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Segismundo

"Crees que en algún momento nos podríamos ver?"

13:08 p.m

"Mi hora de visita está totalmente disponible :)"

13:10 p.m

"Si quieres venir, avisa unos días antes <3"

13:13 p.m

De sus labios soltó un pequeño suspiro agotado, su día de trabajo había sido agotador y más con la pequeña persecución que había tenido con el viejo, de atraco en atraco, de persecución a tiroteos, todo un día de éxitos sin duda.

Salió del chat sin responder los mensajes del Gállego, mostrando una pequeña nostalgia al releer el último mensaje, dejó el móvil de lado haciendo puchero, no quería ser malo pero por más que quisiera no podía responderle, tenía que seguir órdenes de su superior; su jefe ;el dueño de la cuidad; el que le quita el sueño y la persona con quién comparte casa, ósea, los aumentos no se hacen solos.

Y sería fiel al pie de la letra, él no respondería el mensaje, ÉL no lo haría, no, no ,no, claro que no, nunca le llevaría la contraria a su papu, no ,no, no. Antes muerto.

Horario era otro tema, nunca mencionó que el Beta no pudiera hablar con su querido amigo Segismundo, no, no, es más, ni lo mencionó.

¡Todo estaba a su favor!

¿Fisuras en su plan? Ninguno.

Tomó su móvil con una sonrisa pegada en el rostro por su ingenio y destreza mental, es que, cojones, era aún puto genio, te distraes un segundo y ¡Plaf! Porra pa' tu culo.

— Horacio, ven a mi casa, necesito tu ayuda — Habló apenas contesto la llamada, soltando una pequeña risa que fue escuchada por el de cresta.

— Voy.

Con entusiasmo, se tumbó boca arriba sobre el sofá, teniendo entre sus manos su móvil.

— De pana — Murmuró para si mismo, colocando una de sus piernas apoyada en la otra, mostrando una buena vista de su figura.

Su camiseta corrida dejaba a la vista ese trabajado cuerpo adornado con cicatrices, y sus boxer mostraban la perfección de su suave trasero.

La comodidad era algo vital en su vida, encerrado en esas cuatro paredes nadie lo puede juzgar por tener tanta facha.

Al escuchar la puerta ser tocada varias veces, abrió rápidamente, encontrándose con su hermano, quien jugaba nervioso con las llaves del coche robado.

— Ven, te tengo que poner al día — Tomó la mano morena del Beta y lo acerco a él, arrastrándolo al interior de la casa.

Miró con detalle la casa, soltando una pequeña risa al ver el desorden en la sala, se notaba cuando Conway no estaba.

— Bien — Murmuró, soltando la mano y girándose para ver al más alto, captando sus ojos al segundo.

— Te veo... Diferente — Le comentó en un susurró al ver con detenimiento el cuerpo del Omega, sonrojándose al ver como esos ojos azules de su amigo le miraban con intensidad. Le intimidaba hasta cierto punto.

— ¿Tú crees? No me siento diferente — Miró su cuerpo, armando una mueca — ¿Me veo diferente? — Preguntó, dando una vuelta sobre sus pies.

— Te ves igual de guapo, no te preocupes — Halago, sentándose en el sofá, siendo seguido por el rubio — Pues, venga, cuéntame, ¿Qué novedades hay? — Preguntó sonriente el Beta, acomodándose en el sofá.

𝙻𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎 ▪️ 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚗𝚊𝚋𝚘 ▪️ GTA RoleplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora