Son alrededor de las doce de la noche, y estaba en la playa esperando que Izuku llegará, pero ya se estaba tardando demasiado, solté un pequeño suspiro.
"No va a venir..."
Volví a revisar mi celular, esperando que me haya enviado algo, pero no había nada. Le había enviado un mensaje ,preguntándole si podíamos juntarnos en la playa a las 22:30, y me había dicho que sí.
—Creo que tengo que volver a casa, ya es demasiado tarde –Murmuré triste mientras miraba la luna y me levante del suelo–.
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Sacudí un poco mi ropa y agarré mi chaqueta para colocármela, la verdad es que me sentía muy deprimida por esto, porque de verdad me había armado de valor para poder hablar con él, pero no llegó.
Guarde mi celular en el bolsillo para comenzar a caminar a casa, lo más probable es que voy a tener que tratar de entrar por la ventana de mi habitación, porque Keigo no me va abrir la puerta.
Sobe suavemente uno de mis brazos mientras miraba mis pies, pero deje de caminar y levanté la vista cuando escuche unos pasos acelerados acercarse hacía mi.
Sonreí levemente al ver que Izuku venía corriendo, se detuvo al quedar a unos escasos metros de mi, estaba con la respiración agitada y algo sudado.
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