EL PERDÓN III

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NOTA DE LA AUTORA: Resultó que este fic lo estaba escribiendo hace más de quince años😳, tenía en mi carpeta un archivo que escribí y no sabía que lo hacía pegado al sentimiento de Luista por Amelia, la vida me regala la oportunidad hoy que estas letras sean leídas por primera vez después de tanto tiempo.

Gracias por su apoyo y su ánimo, me ponen el gratificante reto de mejorar.

Con mucho cariño,
NiniCasca

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Esa noche dejé a mamá más tranquila, necesitaba despejar la mente y el alma de tantas emociones y fui a buscar a Luisa al King's, necesitaba que me acompañara donde su madre para contarle todo lo que había pasado con mamá y los avances que tenía, cuando llegué fui directo a la oficina de Catalina, ahí me esperaba, en la oficina también estaba Ciriaco y toda la emoción que tenía se bajó, los salude y él solo me miraba, no sé como descifrar ese momento, tenso?, incomodo? Me senté al lado de Luisa y ella me toma la mano y me sonríe.

- Amelia, íbamos saliendo a casa de mamá que ya nos espera - Me dice Luisa - Anda Espera no traje mi coche, llamemos un taxi.

- No hace falta hermanita yo te llevo - Dice Ciriaco haciendo que yo no existo, estoy tan cansada que no quiero seguir en esa tensión.

Ciriaco da por hecho que nos vamos en su carro y se despide de Catalina levantándose y haciendo una seña a Luisa para que lo siga, la verdad es que no me quiero subir en su coche y apartando un poco a Luisa cuando salimos de la oficina se lo digo: No quiero ir con él.

- No te preocupes no pasa nada. - Me dice dándome un pequeño beso en la boca, Luisa tiene la capacidad de bajar mis defensas en un simple beso inocente, le sonrío y nuestras miradas conectan como haciendo corto circuito, le pedí que me acompañara un momento al baño y así lo hicimos, entramos y habían dos chicas besándose, estaban tan entretenidas que no advirtieron nuestra presencia, era demasiado sensual verlas tocarse, acariciarse, se besaban muy suave pero muy apasionado, Luisa las miraba y me miraba, le estaba gustando lo que veía, esa danza de manos que recorrían sus cuerpos con una delicadeza que invitaba hacer lo mismo, era sensualmente provocador lo que veíamos, una de las chicas que está contra la pared abre sus ojos en ese momento y nos mira, pero no deja de besar a su chica, nos mira y nos reta, era un juego endemoniadamente sensual el que tenía y yo siento que me estoy quemando, verla jugar con sus manos en el trasero de su chica subir por su espalda tomar su cabeza y halar de su cabello me tenían más que emocionada, sin más bajo nuevamente su mano y la mete entre las piernas de la chica mientras esta se movía rosando sus centros, ya era mucho lo que habíamos visto, Luisa y yo conectamos nuestras miradas en ese momento y decidimos salir de ahí.

Salimos del King's que estaba muy lleno, había mucha gente esperando entrar, hoy tocaba una banda nueva y la expectativa era mucha, salimos acaloradas de ese baño, yo lo que quería era tener a Luisa en mis brazos y hacer por lo menos la mitad de lo que esas chicas estaban haciendo, cuando llegamos al coche ya Ciriaco estaba en el, subimos y yo quería salir corriendo, cuando va arrancar vuelve a aparcar el coche y nos dice que se le han olvidado las llaves de su piso y se regresa a buscarlas, no acaba de bajarse muy bien del coche y Luisa que me besa con una pasión que me desborda, es que ya no puedo más y regreso el beso con más intensidad que la de ella, hay demasiada adrenalina en el momento, mucha gente fuera, Ciriaco que vuelve en cualquier momento, pero yo no puedo más con tanta tensión dentro, lo más fácil es subirme a horcajadas sobre Luisa y con una habilidad que me sorprende ella sube mi blusa y deja expuestos mis senos, los que comienza a morder con un hambre tan grande como la mía, es que no me importa nada a esas alturas solo quiero sacar todo lo que tengo dentro, Luisa mueve sus manos en mi trasero y muerde mis pezones con ansias, esta Luisa me gusta más, atrevida y con hambre, pasa su lengua por mi cuello y yo que le facilito los movimientos, solo quiero que me toque, no es más, ella lo entiende y mete su mano en mi entrepierna, ya estoy más mojada que océano indico y solo quiero que me toque, su lengua está haciendo estragos en mi cuello y ya no puedo más, ella toca mi centro de placer como quiere, mueve sus dedos de forma armoniosa y me eleva, es que es increíble como me toca, el bullicio de alrededor del vehículo me enciende más y ella lo entiende, acelera el ritmo de sus dedos y encuentra el punto que me vuelve loca, no puedo detenerlo más y en ese vaivén de sus dedos en mi vulva siento como mi mundo estalla, es la sensación más increíble y deliciosa del mundo, yo que grito y ella que acelera el ritmo de los dedos, me va a matar de placer esta mujer, caigo en su regazo y ella sigue besándome pero ya con menos intensidad, alguien grita el nombre de Ciriaco y entendimos lo que acabamos de hacer, abro los ojos y ya Ciriaco está en la puerta, yo aun sobre Luisa que no me suelta y me da un ultimo beso que termina con las pocas fuerzas que tengo, bajo y me acomodo en la silla nuevamente, acomodando mi ropa y con una sonrisa en la cara que no se me quita, en ese momento Ciriaco abre la puerta del coche y entra, apenas lo hace mira hacia atrás como preguntándose que pasa acá, veo la cara de Luisa y es de total inocencia, esta mujer es un caso perdido.

Aunque pasen los años, nuestro amor es imparableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora