La unión de la sangre. (Kirishima X Tú)

🔥 Adaptación 🔥

Kirishima había huido de su instrucción para ser un buen Alpha en la U.A por razones que ahora le daba miedo confesarte, pero tu llegada lo ha cambiado todo, ahora tiene que implicarse y dar todo de él para calmar tus feromonas inexpertas, tu ansiedad causada por la distancia entre vosotros, tu futura agresividad ante otra Omega que quisiera acercarse a tu Alpha y tus instintos más primarios. Ser Omega es difícil, sufres constantemente durante la época de celo oleadas de calor que arañan tus entrañas, la piel te quema y apenas logras respirar con regularidad, están expuestos a una denigración constante por parte de prácticamente todos por ser considerados solo útiles para dar a luz a las futuras generaciones y sobre todo son débiles ante las feromonas de los Alpha, dependiendo de la intensidad pueden ser hasta dolorosas si se aplican con intención de intimidar.

Todo eso lo conoce Kirishima y por ello tiene miedo de fallar, de no ser capaz de llevarte por el buen camino. Si que era cierto que en aquella academia enseñaban a todos por igual a ser un buen lobo o loba, sin tener en cuenta el segundo sexo de nadie, su propósito era no solo llevar a los alumnos a formar parte de mandas poderosas y que se valiesen por si mismo, sino también el mantenerlos a ralla de sus instintos hasta que tuvieran la mayoría de edad.

Kirishima de forma inconsciente de abraza con ansiedad sumido en sus pensamientos, recordando todo lo enseñado y todo lo que han vivido juntos, que ha sido poco, pero intenso y verdadero, desde la primera lucha, hasta cuando lo cogiste en brazos y lo alzaste para dar vueltas feliz.

Su libertad a tenido un precio muy alto, no solo ha roto varias reglas, sino que se ha traído consigo a lo que una vez fue una humana, te acababa de quitar la posibilidad de una vida normal si no lograbas volver a la normalidad.

El sonido de la puerta siendo golpeada por unos nudillos le devuelve a la realidad, ya eran las ocho, las horas habían pasado demasiado rápido para su gusto. Se levanta con cuidado de no despertarte, pues te habías quedado dormida. Abre la puerta, mientras hace crujir los huesos de su cuello cansado, tras ella el profesor Aizawa espera con una gran cama plegable.

- Puede que esto sea temporal, asique no hare un gran cambio, pondremos esto al otro extremo de la habitación.

Él asiente y lo deja pasar, mientras aparta algunas cosas para hacer espacio a tu futura cama.

- También traigo un par de collares de repuesto, más pastillas, el uniforme y ropa de repuesto.

- Gracias Aizawa sensei.

- Se que es difícil, – pone la mano en su hombro – pero solo durara una semana y cuando pase, si decide quedarse se ira de tu habitación y le daremos una propia, y si decide irse la ayudaremos a volver a su hogar, de una forma u otra ya no tendrás la responsabilidad de cuidarla. Se que lo que hicisteis fue por una situación desesperada.

- ¿Te lo han contado?

- Sí, bueno, será mejor que me vaya ya, parece cansada. – dice antes de irse y echarte una mirada –

Kirishima se sienta en el borde de la cama y te mece suavemente del brazo para despertarte, abres los ojos poco a poco y lo miras cansada.

- ¿Sucede algo? – preguntas somnolienta –

- No, solo quería decirte que te han traído una cama y ropa nueva.

Se reincorporas y miras todo a tu alrededor, hay una cama enfrente tuya y varias cajas.

- Siento ocupar tu habitación de esta manera. – te levantas –

- Esta bien, es necesario para que estés bien y a mi no me molesta. – te sonríe para que te calmes –