Habíamos llegado al hospital, y ahora estábamos subiendo por el ascensor para ir a la habitación de su madre, aunque inconscientemente estaba pellizcando mis brazos con algo de fuerza, debido a los nervios y ansiedad.
—Te vas a lastimar... –Habló Todoroki por tercera vez en la tarde y se colocó al frente de mi– Tienes que estar tranquila, ¿Si? –Agarró mis manos y las entrelazo suavemente– Todo va a salir bien, le agradarás –Me miro con una pequeña sonrisa–.
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—¿Estás seguro? –Pregunté mirándolo a los ojos–.
Asintió sin borrar la sonrisa de su rostro para después dejar un beso sobre mi frente, sonreí suavemente, y apoyó su cabeza sobre la mía, sin dejar de acariciar mis manos, solté un silencioso suspiro.
Eso provocó que cerrará los ojos por un par de segundos, para tratar de tranquilizarme, pero nos separamos al escuchar las puertas del ascensor abrirse, soltó una de mis manos y bajamos juntos de allí.
Caminamos por los pasillos, pero mientras hacíamos eso, él iba acariciando suavemente mi mano, cuando él paro al frente de una puerta, me sentí paralizada por un par de segundos, pero tome una pequeña bocanada de aire.
—¿Lista? –Preguntó mirándome–.
Tome un pequeño mechón de mi cabello, e hice una pequeña mueca al ver que estaba naranjo, si que active el quirk de tierra para tratar de verme lo más normal posible, y apreté suavemente uno de mis puños.
—Si... –Asentí mirándolo con una pequeña sonrisa–.
Dejó un beso sobre mi frente, y después se acercó un poco a la puerta para poder deslizarla, no pude evitar apretar levemente su mano, cuando deslizo la puerta, se dejó ver a una mujer de cabello blanco y lacio, sentada en un banco.
Acompañada de otro chico, también de cabello blanco, ambos voltearon a vernos en cuanto escucharon la puerta, pero me sentí más relajada y tranquila al ver a Fuyumi salir, de lo que parecía ser el baño.
