Capítulo 9: Solo a Media Noche (Parte 2)

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Muertes sanguinarias en la capital, Liu Shui Yue estaba indignada.

Sus pasos se agitaron mientras mantenía la mano sujetando la empuñadura de su espada. Dong Sun la seguía junto con dos de los guardias. Solo la siguieron a lo largo del camino sin decir una palabra, cada vez que la veían comportarse así las cosas pasaban de mal a peor. Su princesa era alguien de costumbres, de rutinas simples y nada rebuscadas, le gustaba el orden con un poco de caos, muy pocas veces le vieron olvidar que se encontraba acompañada.

- Señorita, la Ama –pausa – es raro verla con ese humor, no desde que ejecutó al antiguo prefecto.

Dong Sun observo al guardia y luego siguió con la mirada a su señora.

- Hay días que temo, no por mi vida o por la alguno de nosotros, sino por cuando ella olvida que es mujer y por mucho poder que tenga ahora es solo temporal.

- Señorita, la Ama es fuerte y poderosa, aunque esos nobles la descubran aún tiene a la gente de Li Yun. No importa si olvida que es mujer, lo único que importa es que siempre tiene un lugar al que regresar.

- No lo digo por eso – suspiro – cuando esta así es capaz hasta de lapidar.

Dong Sun continuo su paso mientras no perdía ojo de la Princesa. Verla ingresar a la Mansión familiar fue todo lo necesario para tranquilizarla, prefería tenerla allí, segura, aunque desde fuera se sintiera que la cerámica no se encontraba muy segura.



- Lo sentimos Príncipe, la Ama no recibe a nadie hoy.

Liu Shui Yue escucho como trataban de despedir al muy insistente Liu Jin Xi.

- Por Favor su alteza, la Ama se encuentra aún en cama. – ese comentario no se escuchaba muy favorecedor.

Realmente le dolía la cabeza y los insistentes gruñidos de Jin Xi y los murmullos molestos de sus damas tratando de pararle no ayudaban mucho para mejorar su situación. Desde ese día no planeaba beber tanto vino nunca más, con esa experiencia era más que suficiente.

La silueta de la mujer en aquel lecho iluminado por la luna, con ropa de hombre y cabello suelto, invitando a esa luna al brindis, coqueta sonrisa la que le dedico aquella borracha.

- "Una jarra de vino entre las flores. Bebo solo, sin nadie. Pero invito, levanto la copa, a la lata luna. Que enciende en la noche y, si contamos mi sombra, somos tres."

Por lo menos era una borracha culta y tranquila.

- Apestas a vino.

El comentario llego desde muy cerca justo al mismo tiempo que su lecho se sacudía.

- Estoy de mal humor. Vete.

Jin Xi se deshizo de los contenedores vacíos entregándoselos a las damas junto a ella. No dejo de mirarla dormitar y quejarse. Varias veces le llamo tonto, pero por alguna extraña razón no le importo, la conocía desde que eran niños y aunque siempre se negó sabía que un día ella sería su consorte.

- Te vas por varios años y has adquirido vicios conflictivos. – murmuro para si – Deberé cuidar y supervisar más de ti en el futuro.

Risas coquetas a su alrededor le trajo de vuelta a la realidad. Las doncellas sonreían mientras lo miraban hacer el tonto, que más daba hacerlo otra vez, ya era demasiado tarde, ella sabría todo al amanecer.

Tomándola en brazos mientras la sentía retorcerse, una sonrisa divertida, ¿realmente creía que podría con él?

Dong Sun dio un paso al frente liderando el camino del príncipe hasta la habitación de su Ama.

- La Princesa nunca bebe – por fin hablo – creo que ver lo de la joven señorita Song le perturbo, pero ya van tres, se siente impotente.

- Los años te han hecho sabia Dong Sun.

- Su Alteza ese comentario me molesta, tengo la misma edad del Príncipe, ¿se siente usted ya tan anciano?

- Impertinente

- Usted comenzó. – estaba realmente molesta – Aquel año preferí continuar junto a la princesa y no darle la razón a usted.

- Siempre fuiste la única de mi familia materna en no impresionarte en mi persona.

Dong Sun lo miro nuevamente, como siempre fue por encima del hombro. Volteándose lentamente y sonriendo hipócritamente le mostro al Príncipe la habitación de su Señora, mientras intentaba entrar tras él fue bloqueada por la espalda de este.

- Dong Sun debe estar muy cansada, ya debería retirarse, yo me ocupare de tu Señora.

Lo miro de arriba abajo como si se hubiera vuelto loco.



La Diosa de la Guerra - El Sol de Xia ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora