Capítulo XVII

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BLUE CODE 💙💛

Después de salir de la oficina del comandante, Jimin se sentía asfixiado por lo que se dirigió directamente a la azotea, respiró hondo e introdujo su mano en el bolsillo de su chaqueta.
Jugó un poco con la caja dudando si sacarla o no. La verdad era que Jimin llevaba tiempo sin probarlos pero le fue difícil resistirse, sus niveles de estrés estaban a tope y su cuerpo le pedía sólo un poco. Por lo que después de unos minutos sucumbió ante una de sus mayores tentaciones, sacó uno de ellos, lo llevó a sus labios, encendió el cigarrillo y trató de liberar toda la tensión con cada inhalación pero el chico de cabello castaños, aquel mismo que tenía los lunares más sexys y sugerentes que había visto, inundaba su mente mientras exhalaba lentamente el humo.
Podía sentir la nicotina invadiendo su cuerpo, de la misma manera que el "chico Busan", como le llamaba Taehyung, se adhería a su mente cada vez con más fuerza.

........


Al fin era viernes, la semana había sido fastidiosa y llena de obstáculos, nadie quería apoyar al Detective Park en su caso, por eso el jueves tuvo que ir de nuevo al bar que frecuentaba en busca de más pistas, pero nada.

Lo único interesante de esa noche fue escuchar a dos tipos hablando en el baño del lugar.
Argumentaron que tenían que ser precavidos porque "Padre" se enojaría.

Jimin, quién vestía pantalones ajustados de cuero, camisa sin mangas y con un lateral transparente, dejando ver el glorioso y deslumbrante piercing en su pezón, su cabello rubio con pequeñas ondulaciones lo hacían ver aún más sexy; les oyó decir justo antes de entrar a los baños, quedó petrificado al escuchar el apelativo de "Padre", al fin tenía un indicio, una pista y no la dejaría escapar.

Por lo que entraría en acción antes que aquellos tipos se marcharan. Tomó aire y actuando como una pantera abrió la puerta del baño adentrándose en el.

- Hola guapo. Dijo uno de los tipos.
- Hola, respondió Jimin lanzándole una mirada llena de sexo al hombre a su derecha, el tipo tenía una cicatriz muy distintiva que recorría desde la comisura de su boca y se perdía justo detrás de su oreja izquierda.
- Los hombres así como él sí me excitan, dijo el tipo en voz alta al otro que era pelirrojo.
- Pues deberías follarlo aquí, saldré un rato y vigilaré la puerta, y sin más el pelirrojo salió.

Jimin estaba acostumbrado a follar con hombres siempre y cuando le proporcionaran algún tipo de información para sus casos. Pero está vez fue diferente, no quería follar con nadie, es más, ese hombre de la cicatriz quería follárselo a él y eso sí que no estaba en sus planes.

El tipo se acercó a Jimin mientras éste se refrescaba el rostro con agua para pensar en cómo debía actuar.
Se tensó al sentir el miembro del tipo rosándole el trasero, sintió unas grandes ganas de golpearlo hasta hacerlo sangrar y suplicar perdón pero no podía permitirse ese arrebato de ira.
- Mmm, veo que estás impaciente guapo. Logró responder Jimin.
- Quiero follarte hasta que me pidas que pare y entonces te seguiré follando hasta saciarme. Gruñó acercándolo más a su cuerpo.
- ¿Entonces quieres tomarme a la fuerza? Jimin giró su cuerpo para tenerlo frente a frente y rodear su cuello con los brazos.
- Algo así rubio, sexo fuerte, sexo duro.
- Sexo animal, interesante... Le susurró al odio lamiendo su cicatriz hasta llegar a su boca pero se detuvo.
- Bésame, le ordenó el tipo.
- No acostumbro a besar desconocidos, respondió con una sonrisa sexy y burlona.
- ¿Qué te parece si nos tomamos algo en el bar por unos 10 minutos para conocernos? No dispongo de mucho tiempo debido al trabajo, agregó.
- Y cuántos minutos nos llevará follar? Le preguntó Jimin acariciando el cuello de su camisa.
- Eres un rubio ardiente. Le tomó el trasero fuertemente presionándolo contra él.
- Es que tengo ganas de ti, respondió Jimin con toda la sensualidad posible.
- Ya quiero follarte de todas las formas posibles, dijo el tipo con lujuria en su mirada.
- ¿Dónde follaremos? Preguntó Jimin.
- En mi auto. Susurró mientras besaba su cuello y Jimin ladeaba la cabeza para recibirlo mejor.
- Perfecto, pensó Jimin.

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