Aunque pasen los años, nuestro amor es imparable

EL PERDÓN II

Nota de la autora:

Mil disculpas por la tardanza, escribir estos capítulos no ha sido fácil y colocó a la escritora a pensar mucho, como espero les ponga a reflexionar a uds también.

Con mucho cariño,
NiniCasca🤗

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Las semanas pasaron y nuestro esfuerzo se centraba en la recuperación de mamá, en cada sesión era tratado un tema diferente, la frustración, el enojo, el odio, la culpa, la confusión y el miedo, fueron sus principales temas, cada uno llevaba un mensaje y cada uno la llevaba a descubrirse, cada vez estaba más tranquila y dormía más, sus días eran sonrientes y cuando me veía ya no expresaba angustia sino regocijo.

La Dra. Camila Arch inicia la sesión dedicándole unas palabras a mamá, ella solo la escucha atenta

- Hoy vivimos las consecuencias de lo que hicimos ayer. Padecemos las consecuencias de los errores cometidos, y pagamos, a un precio muy alto, las decisiones equivocadas que tomamos. Son muchos los momentos en los que cada quien se pregunta ¿por qué tuve que actuar de esa manera? ¿porque no pude controlarme y actuar diferente? Son preguntas que ya no resolverán los problemas que ahora se tienen o las situaciones generadas por esas acciones del pasado. Considero que lo que se puede hacer es aprender de esas situaciones para no volverlas a cometer. Tenemos que actuar con mucha inteligencia y prudencia para así poder asegurar que en el futuro no nos lamentaremos. Nadie nos puede garantizar que todo salga absolutamente bien, pero lo que si podemos hacer es tratar de actuar con el cuidado debido para asegurar que lo estamos haciendo bien.

Mamá asentía y parecía digerir todo lo que la Dra. le decía.

- Vamos hacer un ejercicio Amelia, vas a sentarte con las piernas cruzadas y la espina dorsal recta. Como en posición de meditación. Dedica unos instantes al recogimiento. Observa tu respiración, relájate sin perder la posición de tu espina dorsal recta.

Durante un largo rato de mamá en posición y haciendo exactamente lo que le pedía, la Dra. comenzó a decir nuevamente.

- "La fe nunca sabe dónde la llevan, pero conoce y ama a Quien la conduce" esto lo dijo Oswald Chambers y cuánta razón tiene, quiero Amelia que le digas a tu padre lo que quieres para que puedas conducir tu vida a donde la quieres llevar, acá está, míralo, solo puede escucharte, que tienes para decirle.

- Siempre me he hecho una pregunta: ¿cuándo supiste que yo era mujer porque permitiste que viviera? A lo mejor si terminabas con eso antes hubieras evitado tantos contratiempos en tu vida y muchos sufrimientos en la mía

Cuando supe que morías no sé qué sentimiento tuve, si de alivio o pesar, te fuiste sin pagar todo el daño que hiciste, pero te fuiste con el alma cargada de rencor, de odio, de dolor, te fuiste frustrado, te fuiste dejando el recuerdo de la maldad, nadie Tomas Ledesma, nadie te va a recordar por lo bueno, solo serás el despojo de todo lo que una persona no puede ser, no enorgulleces a nadie, tu orgullo y tu honor se esfumaron para siempre y hoy te entierro, te dejo ir te vas de mi vida para siempre porque no mereces vivir más en mis pensamientos y en mis recuerdos, te vas, te vas de mí. TE PERDONO.

Su mirada tomó un brillo diferente, era el alivio del alma, el alivio que le traía el perdón, no solo perdonó a Tomas Ledesma, también perdonó a su madre y a mi padre, Hugo, a ellos también le dedicó unas palabras.

- Mamá, no puedo cargar más con tu sumisión, no puedo cargar más con tu debilidad, no puedo cargar mas con la angustia de perder un hogar por encima del amor a tu hija, sé que también tenías tus propias cargas, como también sé que eran muy pesadas, vete tranquila, vete en paz mamá que yo a ti te perdoné hace mucho tiempo, me quedo con tu inocencia y con tu nobleza, esa inocencia que me permitió ver la fragilidad de la vida y esa nobleza que me dio fuerzas para mantenerme en pie, TE AMO mamá, te amo con el amor que supiste darme a pesar de todo, te amo con mi alma y con mis ganas, ganas que no mató la indiferencia o la sumisión, voy amarte toda la vida porque tú forjaste mi vida con tu propio sufrimiento.

Se abrazó a su recuerdo, se abrazó a su perdón, se abrazó a su amor, entendí que en ese momento despedía definitivamente a su progenitora, era la despedida que no le había dado.

Lentamente levantó su cabeza y relajó su cuerpo, se colocó en posición erguida y la mirada alta, como dándose el lugar que se merecía.

- Hugo, Hugo, son pocas las palabras que tengo para ti, no mereces una lagrima más, no mereces mis pensamientos, ni mis sentimientos, mereces mi perdón, porque recordarte sin dolor es el mejor premio que puedo tener para semejante desperdicio de hombre en el que te convertiste, ahora solo puedo darte gracias por regalarme el mayor tesoro que tengo en mi vida, mi hija, sin ella no sería nada, ella me dio la fuerza para estar hoy acá, ella tuvo la gallardía que tú perdiste cuando decidiste hacer lo que hiciste y por eso no podría seguir odiando al instrumento que la vida utilizó para que mi niña me cuidara, TE PERDONO porque quiero, porque lo siento y porque puedo, ojalá tú algún día puedas decir lo mismo.

Su mirada no cambió y no botó ni una lagrima mientras hablaba, me dio la mano y me la besó, tomó mi cara y me dijo:

- ¿Tú crees que aún me espera? - su referencia a Luisita le dolía más a ella, quería saber la respuesta, estaba cansada y la quería de vuelta.

La Dra. Vuelve hablar y le dice:

- Voy a terminar por hoy leyéndote algo que sale de las ganas de tenerte, luego me dirás si crees que vale la pena - dice la Dra. sonriente.

He vagado en aguas oscuras, en mundos infelices creados por mi mente en respuesta a mi estado de opresión, resultado de situaciones desafortunadas...
He probado lo amargo que puede ser el fracaso y el sabor penetrante de su veneno en mí ser...
He sentido lo duro que golpea la traición y lo insignificante que te vuelves ante su presencia...
He creído que la indiferencia puede más que tú fuerza y te absorbe y te avasalla...
He visto que el tiempo pasa sin que las respuestas lleguen...
He intuido que el futuro se alarga cuando esperas que el presente sea solo un mal pasado...
Y cuando todo es simplemente la absurda repetición de un filme que quieres que acabe
Y cuando ya no buscas
Cuando ya no esperas
Cuando sientes que tus fuerzas te abandonaron
Cuando ya no hay lucha porque ya no hay contra que luchar
Las respuestas aparecen y de pronto tu vida ya no es igual
Es ahora todo eso que creíste perdido
Es todo eso que te mueve
Es todo eso que te permite levantarte en las mañanas
Y sabes porque?
Porque las respuestas llegaron cuando tenían que llegar
No cuando tú las querías
No cuando tú las esperabas
No porque las necesitabas debían estar ahí
Todo eso tiene un nombre y aunque no lo creas se llaman TÚ, AMELIA LEDESMA
Y mi corazón está aguardando para indicarte el camino
Porque simplemente mi amor es para siempre
Cuando creas que estás lista para volver acá voy a estar esperándote.

Luisa Gómez

Su sonrisa le iluminó el rostro, ella tenía esperanza otra vez. - Me espera, Luisita me espera - su voz cansada era mágica, era diferente, era de esperanza, mi madre está volviendo.

- Sí, te espera para cuando quieras volver.

- Como almas viejas, que regresan a la tierra para volver a coincidir - yo creo que no voy a aguantar mucho, ya quiero abrazarla, la Dra. entendió mi angustia y me asintió dándome permiso para abrazarla.

La sentí temblar, temblaba de emoción por escuchar las letras de su Luisi, se aferraba a mí como quien se aferra a su destino y quien pelea contra el destino.