– ¡Hoffman! ¡Si no corres te expulso de la clase! –grita la profesora sacándome de mi trance.
Yo no era mala en educación física, hacía todo lo posible por cumplir los ejercicios. Pero se podría decir que el día de hoy, todos mis esfuerzos por correr fueron en vano cuando vi a Sebastián haciendo flexiones al otro lado del campo.
Soy humana y soy mujer. No perdía nada por verlo y enamorarme aún más.... Excepto la nota, estaban a punto de expulsarme, y yo como una tonta viendo al amor de mi vida.
Bueno, no voy a mentir. También le daba unas miraditas a Horam.
– ¡Stella Hoffman! ¡Esta es la tercera advertencia! ¡La próxima vez quedará expulsada totalmente de la clase!
– Señorita Renata, deje que Stella siga viéndole el trasero a Langford –dice Lara corriendo al frente, todos estallan en carcajadas y yo me sonrojo.
Ya nos exhibiste, Lara.
No sé si recuerdan la vez que dije que mi suerte era pésima, pero vaya que no mentía.
Justamente Sebas y el grupo de chicos habían terminado los ejercicios y estaban caminando hacia nosotras. O sea, que escucharon el comentario de Lara. Aunque no creo que lo hayan escuchado bien.
– Pero qué bonito, Hoffman. Seguramente ver a Langford es más importante que mis clases –dice la profesora uniéndose a Lara.
Si lo dice así, señora..... Pues sí.
La vergüenza que sentía era enorme, ésta vez sí habían escuchado todos. Me sonrojé tanto, que seguramente parecía un tomate.
Ya todas habíamos dejado de correr.
– ¿Qué pasó conmigo? –pregunta Sebastián.
Amorcito, no sigas echándole más leña al fuego.
Diosito, protegeme del bullying y guarda mi dignidad y mi orgullo, amén.
– Nada, sólo que aquí la señorita Hoffman estaba muy distraída viendo cómo usted hacía sus ejercicios –responde la profesora, todos vuelven a reírse. Qué humillación.
¡Hasta Horam aguantaba la risa! Y yo que pensé que me apoyaría...
– A mí no me parece chiste –responde él encogiendose de hombros– No creo que sea un escándalo total.
¿Ya ven porqué es el amor de mi vida? ES UN AMOR DE PERSONA.
Juro que en este momento me provoca agacharme, sacar un anillo de oro imaginario y pedirle matrimonio yo misma.
Pero no, eso crearía más risas, y eso es lo menos que quiero.
– Qué amargado nos saliste, Sebas –dice Lara rodando los ojos.
– Qué estúpida nos saliste, Lara –responde Horam.
Todos nos quedamos sorprendidos viendo al pelinegro, incluso los profesores. Él parece apenarse y baja la mirada.
¿En serio ese fue Horam? ¿Él había dicho eso frente a casi todos? No me lo creo.
Tenía ganas de gritar: "ESE ES MI AMIGO, EL QUE PARECE MUDO Y ANTISOCIAL". Pero luego recordé que sería rarito gritar eso ya que apenas nos conocemos. Y no soportaría otra burla.
Igualmente.... ESE ES MI AMIGOOOO.
– Oh, ¿Ahora resulta que hablas? Te veías mejor estando callado y con tu aura depresiva –le dice Katherine alzando una ceja.
– Señorita Dutonch, se le agradece que por favor se ahorre sus comentarios innecesarios e hirientes. Si debería herir a alguien con sus palabras, es a la señorita Prince por iniciar todo este escándalo y por tratar de humillar a la señorita Hoffman –dice el profesor que estaba con los chicos– Y ahora, todos vayan a su próxima clase, mucho escándalo por hoy.
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Sé mi cielo estrellado
RomanceA veces un cielo lleno de estrellas puede darte la misma alegría que sientes al saber que tienes a alguien que pueda devolverte la personalidad que perdiste al pasar por algo devastador. Eso mismo pasó con él, después de tanto esperar por algo que h...