—Zukiro-chan, ¿Qué opinas tú?, ¿Te parece una buena idea?... ¿Zukiro?, ¿Kazumi, estás aquí?, ¿Hola?, Planeta tierra llamando a Kazumi, ¿Me oyes?
Escuchaba la voz de mi hermano, pero no lo asimilaba, ya que estaba demasiado perdida recordando cada momento de lo que había sucedido anoche, en los movimientos, respiraciones, ruidos y palabras que emitimos, no podía evitar sonreír levemente.
Aunque tuve que reaccionar al sentir que algo choco contra mi rostro, eso provoco que me sobresaltará y me asustará, si que volteé a ver rápidamente a mi alrededor, no sin antes bajar la vista y ver que me habían lanzado.
—¡¿Keigo-san, por qué me lanzaste un peluche?! –Grité mirándolo. Él estaba cruzado de brazos y levanto una de sus cejas–.
—Vengo hablándote hace rato –Se acercó hacía mi. Trague en seco– Estas demasiado distraía, es como si no estuvieras aquí, ¿Te sientes bien? ¿Estás enferma? –Colocó ambas manos sobre mis mejillas–.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—E-Estoy bien, solo estaba pensando en algunas cosas... –Las aparté suavemente– No me trates como una niña, hazlo después, ahora estamos trabajando, Kei- –Iba a decir su nombre, pero tome una pequeña bocanada de aire al sentir que mis mejillas se sonrojaron un poco– H-Hawks-senpai.
—No creo ninguna palabra de lo que dijiste, pero estoy seguro que te dolió llamarme "senpai" –Dijo con una sonrisa burlona. Lo miré mal, aun con un leve sonrojo– Andando, niños –Se dio media vuelta para que saliéramos de su oficina–.
—¿A dónde vamos? –Pregunté mientras caminábamos detrás de él–.
—A caminar por la ciudad, a patrullar –Volteó un poco para verme– Si no estuvieras distraída, sabrías todo lo que vamos a hacer.
—Lo siento... –Me cruce suavemente de brazos–.
—Solo libera tu mente, ahora necesito que ambos estén concentrados... –Dijo sin quitar su vista del frente– Aunque solo patrullemos, siempre pasa algo, tienen que estar atentos –Asentimos–.
Salimos de la agencia y comenzamos a caminar por las calles, varias personas se acercaban donde Keigo, con la intención de pedirle una foto o autógrafo, pero la verdad que estoy tan acostumbrada a esto que solo sonreí.
