Se sentó sobre la cama para después estirarme su mano y ayudarme a levantarme con cuidado, mi cadera aun dolía, si que la seguí sobando para tratar de calmar un poco el dolor.
—¿Te duele mucho? –Preguntó colocando su mano sobre la mía, si que deje de mover mi mano–.
—Ya me pasará... –Susurré para después mirarlo–.
—¿Qué? –Susurró después de un rato sin dejar de mirarme–.
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—¿Ahora me dirás? –Pregunté. Soltó una pequeña risa-.
—No –Respondió sacando su mano de mi cadera y volvió a tenderse sobre la cama, pero boca abajo–.
"Oh, vamos"
—Dime –Reí sentándome sobre su espalda. Negó suavemente– No me moveré de aquí hasta que me digas –Me crucé de brazos–.
—No me molesta, si que haz lo que quieras –Susurró abrazando la almohada de nuevo. Hice un pequeño puchero–.
"Demonios"
Bostece suavemente y tallé uno de mis ojos sin dejar de mirarlo, me estaba dando mucho sueño, pero no quería moverme de su espalda. Si que me recosté sobre ella mientras lo abrazaba y cerré los ojos, sentí como movió su cabeza.
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