Hola soy yo, NiniCasCa, su escritora, no sé cómo reencontré esta forma, pero acá estoy, no sé si funcione, necesito que funcione y que me sigan teniendo paciencia, poco a poco volveré.
No sé, esto se siente extraño, me siento como si publicara por primera vez y necesito que me digan como está, quien me comenta habitualmente y quien no, que lo hagan en público o en privado, pero que lo hagan, necesito salir de acá y solo con ustedes de la mano lo voy a lograr, sigo abusando de su cariño y pido más paciencia.
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Miró el Baúl que estaba en la mesita y lo reconoció, era una vuelta al pasado, era la muestra física de que su historia había existido, que a pesar de todo las experiencias vivían en el alma sin dolor, con esperanza, con perseverancia, ya no era sólo remembrar, era también mirar al futuro donde vivía la esperanza y las ganas.
Luisita y Amelia se miraron como si el 77 se haya quedado estacionado esperando que ellas volvieran, abrir el Baúl significó sentir el olor a historia, el olor majestuoso al amor que esperó casi 33 años para mostrarle a las nuevas generaciones lo que significaba luchar, lo significaba sufrir, pero sobre todo lo que significaba amar.
- Esperé tanto para este momento, ¿lo reconoces mi cielo? - Dice una Luisita emocionada.
Amelia se acerca más y queda a su lado.
-Claro que sí, como olvidar ese día.
- Pues ha llegado el momento.
- Sí, ha llegado este tiempo cuando ya no hace falta demostrar nada más que su propia valía, cuando ya el desamor es un mal cuento y la envidia se olvida. Es un tiempo de perdidas prudentes, necesarias, y no es un tiempo de llegar, sino de irse. El amor, ahora, por fin coincide con la inteligencia, mi querida Luisita. No estaba tan lejos, sólo que fue más difícil de lo que presentía. Es un tiempo que no me deja más que el horizonte como medida de sufrimiento. Un tiempo para darte mi amor.
- ¡Sí mi querida Amelia, un tiempo que ahora tiene todo lo que queda por delante! El tiempo que aún no hemos vivido, el camino que aún no hemos recorrido, el paisaje que aún no hemos visto. Lo que aún no hemos dicho, lo que aún no hemos oído. Lo que aún nos falta por sentir.
- Todo está ahí, esperándonos.
Luisa enternecida por lo que veía se acerca a Amelia y la toma de la mano, esta al sentirla se sobresalta un poco, estaba absorta viendo la escena que tenía delante, le faltaba mucho para llegar a ese nivel de amor, no había vivido lo suficiente para entender lo sufrido y sacrificado que era el amor, miró a Luisa y le transmitió el pensamiento, se entendieron y se prometieron hacerlo fortalecerse como sus madres lo hacían. La abrazó mientras esperaban con ansias que les mostrarán que había en ese Baúl.
Lo primero que sacó Luisita fue una carta, una carta que simbolizaba su amor, su lucha, sus ganas de enfrentar el mundo, Amelia sabía perfectamente lo que decía esa carta y pensó en lo afortunada que era teniendo a Luisita.
- Esta mi amor es la respuesta que buscas por el amor de ellas - dice regalándole la más tierna de las miradas - hace 33 años pensaba en qué le diría a un par de chicas si se encontraban en una situación como la nuestra, como la vuestra ahora y acá está mi respuesta - Le extendió la carta a su Amelia y le dijo: Léela mi amor para nuestras hijas. Amelia tomó el papel amarillento y vencido por el tiempo, sus lagrimas no dejaban de correr y más que una respuesta para las chicas, era una respuesta para ella misma.
"Les diría que pelearan, que siguieran adelante, porque todo incluso lo más duro merece la pena, porque el amor, aunque se salte lo establecido puede con todo, porque nuestra historia de amor es prueba viva de todo eso, porque amar sí es de verdad, es para siempre"
Amelia las abrazó como pidiéndoles perdón y un pequeño beso deposito en sus frentes - Solo me queda por agregar, ÁMENSE!.
Paso seguido Luisita sacó unas telas multicolores y unos corsés: - esto es la prueba del talento de su madre - les dijo - era la más sensual bailarina, además era determinada, talentosa y muy orgullosa.
Amelia sonreía ante tanto elogio - Bueno tu también tenías lo tuyo, tu madre, Luisa, hizo todo lo que quiso en la vida, pero bailar la llenaba de miedo, yo no podía creerlo, pero por amor a mí bailó y bailó desnuda - soltaron la carcajada.
- No volví hacerlo en mi vida, ja, ja, ja, ja
- Bueno que más hay - dice Luisa mirando dentro del baúl, sacó una bufanda del Atleti
- Una bufanda del Atleti, ¿mamá? Nooo - Le dice su hija sorprendida.
- Con esa bufanda me gané a mi suegrito, lo más fácil de conquistar a tu madre fue esta bufanda y ¿sabes por qué? Porque el Atleti se lleva en el corazón.
- Perooooo, Visça el Barça - Grita Amelia por el Barcelona.
Todas rieron, era un momento mágico y lleno de nostalgia, cuando Luisita saca un trozo de luna de cartón chamuscada - ¿Pero madre que es esto?
- Esto hija es la prueba de amor más genuina que tuve - miró a Amelia agradeciéndole nuevamente por haberle salvado la vida - El proyecto parisino, nuestra aventura quedó chamuscada pero nos devolvió el amor - y como si estuvieran solas se fundieron en un abrazo, recordando la angustia, el dolor, pero también la dicha de encontrarse, cuando se separaron contaron a sus hijas lo que fue ese momento de sus vidas, esa luna fue testigo de su primer beso, fue testigo de su lucha por sobrevivir en un mundo homofóbico y tirano, fue testigo del recomenzar, la promesa de amor de no parar, de luchar y eso las mantenía aún en pie.
Por último, una bandera del colectivo, cuanta historia había en esa bandera, el símbolo de lucha, de no bajar la guardia, era una bandera que a pesar del tiempo no había perdido su color, estaba marcada por el doblez del tiempo, Luisita le entrega la bandera a Amelia y esta sonríe, la abrazó, la olió, aún conserva el olor a lucha, dijo con la voz quebrada.
Levanta su frente en alto y se las entrega a las chicas - Esta debe ser su bandera ahora, debe ser su lucha, debe ser lo que las identifique y las mueva.
Con lágrimas en los ojos, mirándose ante lo inevitable se abrazaron a esa bandera.
- Claro que sí madre, te prometemos que honraremos esta bandera como símbolo claro de nuestro amor.
FIN 🥰
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Aunque pasen los años, nuestro amor es imparable
FanficUna historia que trasciende con los años, Luisita y Amelia seguirán amandose así sea en otra piel