—¿Trajiste todo? –Preguntó Keigo por milésima vez. Asentí–.
Ya estábamos en el aeropuerto, y mi hermano estaba entrando en pánico porque Todoroki aún no llegaba, yo solo me burlaba de eso, porque ya había hablado con él por mensajes, y ya estaba dentro del aeropuerto y había ido a dejar sus maletas, pero fue a comprar algo para comer antes de venir donde nosotros.
—¿No puedes llamarlo para saber si ya viene?
"Ya va a empezar de nuevo..."
—No.
—¿Por qué no?
—Ya llegará, deja de ser tan impaciente.
—Te vuelves irritable y no tienes paciencia cuando no descansas, ¿Sabías eso? –Se cruzó de brazos mirándome–.
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—Si, ¿Por qué crees que siempre te digo que no me despiertes en las noches, a no ser que sea necesario? –Apoyé mi cabeza sobre mi mano mientras lo miraba– Además, tú eres así cuando se trata de comida.
—No compares la comida con dormir, porque no es lo mismo –Bostezo un poco– ¿Quieres qué te compre algo para que comas en el avión?
—Podría ser –Sonreí para después asentir– ¿Puedes comprarme algunas KitKat?
—Está bien, también te traeré un café, quizás te quite un poco el sueño –Dijo mientras se levantaba del asiento–.
Atraje mi mochila hacía mi, para poder sacar un dulce de frambuesa de él, lo abrí para después llevarlo a mi boca y cerrar los ojos mientras soltaba un pequeño suspiro, estaba demasiado cansada.
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