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Maratón 2/5

—¿¡Que?! ¡No! —gritó Taehyung abriendo los ojos —Ya sabes que no traigo a nadie a mi casa... —negó con la cabeza y tragó saliva.

—Lo sé, pero... —miró intrigado a su alrededor—. Tu nunca te comportas de ésta manera... Sospecho que hay alguien arriba —sonrió pícaro y corrió hacia las escaleras.

—¡No! ¡No! ¡Te lo suplico! —subió detrás de él.

—Mierda Tae, entonces es real... —dijo en voz baja caminando por el corredor del primer piso—. Veamos... En mi habitación no creo esté, y en la tuya menos, así que... —giró en dirección a la habitación donde Yoongi dormía.

—Jimin, querido, no me hagas golpearte... —se paró delante de él para que no tome el cerrojo.

—¡Me muero de intriga, solo daré una miradita! —Rió y empujó a Taehyung para abrir la puerta.

Taehyung cerró los ojos y tomo aire. Mierda y más mierda. Esperó con los ojos fruncidos a que se desatara el desastre.

—¡No puede ser! —gritó Jimin quedándose parado junto a la puerta.

—¡Lo sé, es difícil de explicar! Pero-

—¡Le compraste cosas al bebé! —gritó emocionado mirando hacia adentro desde la puerta.

Taehyung abrió los ojos y le echó un vistazo a la habitación. No había rastros de Yoongi, ni de ninguna de sus cosas. Suspiró aliviado exhalando todo el aire que había contenido en sus pulmónes.

—¡¿Ves?! ¡No hay nadie! —dijo parándose derecho junto a él. Que rápido que era el enano ese para esconderse.

—Hmm... Igual estás raro —lo miró de reojo, aún en la puerta de la habitación —. Te ves como... si estuvieras... enamorado o algo así.

Taehyung se ahogó con su saliva al escuchar lo que su amigo dijo. Solo rogaba que el paliducho no hubiera escuchado ese comentario, o lo molestaría por siempre con eso.

—Ya sabes que yo no me enamoro, Jimin.

—Lo sé, estoy esperando ese día con ansias.

—Pues espera sentado querido.

—Sip, el Taehyung que conozco está regresando... —dijo y luego miró hacia la cama con nostalgia—. Aquí lo hice con Jungkook por primera vez... bueno, no fué precisamente en ésta cama, pero fue aquí en tu casa.

Taehyung tragó duro. Y sintió algo que no había sentido nunca antes: compasión.

Esperaba que Yoongi no hubiera oído eso, porque quizas sería doloroso para él.

—Okay, okay... —dijo Taehyung interrumpiendo los recuerdos vívidos que su amigo estaba teniendo mientras observaba la cama. —Nos vamos de aquí.

Lo obligó a bajar las escaleras y se sentaron en las banquetas de la isla.

—¿Quieres un trago?

—No gracias —sonrío. Pensando que su amigo solo se había puesto nervioso porque, en un ataque de ternura, le había comprado cosas al bebé de silicona.

Taehyung se sirvió un vaso de whisky y lo bebió hasta la mitad. Había logrado salirse con la suya con respecto a Yoongi viviendo allí, pero aún tenía un problema: ¿cómo le decía que se habían besado?

—Vine para ver cómo estabas —dijo Jimin sonriente—, pero también vine porque hoy hay una fiesta aquí cerca. ¿Vamos?

Taehyung lo pensó por un momento mientras se servía otro vaso de whisky.

—Está bien.

—Lo sabía, tu nunca faltas —sonrió —Es aquí cerca, digo... ya que no tienes auto.

Taehyung río y le dió una palmada en el brazo.

—Era chiste. Bueno... —se levantó de la banqueta y caminó hacia la puerta. Taehyung lo miraba desde la cocina con su vaso en la mano—. Te busco con Kook en una hora —abrió la puerta y se fué.

Taehyung bebió su vaso de whisky y mientras tanto pensó que quizás sería una buena idea ir a despejarse a una fiesta. Dejaría a Yoongi en la casa cuidando al bebé mientras él se iba por un rato. No podían verlos juntos. Además, ahora que había visto a Jimin, no creía que fuera buena idea arriesgarse a que otro beso sucediera entre ellos; no podía hacerle eso a su mejor amigo.

Subió las escaleras y entró lentamente a la habitación de Yoongi. Éste estaba recostado muy cómodamente sobre la cama, con los pies cruzados y los brazos detrás de la cabeza.

—¿A dónde te habías escondido? —preguntó intrigado. Yoongi realmente tenía dotes para ocultarse.

—Detrás de la puerta... — dijo y la señaló, como si fuera obvio.

—Claro... —frunció el ceño y miró la puerta, ¿cómo no había pensado en eso?

Eso significaba que había escuchado el comentario de Jimin acerca de que parecía "enamorado". Tragó duro. Se dió cuenta de que también tuvo que haber escuchado lo del sexo entre Jimin y Jungkook... Se sintió mal por él y suspiró hondo—. Escucha, Jimin se fué, pero vendrá en una hora porque iremos a una fiesta.

—Bien —dijo y se levantó de la cama—. Pero debes prestarme algo para vestir.

Taehyung lo miró y giró los ojos.

—Tu no vienes, alguien debe cuidar al bebé —dijo serio.

Yoongi lo miró, y aunque primero pensó que bromeaba, luego se dió cuenta de que hablaba en serio.

—Aah... ya veo —se tiró de nuevo a la cama y rebotó en el colchón. Se sintió idiota, ¿por qué pensó que podía ir a una fiesta con ellos? Tomó su celular fingiendo que lo utilizaba, e hizo como que Taehyung no estaba allí.

—Solo quería avisarte eso —se quedó esperando por una respuesta, pero Yoongi no contestó—. Hay comida en la heladera, o también puedes pedir pizza —cerró la puerta dejándolo solo.

Del Odio Al Amor, Hay Una Botella De Ron © (Primos 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora