⚠️PROHIBIDA COPIA Y/O ADAPTACIÓN⚠️
Mackenzie vive en una vieja casa a las afueras de Madrid, bajo las ordenes de un respetado vendedor de vienes raíces pero nadie sabe lo que pasa detrás de esas puertas.
Con un pasado tormentoso, Mackenzie trata de...
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Me encontraba acostada en mi cama. Me dolía hasta respirar. Todo mi cuerpo estaba lastimado y estaba segura que mañana me sentiría peor. Las lágrimas estaban bañando mi rostro. No me gustaba que nadie me viera llorando pero en ese momento no podía importarme menos. Estaba destrozada.
Flashback
Cuando llegamos a la casa después del robo al pueblo Killian fue a la oficina de Frederick a informarle todo mientras Blair y yo subimos a nuestro cuarto. Nosotras compartimos cuarto junto con otras dos chicas. Al entrar me senté en mi cama, escuché como Blair cerró la puerta pero yo estaba muerta del miedo. Sabía que era cuestión de minutos para que Frederick me llamará y rogaba que por lo menos estuviera de buen humor para que el castigo no fuera tan malo.
Escuché los pasos de Blair acercándose pero yo no podía apartar la mirada del piso y mis manos no dejaban de temblar.
—Mac—La voz de Blair salió temblorosa—Mac escúchame, cuando vengan a buscarte debes hacer todo lo que ellos digan, pórtate lo mejor que puedas. Si Frederick pregunta por lo que robaste hoy, enséñale la cartera y el collar que metí a tu pantalón, dile que no pudiste robar más porque ese chico extraño no se alejaba de ti.
Aunque Blair me había ayudado con el tema de que no robe nada (cosa que le agradecía con el alma), eso no quitaba el hecho de que Killian me vió hablando con un extraño y estaba segura de que exageraría las cosas al decírselo a Frederick.
El sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos. Levanté la mirada asustada de ver quién había entrado. Sentí un enorme alivio en mi pecho al ver a Saige, una de las chicas que comparten cuarto con nosotras.
—Por sus caras me imagino que el robo no fue bien, ¿me equivoco?—Saige era menor que nosotras, tenía 10 años. A penas llevaba 1 año en ese infierno.
-Algo asi-Murmuré.
Antes de poder decir otra cosa, la puerta fue abierta por segunda vez enseñando a Gabriel recién bañado. Iba con unos Jeans gastados, una playera negra y sus tenis azul marino.
-Levántate Mackenzie-Gabriel era más alto que Killian pero igual de idiota.
Me quedé viendolo sin mover ni un músculo. Su postura parecía desinteresada pero yo sabía que estaba listo para atacar si la situación lo requería.
-Mackenzie no tenemos todo el día. Levántate de esa cama o yo te levantaré, tú decides-Sabía que no lo decía de broma así que me puse de pie. Gabriel dió media vuelta y empezó a caminar mientras yo seguía sus pasos.
Bajamos al primer piso del lado Este dónde se encontraba la oficina y cuarto de Frederick. Con cada paso que daba más me temblaban las piernas, sentía que me faltaba el aire. Me detuve deseando que en ese mismo momento pasará algo para evitar llegar a esa puerta. Nada, no pasó nada, así que no me quedó de otra que seguir caminando.
