La unión de la sangre. (Kirishima X Tú)

🔥Furia🔥

Dia 2.

La mañana había transcurrido con normalidad, daros los buenos días, asearos en los baños comunes e ir a clase. En una de ella anunciaron que irían al patio de entrenamiento para fortalecer los músculos y la experiencia en el combate.

- Bien, os separareis en tres grupos: los Alpha a la izquierda, los Omega en el medio y los Beta a la derecha. – anuncia un profesor –

Instintivamente agarraste la mano de Kirishima, sentías como la ansiedad volvía a intentar consumirte por la distancia, solo habían pasado dos días y apenas controlabas tus instintos biológicos. Él se intuye tu preocupación debido a las condiciones en las que estas y te aprieta la mano con afecto.

- Estaremos todos en la misma pista, solo estaremos unos metros separados, podrás verme en todo momento.

- ¿Seguro?

- Claro, no seria de hombres abandonar a una chica.

Sonreíste aliviada con ese comentario y haciendo acopio de fuerza de voluntad le soltaste la mano. Nota como tus orejas están gachas al igual que tu cola, estas desanimada y triste y eso lo refleja tu olor, el cual Kirishima puede oler perfectamente, él también siente que la más mínima distancia es todo un reto, pero sabe que debe ser fuerte por los dos y te acaricia la cabeza.

- Solo serán un par de horas y si me necesitas solo tienes que acercarte ¿vale?

- Esta bien. – le sonríes levemente –

Conseguís soltaros e iros cada uno a su grupo correspondiente bajo las miradas insinuadoras de vuestros compañeros y amigos. En el entrenamiento descubres que los Alpha pueden cambiar el color de ojos a rojo brillante, los Omega amarillos y los Beta azules, es uno de los muchos distintivos entre categorías. Ahora tocaba practicar técnicas con un compañero que eligiera el profesor, para estar en igualdad de condiciones después de ver en el calentamiento vuestro nivel. Un chico rubio de ojos azules Monoma es tu compañero, te da la sensación de que te mira despectivamente y de forma burlona al mismo tiempo, eso hace que te pongas a la defensiva. Decides permanecer callada por si te estas equivocando a la hora de juzgar el ambiente y sus expresiones, pero entonces habla él primero:

- ¿En serio que crees que "tu Alpha" se quedara contigo mucho tiempo? – pregunta acentuando la palabra "tu" –

- ¿Qué quieres decir?

- Solo eres una mestiza, tu condición se debe a la unión temporal, todo el mundo sabe que después de que se acabe el tiempo volverás a ser una insignificante humana. – hace una pausa para reírse con sequedad – eres solo un juguete para pasar el rato.

Se te crispa el bello de la nuca, al igual que el de tu cola y tus orejas están firmes, notas como tus uñas y colmillos de forma inconsciente crecen y se afilan, no te habían dicho ese detalle, que dentro de una semana todo volvería a la normalidad y que tu condición de omega se debía solo al vinculo temporal con Kirishima, que al ser un Alpha necesitaba a un Omega como pareja y por eso tú tuviste que cambiar. No sabias como sentirte, ¿enfadada? ¿triste? ¿quizás un poco de ambos?

- Él necesita a una Omega de verdad, ¿no crees? – pregunta con malicia dirigiendo su mirada al grupo de los Alpha –

Una de las chicas de tu grupo se había acercado a hablar con él, desconocías que lo había hecho para entregarle unos papeles de parte de Recovery Girl, pero tus hormonas de Omega novata no te permitían razonar con claridad, intentaste buscarle alguna lógica, una explicación coherente que no te hiciera saltar sobre aquella chica inocente, pero cuando Kirishima le sonrió fue como si tu lado más humano se apagara y solo quedara el instinto animal, tus ojos se volvieron amarillos brillantes, flameantes. Te acerca con paso apresurado y determinado, como un depredador acechando a su presa, sin quererlo habías caído en las provocaciones de Monoma, el cual se jactaba de su victoria. No te gustaban las peleas y cabía decir que no te habías metido en ninguna en tu vida y a pesar de haber defendido a algunos compañeros de los matones habías tenido suerte de que eso no provocara una pelea, pero ahí estabas con un hambre insaciable de destripar a aquella chica.