Uno segundos después, Horam estaciona el auto en lo que parece ser un pequeño bosque... Nah, ¿A quién quiero engañar? Si Westyler no tiene ni siquiera un museo turístico, menos va a tener un bosque para pasear tranquilamente.
En realidad, éste sitio parece un campo abandonado. Tiene grandes árboles secos y apenas unos rastros de cercado alrededor.
- Tal vez esto esté confirmando mi teoría de que quieres matarme aquí -murmuro viendo el no tan agradable paisaje.
- No iría a la cárcel sólo por deshacerme de tu fastidioso ser -dice comenzando a adentrarse al campo/lugar para matar.
- Y esa es la razón por la que me traes aquí. Me matas. Escondes mi cadáver en los más profundo de este campo, te deshaces de toda evidencia y nunca te atrapan -me encojo de hombros al terminar de hablar.
- Gracias por darme una idea.
Poco a poco, él se adentra más a ese sitio tan raro. No me queda de otra más que seguirlo.
Miro a los lados extrañada de ver un lugar así. A medida de que más caminamos, me doy cuenta de que esto ya no parece un campo descuidado y viejo, sino una floresta, pero algo seca.
- ¿Me vas a decir ya qué es esto o...?
- Es un sitio que descubrí con mis padres hace años -responde finalmente- Solía venir aquí varias veces al año, sobretodo en otoño. Más adelante hay una vieja casita de madera frente a un pequeño río.
- Oh... ¿Eso es todo? -pregunto.
- Sí, a menos que esperabas un centro comercial en medio de la nada y que te regalara ropa como lo hizo tu Sebas.
- Qué gracioso -digo rodando los ojos- Sólo no creí que tendríamos que caminar tanto.
- El camino se hace corto la segunda vez que vienes -dice metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans.
- Ya, claro.
Seguimos caminando unos minutos más hasta que llegamos al lugar que Horam mencionó. Por su descripción, pensé que se trataba de algo simple y feo, pero en persona, es un ambiente agradable y hasta se podría decir que acogedor
- El camino se hace corto la segunda vez que vienes -dice metiendo sus manos en los bolsillos de sus jeans.
- Ya, claro.
Seguimos caminando unos minutos más hasta que llegamos al lugar que Horam mencionó. Por su descripción, pensé que se trataba de algo simple y feo, pero en persona, es un ambiente agradable y hasta se podría decir que acogedor.
- Y éste es el sitio al que mi madre llamó: "El refugio del cielo" -dice sentándose en una banca algo desgastada y podrida.
- ¿El refugio del cielo? -pregunto intentando sentarme a su lado. La madera de aquella banca está tan vieja, que temo sentarme y caerme.
- Digamos que es un nombre que escogió por el significado de mi nombre y el hecho de que aquí solía refugiarme cuando caminábamos y pensaba que unos osos venían por mí -dice riendo.
- Vanessa tiene mucha creatividad -digo sonriendo. De repente su risa ya no es igual, disimula mirando a otro lado.
- Supongo -se encoge de hombros.
Noto que ya está atardeciendo, por lo que deben ser más de las 5:00pm.
Me levanto y camino un poco, observando el paisaje. Horam se levanta y me sigue.
- ¿Nunca has caminado más adelante? -le pregunto.
- Pues... No, apenas y he llegado a ese río.
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Sé mi cielo estrellado
RomanceA veces un cielo lleno de estrellas puede darte la misma alegría que sientes al saber que tienes a alguien que pueda devolverte la personalidad que perdiste al pasar por algo devastador. Eso mismo pasó con él, después de tanto esperar por algo que h...