Después de haberme despedido de Todoroki, entre a casa, aunque lo hice con algo de miedo, pero me tranquilice un poco al ver que todo estaba en orden. Cerré la puerta atrás de mi para después sacarme mis zapatos y subir al segundo piso.
Todo estaba tal cual lo había dejado antes de ir al campamento, si que camine directamente a mi habitación y dejé mis cosas en el suelo, estaba muy agotada y sentía mi cuerpo pesado por lo mismo, si que me tome una muy larga ducha.
En cuanto salí del baño baje a la cocina para poder prepararme algo para comer, me hice un sándwich con una chocolatada y volví a su subir al segundo piso, pero está vez camine hacía la habitación de Keigo.
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No me sentía muy segura quedándome en mi propio cuarto, si que iría al de Keigo, creo que estar entre sus cosas me harán sentir protegida, pero antes de acostarme en su cama, volví a mi habitación en busca de mi laptop y una de mis almohadas favoritas.
Cerré la puerta de la habitación y me metí bajo las frazadas mientras prendía mi laptop, acomodé la almohada en mi espalda y comencé a buscar una película. Mientras esperaba a que cargará, me asome por debajo de su cama y sonreí.
Keigo siempre guarda una caja con frituras y golosinas debajo de ella pero no la deja bien oculta como lo hago yo. La agarré y la puse sobre la cama para sacarle algunas, si que después la volví a dejar en su lugar y me acomodé sobre la cama.
Cuando por fin me había decidido por una película, la reproducí mientras le daba un mordisco a la barra de chocolate que le había robado a Keigo, estoy noventa y siete por ciento segura de que él también me ha ido a sacar de mis cosas, si que esto sería mi venganza.
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