𝙻𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 ▪️ 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚊𝚋𝚘 ▪️ GTA Roleplay

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Mirarse en el espejo se le hacía raro, y más con ese visible moretón en su cuello. Hizo mueca al recordar las palabras de la doctora, teniendo que guardarse sus palabras, como siempre solía hacerlo cuando estaba frente a ella.

Se vestido con sus pantalones azules, dejando su torso descubierto ante si mismo, admirando su cintura delgada y sus firmer pectorales, junto también con sus innumerables cicatrices en su hombro izquierdo. Pequeños recordatorios que demostraban su valentía como policía.

— El superintendente ya está al tanto de todo — Habló la pelirroja desde fuera del cuarto de baño.

— ¿Por qué... Conway me hizo esto? — Preguntó hacia la doctora, quien esperaba paciente sobre la camilla, esperando paciente a que el Omega terminará de vestirse.

— Fue una discusión, el superintendente no nos dió más detalles del por qué, además las cámaras estaban en buble, no tengo mucha información — Respondió, levantándose de la incómoda camilla, observando desde afuera del baño el cuerpo semi desnudo del rubio — ¿Estás bien, Gustabo?

— Si, estoy bien.

Término de vestirse con el uniforme de Subinspector, con su pasamontañas y con sus pistoleras. No iba armado, según le comentaron, fue traído sin ningún tipo de arma o intrumentaria, siendo acogido en el hospital con solo su vestimenta policial.

— Estoy listo — Salió del cuarto, encontrándose con la Beta en el móvil.

— Tienes que comer antes de salir, Pogo no ha comido bocado en estos días, debes estar muriendo de hambre — Interrumpió la mujer, tomando la radio que reposaba en su hombro — Enfermeras, está listo — Habló.

— No tengo hambre, quiero verlo — Se excusó, buscando huir de la pelirroja.

— Conway te estará esperando, tranquilo — Sujeto por los hombros al Omega, teniendo que sacudirlo suavemente para que le mirará a los ojos — Escúchame, no has comido nada, tu estómago está lleno de mierdas por las drogas — Le miró entristecida, suavizando el contacto con el rubio.

— Ver a Conway es mas importante ahora — Murmuró, frunciendo el ceño hacia la Beta.

La mujer algo exasperada por el comportamiento del Omega, masajeó su cien en busca de alguna manera de convencerle.

— Apenas puedes mantenerte en pie, estás en un estado deplorable, ¿Es así como quieres que Conway te vea? — Chantajeo, cruzándose de brazos, creyendo que el rubio había caído en la trampa.

— Mí aspecto no importa, él lo comprenderá, necesito ver a mí Alpha, necesito a mi Alpha ahora — Habló entre dientes, mostrando sus colmillos en señal de advertencia.

Soltó feromonas amargas a su alrededor, llenas de odio y desagrado hacia la pelirroja, olvidando por completo que está no puede oler su aroma.

— Te dejare verlo si... Te calmas, respira, y relájate — Ordenó la doctora.

— Déjeme verlo... Por favor — Pidió entre lágrimas el Omega.

La puerta fue abierta por una enfermera, trayendo con sigo una bandeja dónde estaba la comida del rubio.

La Beta aún no muy convencida, tomó su radio y preguntó.

— ¿Jack Conway ha comido?

Espero unos segundos.

— 10-5 directora, sigue dormido — Contestó uno.

Suspiro pesado antes de mirar al más bajo.