Jungkook estaba tranquilo y casi apático a pesar de la gran cantidad de preparativos en los que iba a tener que tomar parte antes de la boda. Para empezar, tenía que ir al taller para tomarse las medidas del traje, y acompañar a Soo a elegir telas para el vestido que llevaría durante la ceremonia. Encargar la tarta, diseñar las invitaciones y elegir a los invitados...Taehyung estaba en la lista, aunque ni la novia ni el novio contaban realmente con su asistencia.
Permanecía de pie, pacientemente, mientras la joven encargada de la tienda clavaba alfileres en los dobladillos de la excelsa tela. Soo Young estaba radiante, no parecía para nada cansada a pesar de que ya había perdido la cuenta de los vestidos que se había probado, todos con su velo incluido. Ya fuesen esponjosos, con cola larga, cintura entallada, corte de sirena, escote de pico o de palabra de honor, se veía simplemente espectacular. Como la novia más bonita del mundo, y él no podía apartar los ojos de ella.
Sin embargo, sentía casi que no estaba allí. Que estaban a kilómetros de distancia, a pesar de sus dedos entrelazados, a pesar de que ella le devolviese la mirada y le regalase una sonrisa.
Habían regresado a Corea hacía menos de una semana para que los padres de Soo Young pudiesen conocer al prometido de su hija. Y Jungkook se había esmerado por agradarles dentro de sus posibilidades, pero no lo había logrado. Había hecho gala de sus mejores modales, se había abotonado la camisa por completo para que no se le vieran los dos tatuajes que tenía en la parte superior del pecho y había respondido con sinceridad y elegancia a cada una de las preguntas que el matrimonio Kim le había hecho.
Era evidente que los prejuicios habían podido más que su presencia. No le habían dado una oportunidad realmente. Para ellos, Jungkook no era más que un chico guapo que se las había arreglado para seducir a su hija y asegurarse así un futuro y una fortuna. Si era pobre, era un aprovechado. Si no tenía relación con sus padres, era un mal hijo. Si no llevaba smoking o traje de corbata a una cena formal, no era más que un golfo. Hiciera lo que hiciera, nunca sería suficiente para ellos.
La opinión de los señores Kim sobre el novio de Soo no tuvo, sin embargo, repercusión alguna en el compromiso. Al fin y al cabo, como ella le dijo a Jungkook, "es conmigo con quien te vas a casar; no con mis padres".
Él admiraba fervientemente aquella parte de Soo Young. Aunque sus padres no estuviesen de acuerdo, fueron ellos quienes acabaron pagando la ceremonia y casi todos los pormenores de la misma. Así de persuasiva y decidida era la joven con quién Jungkook se había hecho promesa de pasar el resto de su vida.
Había temido que volver a Corea le desestabilizase por completo, haciendo sus recuerdos más reales. No había tenido demasiado tiempo para ello, entre llamadas a agencias, encargos, reservas en hoteles para la luna de miel...De hecho, ya empezaba a notar el desgaste.
-Necesitamos un día de descanso. Quedarnos en la cama todo el día, sin hacer nada-le dijo a Soo una mañana-. Nunca pensé que preparar una boda fuese tan fatigante...
-Aguanta un poco, cielo-replicó ella-. Esta noche tenemos que presentarnos en sociedad por primera vez desde el anuncio del compromiso. Ya sé que no te gustan mucho las fiestas, pero nos iremos pronto a casa y dormiremos todo el día si tú quieres.
A Jungkook seguían sin gustarle demasiado las fiestas, pero hizo el esfuerzo por ella. Estaba bebiendo tranquilamente de su copa mientras Soo Young le presentaba a conocidos y amigos y repetía una y otra vez, con las mismas palabras, la historia de cómo se habían enamorado. Jungkook disimuló un bostezo. No recordaba ninguno de los nombres que había oído por primera vez aquella noche y empezaba a preguntarse cómo era posible que su chica tuviese tantas amistades.
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YOUR EYES TELL (JJK+KTH)
FanfictionLa belleza no puede apreciarse solo con los ojos. Jungkook es un chico problemático; Taehyung es un millonario ciego. (VKOOK, SOPE)