capítulo 25

540 59 5
                                    

POV Daniela

No pude... La incertidumbre y el temor a que le pasara algo pudo conmigo, quería que estuviera segura, y más segura que conmigo no puede estar... Pocos minutos después llegue al lugar que horas atrás había habitado, estacione el auto y baje de el dando un portazo a la puerta, di unos cuantos pasos y vi que justo en la entrada estaban dos siluetas conversando con el guarda del lugar, di unos cuantos pasos más y pude reconocer que una de las siluetas era María José, me fui acercando poco a poco hasta que ella noto mi presencia
Rápidamente se desprendió del brazo de aquella chica y corrió hasta chocar con mi cuerpo.

- ¡ Viniste! - pronunció alegremente

- Claro- respondí- ¿ Como te sientes? - pregunte separándome de su abrazo

- Solo un poco mareada, pero aún me siento bien- respondió.

- Genial- conteste - ahora vámonos de este lugar- ordene agarrándola de su mano, ella rápidamente se desciso de mi agarre, le di una rápida mirada de confusión

- Antonia también vendrá con nosotras, solo espera voy por ella- dando media vuelta sobre su eje se dirigio hasta donde estaba trallendola consigo

- Daniela, te presento a Antonia, la amiga que hice durante el viaje que realize con papá -

Sonreí de medio lado y le extendí mi mano - Un placer - dije, su mano tomo la mía y dimos un fuerte apretón de manos, su mirada cargaba un brillo intenso, su rostro se veía completamente cuidado, y su piel se veía muy delicada

- Lo mismo digo - respondió.

Sonreí y di media vuelta sobre mi eje, dirigiéndome directamente a mi auto

unos pocos pasos después ya me encontraba en el puesto del conductor, respire profundamente esperando apaciguar mis emociones, acto que fue inútil, cuando voltee la mirada por la ventanilla y observé que las dos se estaban riendo genuinamente.



- ¿ Te puedes quedar hoy conmigo?  -   imploro al lado mío mientras conducía directo a su casa, Antonia estaba en los puestos traseros, seguramente dormía - Por favor- añadió haciendo unos de sus cuantos pucheros.

- No lo creo, lo siento - respondí secamente mientras trataba de concentrarme en el camino

- ¿ Estas bien ?- me miraba con confusión en su rostro.

Asentí repetidas veces - solo me siento cansada, hoy fue una noche muy larga - respondí

- Lo siento por haberte hecho venir, de seguro estabas dormida - dijo

- No lo estaba, no te preocupes- conteste.

Minutos más tarde ya estába al frente de la entrada de su gran casa

-¿ Ella en donde se quedará- pregunte mientras apagaba el auto haciendo referencia al sujeto de los puestos de atrás.

- Por supuesto que en mi casa - murmuró, mientras se sacaba el cinturón.

Una mueca de incomodidad se hizo presente en mi rostro y poche la había presenciado. Se acercó peligrosamente a mi oído y susurro

- Te quedas hoy conmigo, no es una petición, es una orden-  dejándome un poco confundida, bajo del auto llevando a su amiga arrastra, hasta la puerta de su casa, al llegar allí un empleado de servicio le ayudo.

Decidí quedarme por unos cuantos minutos más en el auto, una vez ya sintiéndome un poco calmada, aparque el auto, bajando de él y poniendo los seguros me dirigí hasta el fondo de la casa, me sentía nerviosa, porque aun había personal de servicio mirándome,como una intrusa, y sobre todo por que cabe la posibilidad de que me encuentre con los padres de la chica que controla mis emociones...

Afortunadamente, antes de ingresar a la casa María José salió buscándome,  me encontró con su mirada y se dirigió a pasos apresurados hasta a mí

- Te estaba buscando mi vida, ven- alargó su brazo , invitándome a tomar su mano.

- ¿ Que pasa con tu amiga ? Pregunte, resistiéndome a dar un paso más, y declinando su invitación.

- Ya está en su cuarto descansando -

- Genial- dije, - creo que yo, puedo conducir hasta mi casa - añadí

- ¿ Que te pasa a ti hoy?, tienes tú bipolaridad activada al mil, esta tarde estábamos bien, y ahora resulta que no quieres quedarte a descansar en mi casa - reprochó, frustrada.

- No me siento cómoda quedandome contigo, sabiendo que aún no conozco a tus padres, suficiente tengo con las miradas de curiosidad, que tú gente me da - respondí.

- Mis padres no están Daniela, ahora sí eres lo suficientemente madura, entremos y hablamos en un sitio más privado - dícto dando vuelta sobre su eje y entrando a su casa.

Dando un suspiro de frustración la sigo con total sutileza hasta llegar a su habitación, me adentro en ella y espero a que poche salga del baño, vistiendo mi anterior camisa y completamente desmaquillada, se dirigio hasta la orilla de su cama hasta tomar asiento, yo la observaba justo del lado contrario, en unos de sus cómodos muebles.

- Puedes empezar a hablar por favor, me urge descansar - imploro, acomodándose en el centro de su cama.

- Lo podemos dejar para mañana-

- No, Daniela, quiero que hablemos ahora, así que empieza, ¿ Por que ese cambios de actitud?- Pregunto

- antes que nada, ¿ Por que ella está acá ? ¿ No se supone que saldrías solo con paula- reproche

- Mis padres se fueron de viaje con los padres de Antonio, y pensaron que ella me podría hacer buena compañía, y viceversa - contesto, desinteresadamente

No queriendo alargar más las cosas, decidí ir al grano.

- ¿ Alguna vez he causado molestias en ti ? - pregunté

- ¿ Que ? ¡ Jamas! No sé a qué viene esto - su rostro era de completa Confucion

- Justo hoy, en el bar, cuando decidí llamarte, vi tu reación de desagrado, vi como agarraste el teléfono, miraste a la pantalla, y lo devolviste a tu cartera- mi mirada se encontraba perdida, reviviendo el momento.

- ¿ Como lo sabes? -

- solo responde- reproche, mirándola.

- ¿ Ahora me sigues a todo lado? ¿ Que se supone que es esto? -

- No te seguía, solo fui a tomar un trago, y ¡ Oh sorpresa! Te encuentro bailando muy juntas, y encima te llamo y te indignas por que interrumpo con tu adorada amiga-  escupí, con gran repudio, al estar recordando aquello.

- ¡ TENIA ALCOHOL EN MI SISTEMA! - grito, con frustración, dio  un gran suspiro y añadió - Deja de estar creando situación de mierda en tu cabeza-

Un deje de rabia, invadió mi cuerpo, ¿ Por que tenía que ser tan Sinica? ¿ O la Sinica era yo ? Decidí enfriar un poca la situación, y salí al balcón de su habitación, llegue allí y Tome una bocanada de aire puro, y fría, di vuelta sobre mi eje y me adentre de nuevo ala habitación.

- ¿ Osea que, por que estabas borracha justificas esa reacción que tuviste ? ¿ Estas segura de ello? - indague frente a ella, su mirada se posó en mi rostro, y pude ver que unas cuantas lágrimas descendían de el.









¿ Como están?. ( Voten, comenten.

MI ULTIMA LAGRIMA - Pausada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora