Dia 7. Tercera parte, momento de la tragedia.
La noche había caído, te habías despedido de tus compañeros de clase y te habían dado la horrible noticia de que una vez que cruzaras el portal ya no podrías volver y nadie ir a verte, pues después del incidente de Kirishima no querían correr el riesgo de que sus alumnos salieran mal parados al hacer pequeñas excursiones a otros lugares lejanos.
No querías dejar a Eijirou, pero tampoco abandonar a tu familia así por las buenas y tu decisión ya estaba tomada, solo te faltaba despedirte de él y luego informar al director de tu decisión de marcharte.
Entras a la que una vez fue tu habitación compartida con Kirishima y te encuentras a ese chico pelirrojo con la mirada perdida en tus maletas, que están al otro lado de la habitación. Se te contrae el corazón al verlo tan afligido y entras con nerviosismo, este capta tu olor y su mirada se gira hacia ti, tiene una expresión culpable, triste y ansiosa, pero tú no puedes descifrar nada de ellos, solo crees que esta triste porque vas a marcharte.
- Kirishima... debo decirte algo. – le dices casi en un susurro –
La habitación casi esta a oscuras, las persianas bajadas, las cortinas echadas y solo os ilumina la pequeña lampara del escritorio.
Tarda un poco en contestarte, está debatiéndose internamente aún, esperando a que lo que tengas que decir sean buenas noticias.
- Dime. – dice sin más –
Lo notas raro y te ves en la obligación de tomar el rumbo de la situación, él esta sentado en la cama, te acercar y te arrodillas frente a Kirishima, para cogerle las manos, las tiene frías a pesar de estar en verano y sus uñas parecen más afiladas de lo normal.
- Me han dicho que una vez que cruce el portal no podre regresar y tú tampoco podrás ir a verme.
Notas como te aprieta las manos y sus ojos se desvían a otro punto de la habitación, estas a punto de llorar, no dice nada y sus acciones solo te indican que esta pasándolo mal con todo esto, por supuesto que no quieres dejarle, pero ¿qué más puedes hacer? No eres de las que dejan todos sus problemas atrás.
- No quería que fuera así, eres importante para mi y tenia la esperanza que a pesar de mi despedida pudiéramos seguir viéndonos.
- No seré tan importante cuando vas a irte sin más.
No estaba hablando el Kirishima que conocías, era el Alpha que se sentía abandonado por su Omega, su único y verdadero Omega.
- Tú querías huir, me lo suplicaste llorando en mi forma lobuna y ahora que yo te estoy pidiendo que te quedes no lo haces. – vuelve a dirigir tu mirada hacia ti – No puedes venir, ocupar un hueco en mi vida y en mi corazón y luego irte sin más.
Sus palabras te atraviesan como cuchillos y te sientes culpable al instante, no sabias que habías llegado a ser tan importante para el chico que tenias enfrente, no te lo habías planteado porque realmente no eras una loba pura, y los sentimientos que ellos tenían hacia su ser amado, al que escogían para toda la vida, eran tan intensos que no los dejaban respirar y mucho menos vivir si se marchaba, era como perder una parte de ti.
Te levanta y aprietas los labios para no llorar.
- No es mi intención hacerte daño, pero no puedo quedarme.
Él también se levanta y un escalofrío te recorre la columna, en la oscuridad y con sus ojos carmesí ardiendo como el fuego, te parece más grande, más aterrador y sobre todo más dominante. Sus feromonas te golpean y no puedes entender porque te afectan en tu condición de humana. Retrocedes por instinto, pero Kirishima te sigue, acortando la distancia, tu espacio, entonces llegas al limite y te chocas contra el escritorio.
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La unión de la sangre. (Kirishima X Tú)
Fanfiction⚠️ ADVERTENCIA DE 🍋🍋🍋 Esta historia está ambientada en el mundo de alphas y omegas. A excepción de que tiene toques de fantasía y algún que otro cambio para darle emoción a la historia. Te encuentras en el mundo normal en que es común ir a clase...