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Que mierda estoy haciendo aquí...

Pensó Yoongi mientras observaba a Jimin y a Jungkook sentados frente a él a la mesa del comedor, en casa de su madre. Era notable que intentaban no tener ningún tipo de contacto físico por respeto a él.

Esa tarde estaba nublada y el viento pegaba fuerte contra la casa, haciendo un ruido horrible. Era deprimente. Y Yoongi no sentía para nada esa sensación especial que se supone que debes tener el día de tu cumpleaños.

¡Que los cumplas felíz...! su mamá apareció con la torta y todos comenzaron a cantar y aplaudir.

Yoongi se hundió en su silla, frunciendo los labios incómodo ante las miradas de toda su familia: porque sí, ahora Jungkook también era de la familia.

Suspiró pesado.

—Gracias, gracias —dijo con una sonrisa incómoda mientras su mamá dejaba la torta redonda de chocolate frente a él, la cual llevaba una vela encendida con forma de número "18".

Jungkook miró a Yoongi fijamente.

—Solpa la vela, Yoongi... —pronunció en un tono duro y fuerte, y sonrió de lado.

Yoongi volteó y cruzaron miradas. ¿Y a éste que le pasa?, pensó y frunció el ceño.

—Vamos, sopla esa vela... —insistió, y ésta vez, no logró aguantar la risa.

Jimin, Sun Hee y Yang Me lo miraron extrañados. Era raro —dadas las circunstancias que todos conocían— que Jungkook le hablara así a Yoongi.

—Lo siento... —pronunció Jungkook aún riendo y bebió jugo. No podía quitar la imagen del jardín de Taehyung de su cabeza.

Yoongi soplo la vela y luego miró a Jungkook de reojo, aún mantenía esa sonrisita en su boca.

Había estado aguantándose, pero si seguía riéndose de esa manera, iba a darle el golpe que le había quedado pendiente.

Yang Mi, la mamá de Yoongi, cortó la torta y sirvió una porción a cada uno.

—¡Mi niño ya es mayor de edad! —dijo emocionada, asomando algunas lágrimas, y llevando un pedazo de torta a su boca.

—Mamá... basta —negó con la cabeza y frunció incómodo las cejas.

Yoongi miraba cada tanto a Jungkook, quién lo observaba fijamente. ¿Que clase de problema tenía con él? En ese momento se arrepintió de haber dejado que fuera a su cumpleaños. Se sentía más incómodo de lo que pensó que sería.

—Oye bebé... —dijo Jungkook y enseguida se corrigió. No lo había dicho con malas intenciones, era la costumbre— digo Jimin...

—¿Que? —contestó Jimin abriendo los ojos, insinuandole que no hable así en frente de Yoongi.

—¿Y Taehyung? —apretó sus labios para no reír.

—No sé, ¿por qué?

Yoongi los observaba conversar frente a él. ¿Que maldito problema tiene éste idiota con Taehyung ahora? pensó confundido mientras comía torta.

—¿Por qué no lo invitas?

—Kook, ya sabes que Yoongi no se lleva bien con él... —dijo y frunció las cejas. Jungkook se notaba extraño ese día.

—No creo que Yoongi tenga problema... —llevó lentamente la mirada hacia él y sonrió— ¿No es así, Yoongi?

Yoongi tragó duro y los miró a los dos en completo silencio. ¿Por qué Jungkook habla como si supiera algo? No, imposible, pensó poniéndose nervioso y sacudió la cabeza.

—No quiero a ese engreído de mierda en mi cumpleaños... —dijo, y se sintió incómodo al decir eso. Ya no le gustaba hablar así de él.

—¿Ves? —Jimin y fulminó con la mirada a su novio —Iré al baño, permiso —se levantó de la mesa.

Yoongi aprovechó la oportunidad y miró a sus madres charlar sin parar en la cocina. Luego volvió la mirada a Jungkook y le clavó la vista.

—¿Que mierda te pasa? —dijo enojado.

Jungkook tragó duro. Yoongi lo miraba como si fuera a saltar sobre él para matarlo.

—¿A mi? Nada...

—¿Que problema tienes? —se apoyó sobre sus codos en la mesa y se acercó a él —Sabes que si me arrepiento de dejar las cosas por la paz te daré el golpe que te mereces, ¿verdad?

—Primo... no seas así —tiró su largo cabello hacia atrás.

—¡Primo las pelotas! —golpeó la mesa con su puño.

Jungkook dió un respingo y cerró los ojos cuando sintió el golpe en la mesa. Aún así, se acercó a él y susurró:

—¿Desde cuando?

—¿Desde cuando qué? —frunció el ceño. Esperaba que no se refiriera a lo de Taehyung y él, porque en ese caso, solo había una persona que le podría haber contado, y lo acogotaría si lo había hecho.

Jimin apareció y los vió estirandose sobre la mesa, hablandose en voz baja muy cerca el uno del otro.

Se aclaró la garganta confundido.

—¿Acaso ahora planean salir entre ustedes para dejarme solo? —bromeó. Podía sentir la tensión entre los dos desde una milla de distancia.

Se sentó junto a Jungkook y éste se acomodó en su asiento.

—Hablábamos de Taehyung...

—Jungkook, te voy a echar de la casa si no dejas de molestar a Yoongi —dijo Jimin con firmeza. Jungkook estaba raro y estaba sacando de quicio a Yoongi en el día de su cumpleaños sin razón aparente.

—Ya escuchaste Jungkook... —dijo Yoongi con una sonrisa sobradora. La cuál sin dudas había aprendido del mejor.

—No puedo creerlo —dijo Jungkook mirando a Yoongi—, es que... ¿cómo? —se rascó la nuca pensativo.

—¿De que hablas? —se metió Jimin.

Yoongi agachó la cabeza y se puso paranoico. ¿Taehyung le había contado a Jungkook sobre ellos? Que mierda, lo mataría si lo habia hecho.

Del Odio Al Amor, Hay Una Botella De Ron © (Primos 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora