para alistarla.
- No te preocupes hija, dejala dormir, ya la ayudó yo más tarde. Tu arreglate y llevale el desayuno a Cata.
Sin refutarle fui a arreglarme para iniciar mi día pero antes pasaría donde Catalina a hablar y explicarle porque me fui así del King's.
Antes de salir entré al cuarto de mamá y la encontré despierta, le di un beso en la frente y la saludé - Buenos días madre mía - y me regaló una sonrisa hermosa.
- Madre quieres que me quedé a desayunar contigo?
- Hija si tienes que salir por mi no te preocupes, ya mamá vendrá y me ayudará.
- Sabes que no es ninguna molestia y te hice un desayuno delicioso, además hice los churros del abuelo Pelayo.
- Eso no me lo pierdo - Me dijo con la sonrisa ampliada y me quedó mirando como ilusionada - estoy muy orgullosa de ti, eres todo lo que soñamos.
Soñamos? Quienes soñaron?
- Quién mamá? Quienes soñaron? Tú y quien más?
- Luisa hija todavía acá? Ya te dije que no te preocupes por tu madre que ya me encargo yo.
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Aunque pasen los años, nuestro amor es imparable
FanfictionUna historia que trasciende con los años, Luisita y Amelia seguirán amandose así sea en otra piel