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Pronto, la habitación se envolvió en un ambiente caluroso, donde el olor a caramelo y café juntos era tan dulces que hasta era repugnante.

— Ah~ — Soltó un corto gemido el rubio, meneando sus caderas sobre el miembro del Alpha, provocando su despertar rápidamente.

Paseo sus manos por el cabello del pelinegro, tirando de este ligeramente. Sus labios apenas se separaban para respirar, siendo sus gemidos -o por lo menos la mayoría- ahogados por los besos del más alto.

— ¿No tienes trabajo que hacer, muñeca? — Pregunto entre murmullos, bajando los suaves besos hasta el cuello del rubio, mirando de vez en cuando sus reacciones.

Ya sabia con quién trataba.

— El trabajo puede esperar, Conway — Murmuró, bajando sus manos hasta la cremallera del Alpha, jugando con este sonriente.

A Pogo le gusta.

— Estamos en horario laboral, ¿No puedes esperar hasta que lleguemos a casa? — Pregunto, acariciando la cintura del rubio delicadamente, subiendo sus labios hasta sus mejillas, dando pequeñas lamidas a estas.

— ¿Cómo me puedo asegurar que al llegar a casa no se irá a dormir como el abuelo que es? — Murmuró, aún jugando con la cremallera, bajando de está lentamente.

— ¿Que coño haces, anormal? — Balbuceó nervioso, notando las intenciones del Omega.

Estaba perdiendo el control.

— Solamente serán cinco minutos, lo prometo — Rio suavemente, metiendo su mano fría por dentro de los calzoncillos del Alpha, tocando sin vergüenza su miembro erecto.

Bajo del regazo del mayor, arrodillándose entre sus piernas, observando con una sonrisa en el rostro al Alpha.

Su mano exprerta subía y bajaba por el falo, dando cada cierto tiempo pequeñas lamidas sobre la punta, provocando los gruñidos bajos del Alpha.

Decidido, metió el miembro en su boca, enrollando la lengua por el glande, mostrando su pequeña habilidad vocal con su Alpha.

Años de esfuerzo valieron la pena para este momento.

— Gustabin — Murmuró sonriendo forzado, tratando con todo su orgullo de no soltar gemidos — ¿Tu crees que soy tonto?

Subió su mirada hasta encontrar los ojos oscuros del Alpha. Sacó el miembro de su boca pero sin dejar de masturbarlo con una de sus manos, subiendo y bajando cada vez más lento.

— ¿Qué pasa? — Preguntó, sonriendo hacia su Alpha.

Conway agarró su mentón, subiéndolo hasta tenerlo cerca de su rostro, observó esos ojos zafiro que parecían muertos, sin brillo en ellos. Parecían opacos.

— Date la vuelta, cariño — Murmuró sobre sus labios el Alpha, soltando el mentón del Omega y observando el delgado cuerpo moverse con lentitud.

Se sentó nuevamente sobre su regazo, moviendo sus caderas sensualmente, sabiendo que el pelinegro lo estaría observando.

— Estoy listo para que me des-

No pudo terminar la frase.

Lo habían noqueado.

Guardó su hombría aun despierta nuevamente en sus boxer, dejando el cuerpo dormido del Omega en su escritorio, arreglando su camisa y corbata, simulando que no había pasado nada.

— Muy bien — Suspiro, tomando el cuerpo inconsciente del rubio, colocando el pasamontañas en su rostro y salir del despacho.

— ¿Fred? — Murmuró Dan, caminando detrás del Alpha al verlo con su hermano en brazos — Conway, ¿Que ha pasado? — Preguntó, alcanzado los gigantescos pasos de su jefe.

𝙻𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 ▪️ 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚊𝚋𝚘 ▪️ GTA RoleplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora